Brasil debate la despenalización del aborto
En el gigante latinoamericano el aborto se penaliza con
hasta tres años de prisión.
La corte suprema de Brasil acoge este viernes y el próximo
lunes una inédita audiencia pública sobre la despenalización del aborto hasta
el tercer mes de gestación.
Más de 50 especialistas en salud y representantes de ONG,
organizaciones religiosas y universidades expondrán sus argumentos a favor y en
contra de la interrupción voluntaria del embarazo, una cuestión especialmente
delicada en el país con más católicos del mundo y con una creciente presencia
de iglesias evangélicas.
En Brasil, el aborto se penaliza con hasta tres años de
prisión. Solo es permitido en caso de violación, riesgos para la madre o si el
feto desarrolló una anencefalia, una malformación congénita del sistema
nervioso.
En una de las primeras intervenciones ante un público divido
en la sede del Supremo Tribunal Federal (STF) en Brasilia, la doctora María de
Fátima, representante del Ministerio de Salud, recordó que, pese a la
prohibición, una de cada cinco mujeres brasileñas ha pasado por un aborto y que
cada año mueren 203 mujeres y otras 250.000 son hospitalizadas por
complicaciones en intervenciones clandestinas.
La audiencia fue convocada por la jueza Rosa Weber, después
de que en marzo de 2017 el izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y
el Instituto de Bioética introdujeran un recurso ante el STF para que la
interrupción del embarazo antes de la duodécima semana de gestación deje de ser
considerada un crimen.
En concreto, instaron al alto tribunal a que se pronuncie
sobre si el Código Penal de 1940, en el que consta la criminalización del
aborto fuera de los casos mencionados, respeta los principios de dignidad de la
persona humana y los derechos sexuales y reproductivos consagrados en la
Constitución de 1988.
El debate servirá de base para que el TSF se pronuncie sobre
el recurso, para lo cual no hay fecha prevista.
En la Cámara de Diputados sigue en trámite un proyecto de
ley cuyo objetivo es alargar el permiso maternal de madres de bebés prematuros,
criticado por organizaciones prodespenalización del aborto porque estipula que
el derecho a la vida es "inviolable desde la concepción".
La audiencia se da en vísperas de que el Senado de Argentina
vote, el próximo 8 de agosto, un proyecto de ley que autoriza la interrupción
del embarazo hasta las 14 semanas de gestación y garantiza su gratuidad en
todos los centros de salud del país.
En América Latina, el aborto es legal en Uruguay y Cuba.
También está permitido en la Ciudad de México. En Europa, la católica Irlanda
aprobó la liberalización del aborto vía referéndum en mayo.
La despenalización del aborto divide a las candidatos para
las elecciones presidenciales de octubre.
Una de ellas, la ambientalista Marina Silva, de confesión
evangélica, es partidaria de que los brasileños se pronuncien sobre esta
cuestión en un referéndum.
En la Iglesia católica, la Confederación Nacional de Obispos
de Brasil (CNBB) volvió a insistir el pasado miércoles en que el derecho a la
vida es "incondicional" y "debe ser respetado y defendido en
cualquier etapa o condición en que se encuentre la persona humana
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