A siete años sin "Pocho": Por otro caso, condenaron a comisario sospechoso
Hugo Novelli fue sentenciado a prisión por robar ganado en
Corrientes; el ex comisario había estado en la mira por el caso de Juan José
"Pocho" Morales. Hoy se cumplen siete años de la desaparición del
quinielero de San Jaime de la Frontera
Se cumplen hoy, siete años de la desaparición de Juan José
"Pocho" Morales, y como cada 30 de agosto los familiares, amigos y
vecinos marcharán desde la tómbola en la que fue visto por última vez, hasta el
Paredón de la Memoria; los harán por la colectora de la ruta nacional 127 en la
localidad de San Jaime de la Frontera.
Como una casualidad del destino, esta misma semana la
Justicia de Corrientes condenó a uno de los hombres que, allá por 2011, estuvo
en la mira por la ausencia de Morales. Se trata de Hugo Santiago Novelli, un
comisario retirado de la Policía de Entre Ríos, quien fue detenido por robo de
ganado en Corrientes. Recibió una pena de cinco años y cuatro meses de prisión
efectiva.
Poco más de un año después de la desaparición de Pocho,
aparecieron tres leyendas pintadas en distintas paredes de San Jaime, alusivas
al caso del quinielero. Una de ellas quedó estampada en uno de los paredones
del Club San Martín y estuvo dirigida al excomisario: "Devolvelo
Novelli", reclamaba la inscripción cuyos autores quedaron siempre en el
anonimato.
El hombre, que por entonces tenía una empresa de engorde de
animales vacunos, había mantenido una enemistad con Walter, uno de los hijos
del desaparecido. Una de las tantas hipótesis que se manejaron en la
investigación apuntaba a él, como un posible ajuste de cuentas por aquel
conflicto.
Incluso hubo evidencias que profundizaron las sospechas,
pero quedaron en la nada. En aquella oportunidad, cuando peritaron una de las
nueve camionetas que Novelli poseía, la Policía encontró manchas de sangre en
un parasol que estaba dentro del vehículo. La prueba podía ser crucial, pero
lamentablemente la muestra fue levantada con un hisopo, en lugar de secuestrar
el elemento. De este modo la sangre llegó "contaminada" al
laboratorio que practicó el análisis, que pudo determinar que era sangre humana
de un varón, pero no alcanzó para un estudio de ADN.
Tiempo después, Novelli volvió a estar en el centro de una
noticia por un hecho delictivo. Esta vez, por haber robado animales de un campo
en la provincia de Corrientes, cerca de San Jaime.
Acusado por el robo de ganado
Según recordó el sitio Tal Cual Chajarí, el comisario
retirado imputado se apoderó ilegítimamente de aproximadamente 45 animales
vacunos de categoría terneros de raza Bradford pampizados, que se encontraban
en el establecimiento rural denominado La Escondida, en la segunda sección
rural del Departamento de Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes.
La Escondida era arrendada por Guillermo Aníbal Batalla (el
damnificado en la causa) y de acuerdo a lo investigado el entrerriano contó con
la cooperación necesaria de Héctor Fabián Izaguirre, también imputado y quien
era el único empleado del establecimiento.
Según el caso, Izaguirre habría sido quien permitió la
sustracción de los animales y la Justicia sostiene que sin su colaboración no
habría podido cometerse el hecho delictivo consumado por la cantidad de
animales sustraídos y no podrían haber sido sacados del campo sin ser advertida
la maniobra por el empleado cuya labora era cuidarlos.
Además, Novelli contó con la cooperación de otras personas,
que no pudieron ser identificadas, para el traslado de los animales en una
camioneta con tráiler, hasta su establecimiento de engorde en San Jaime de la
Frontera, donde le puso su marca y señal a algunos y les quitó a otros las
caravanas de colores que tenían puestas para distinguir machos de hembra.
El denunciante Batalla comenzó advertir la faltante de
animales al realizar la última vacunación de aftosa a fines del mes de
noviembre de 2016. Primero notó que le faltaban 10 vacas, terneros de la raza
Bradford de aproximadamente cinco meses de vida. Luego se dio cuenta de que en
total eran 45 los animales que no estaban.
De este modo, Novelli y su cómplice Izaguirre llegaron a
juicio en el Tribunal Oral Penal de Mercedes. Luego de ventilarse las pruebas
de la investigación, los jueces consideraron responsables a ambos imputados y
los condenaron: el comisario entrerriano recibió cinco años y cuatro meses de
prisión y el "empleado infiel" cuatro años y seis seis meses de
cárcel.
Dos nombres en el recuerdo
Aquella tarde de hace siete años Morales salió en su
bicicleta roja a levantar apuestas para la quiniela entre sus clientes
habituales del pueblo. A las 20:07 fue la última jugada que se registró en el
sistema, realizada en un domicilio ubicado al lado de la carnicería, a la
vuelta de la tómbola.
Luego, Pocho siguió en su bicicleta hasta metros de su
local, donde se detuvo a hablar con la vecina de enfrente, doña Elba, quien le
dio el pésame por la reciente muerte de su hermano.
Finalmente, iba a completar los clientes de la cuadra, pero
nunca nadie lo volvió a ver. Pese a estar la calle transitada y con chicos
jugando, debido a que recién anochecía y el tiempo estaba cálido, ningún
testigo dijo haber visto nada que pueda develar el misterio, que adquiere más
dramatismo por las coincidencias que guarda con otra desaparición ocurrida un
año antes.
El jueves de la semana que viene, se cumplirán ocho años del
anochecer del 6 de setiembre de 2010, cuando Sebastián Ortiz salió en su
bicicleta por las calles de San Jaime hacia la terminal de ómnibus para sacar
un pasaje que al día siguiente lo llevara de regreso a su ciudad, Paso de los
Libres, Corrientes. En ese trayecto, también desapareció sin dejar rastro
alguno.
Morales y Ortiz tenían 66 años, iban en bicicletas rojas y
desaparecieron en el mismo lugar y a la misma hora, con casi un año de
diferencia. Sus dos nombres serán recordados hoy en el acto que realizarán en
San Jaime. (Uno)
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