Petit: “La decisión de Macri es un retroceso en el sistema federal argentino”
La ex Diputada Nacional y actual asesora institucional de la
Municipalidad de Concordia, Dra. María de los Ángeles Petit, se refirió a la
decisión del Gobierno Nacional de eliminar el Fondo Solidario Federal o Fondo
Soja, analizando el transfondo histórico y político de esa medida.
Opinión - Por María de los Ángeles Petit*
La decisión del Presidente Mauricio Macri de eliminar por un
decreto de necesidad y urgencia el Fondo Sojero creado por decreto 206/09
significa un retroceso en el debate que se originó con el conflicto
agropecuario en el año 2008.
Los derechos de exportación o retenciones son más antiguos
que la misma República Argentina, porque surgen con la creación de la Aduana de
Buenos Aires que funciona desde 1580 y que siempre tuvo objetivos
recaudatorios, que engrosaron el tesoro nacional.
La importancia de esa recaudación se deja ver cuando la
Provincia de Buenos Aires no firma el acta de la Constitución de 1853 y recién
en 1860, al adherirse, lo hace con la condición de que esos ingresos, derechos
de exportación o retenciones, no formen parte de la masa coparticipable al
resto de las provincias.
La crisis agropecuaria del 2008 puso en debate el sistema
federal argentino y la distribución de los ingresos, ya que, en los últimos 28
años, las provincias y los municipios han ido perdiendo cada vez más fondos por
la aprobación de leyes y la firma de pactos fiscales que hicieron que la
dependencia económica con el gobierno central se profundizara más.
Cuando el decreto 206 se firma se lo hace en un contexto
político muy especial, después del voto no positivo de Cobos y como una forma
de congraciarse con las provincias, a través de la coparticipación del 30% de
las retenciones a la soja.
Fue un decreto al principio discutido porque coparticipaba
la producción de la zona núcleo (especialmente Santa Fé, Córdoba, Entre Ríos y
Buenos Aires), a todas las provincias del país (menos San Luis y La Pampa que
no firmaron los pactos fiscales), sean o no productoras sojeras. No obstante
significó un gran avance: después de 143 años de lucha, la Nación coparticipa
un porcentaje de sus ingresos por retenciones aduaneras.
Esos fondos, destinados a la obra pública, son los únicos
que logran que, en las pequeñas comunidades, se realice algún tipo de obra.
Paralizados o retrasados los fondos nacionales, con un gran
esfuerzo de los gobiernos provinciales, con un Gobierno Nacional que exige
bajar la presión fiscal, el suspender el fondo de la soja, significa lisa y
llanamente la desaparición de la obra pública en muchos municipios, lo que
traerá más desocupación y recesión.
Es interesante observar como los temas de fondo en el país
se siguen debatiendo eternamente y como la Nación, cuando debe bajar el déficit
fiscal, apela a concentrar fondos, en detrimento de las provincias y sus
municipios.
Este Decreto, vuelve a poner en la agenda los principios de
independencia económica y su consecuencia directa, la soberanía política. Ataca
y degrada nuevamente el sistema federal argentino y convierte a la Nación en un
súper Estado, sin territorio propio, determinando arbitrariamente el destino de
cada provincia.
Es bueno recordar que el Estado Nacional es una creación
jurídica ficticia y que somos las provincias las que lo creamos y la
componemos, y las que le delegamos funciones de representación.
Sin embargo, la historia marca constantemente que la Nación
se ha convertido en un país separado de sus miembros, que negocia, modifica y
saca fondos para mantener una estructura burocrática que se agranda a costa del
sacrificio de las provincias.
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