Caputo se fue del Banco Central y asume Sandleris
Luis Caputo dio un portazo y presentó su renuncia a la
conducción del Banco Central, en medio de una disputa interna -nunca
blanqueada- en las entrañas del Gobierno por el manejo de la política monetaria.
El momento, sorpresivo, le suma más incertidumbre a un mercado que desde hace
tiempo no encuentra calma. Su reemplazante será Guido Sandleris, un hombre que
hasta las últimas horas fue uno de los encargados de negociar con el Fondo
Monetario Internacional
Según el comunicado oficial, Caputo le presentó la renuncia
al presidente Mauricio Macri, quien se encuentra aún en Nueva York junto al
ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una misión que busca cerrar un nuevo
acuerdo con el FMI para ampliar el préstamo de u$s 50.000 millones y llevar
calma a los mercados en medio de la "tormenta" financiera que
atraviesa el país.
Sin embargo, el trasfondo de poder que hay detrás del
alejamiento es el del rumbo de la política económica. Nunca se blanqueó en
público, pero son conocidas las diferencias entre Caputo y Dujovne. Tanto así
que el saliente titular del Central, uno hombre netamente de los mercados, se
bajó semanas atrás de la misión que encabezó el ministro de Hacienda para
negociar el nuevo acuerdo con el FMI. "Esta renuncia se debe a motivos
personales, con la convicción de que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional reestablecerá la confianza acerca de la situación fiscal, financiera,
monetaria y cambiaria", dice el comunicado oficial difundido por el BCRA.
Según pudo saber este medio, la renuncia causó sorpresa en círculo de la
alianza Cambiemos. Macristas y aliados llamaron a varios ministros para saber
qué había ocurrido con la salida de Caputo.
La sorpresiva salida de Caputo encuentra a Macri, de quien
es amigo personal, en Nueva York negociando con el FMI, junto a Dujovne, una
ampliación del crédito de u$s 50.000 millones acordado meses atrás. Si bien se
hablaba de añadir unos u$s 20.000 millones extra y adelantar los desembolsos,
ayer desde un ala del Gobierno dejaron trascender que el refuerzo sería de no
más de u$s 5.000 millones. Otro sector salió a aclarar que se seguía
negociando. Esos fondos son clave para estabilizar el tipo de cambio y despejar
las dudas sobre la capacidad de pago de la Argentina. De hecho, el propio Macri
tuvo que garantizar que la Argentina no entrará en default.
Tal como contó ámbito.com, el Gobierno y el FMI trabajaron
todo el fin de semana negociando el acuerdo stand by, en un intento de terminar
con la crisis cambiaria que afecta al mercado local desde hace ya más de cuatro
meses. Una de las medidas a aplicar, que ya se había acordado, es el
"crawling peg", un sistema en el que el dólar flota libre entre
bandas preestablecidas. En cambio, Caputo tenía una política de mayor
intervención para controlar el tipo de cambio.
La salida de Caputo es, en términos políticos, una victoria
para Dujovne. Sandleris, un hombre de su confianza, es quien tomará las riendas
de la entidad monetaria. Y se podría decir que hasta hace minutos estuvo
negociando con los técnicos del FMI las condiciones del nuevo acuerdo.
Ayer, en diálogo con periodistas en Nueva York, Dujovne
reiteró que no hay cambio de reglas y que no existe ninguna posibilidad de
llevar adelante un cambio en el sistema cambiario en Argentina pero sí
reconoció que se está hablando con el FMI sobre la fijación de bandas de
flotación peso, una suerte de segunda etapa dentro de un proceso que se había
iniciado con un sistema de metas de inflación que el Gobierno ahora considera
que fue insuficiente y no adecuado para el momento.
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