Mauricio Macri eliminaría 10 Ministerios y desplaza a los vicejefes de Gabinete
Mauricio Macri avanza en una profunda reestructuración de su
administración y reduciría a la mitad su Gabinete. El jefe de Gabinete, Marcos
Peña, es el único funcionario confirmado por el Presidente de la Nación, que
hoy en Olivos terminará de definir los Ministerios que quedarán en pie y los
ministros que abandonarán la Casa Rosada o se transformarán en secretarios de
Estado.
El Presidente también evalúa la posibilidad de nombrar a
Alfonso Prat Gay como canciller, quien como Carlos Melconian renunció a su cargo
en el gobierno por diferencias internas con Peña, que ya no contará con la
colaboración de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui: ambos vicejefes de Gabinete
no sobrevivieron a la profunda reforma política que impuso el primer mandatario
a su Poder Ejecutivo.
Si Macri no cambia de opinión en las próximas horas, Nicolás
Dujovne (Hacienda), Jorge Faurie (Relaciones Exteriores), Luis Etchevehere
(Agroindustria), Sergio Bergman(Ambiente y Desarrollo Sustentable), José Lino
Barañao (Ciencia y Tecnología), Pablo Avelluto (Cultura), Oscar Aguad
(Defensa), Germán Garavano (Justicia y Derechos Humanos), Andrés Ibarra
(Modernización), Adolfo Rubinstein (Salud), Jorge Triaca (Trabajo) y Jorge
Santos (Turismo) dejarán sus cargos como ministros, aunque alguno de ellos
continuarán en el gobierno con rango de secretarios de Estado.
En este contexto, y con la dinámica que impone la crisis
económica y política, serían inevitables las renuncias de Dujovne, Faurie,
Etchevehere y Aguad, mientras que Ibarra, Triaca, Avelluto y Bergman,
continuarían como secretarios de Modernización, Trabajo, Cultura y Desarrollo
Sustentable.
Macri nunca creyó en los super Ministerios y desplegó una
estructura burocrática que era engorrosa y lenta frente a la velocidad de los
mercados y las exigencias políticas. El Presidente también se mostraba reacio
en achicar la planta de Ministerios, pese a que ese despliegue institucional
era criticado afuera y adentro de Cambiemos. Frente a los constantes
cuestionamientos, Macri exhibía a su interlocutor de turno un listado de países
modernos que tenían tantos o más ministerios que su propio gobierno.
La defensa argumental del Presidente encalló cuando el dólar
trepó a cuarenta pesos y el riesgo país se acercó a los 800 puntos básicos. En
este escenario, Macri se reunió a solas con Melconian –por segunda vez en dos
semanas—y lo sondeó como ministro de Economía. Melconian está muy cerca de
aceptar y en principio solicitó tres condiciones básicas, recordando sus
legendarias refriegas con Peña: acceso directo al despacho presidencial, las
renuncias de Quintana y Lopetegui y la creación de un Super Ministerio para
liderar un programa económico que restaure la confianza del mercado y satisfaga
las metas propuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con la aceptación de Melconian como super ministro –un hecho
que debería confirmarse hoy en Olivos-, Macri avanzó en su estrategia de
vincular su nuevo plan económico con una fuerte ofensiva diplomática que
profundice la presencia de las exportaciones de la Argentina alrededor del
mundo. Entonces, el Presidente decidió reemplazar a Faurie y ofrecer el puesto
a Prat Gay, que contestaría en las próximas horas. Macri está conforme con la
actuación de Faurie, pero apuntó a Prat Gay por sus vinculaciones con las finanzas
internacionales, en un momento en que los mercados golpean a la economía
nacional y afectan la estabilidad política del gobierno.
Aunque la nómina de Ministerios aún estará sujeta a una
última revisión en la quinta de Olivos, adonde Macri se reunirá con Peña y sus
aliados de Cambiemos – gobernadores y líderes parlamentarios -, el nuevo
gabinete estaría integrado de la siguiente manera:
Macri debe resolver una interna política antes de determinar
cómo quedarán las carteras de Defensa y Seguridad. El Presidente le propuso a
Ernesto Sanz ocupar el Ministerio de Defensa, en reemplazo del ministro Aguad.
Y Sanz replicó que le gustaría sumar Seguridad a Defensa, un pedido que
transforma a Patricia Bullrich en secretaria de Estado. Bullrich ha trabajado
20 horas por día, y Macri lo sabe. Bullrich no quiere ser secretaria de
Seguridad y el Presidente no quiere que abandone la Casa Rosada. Hoy a la tarde
se sabrá si Macri optó por la interna radical o por la capacidad de trabajo de
Bullrich.
El diseño del nuevo gabinete privilegia el peso político de
los futuros ministros. Macri necesita gestión política y ministros que
privilegiaron el proyecto de Cambiemos frente a cualquier adversidad en la
coyuntura. Por eso, el Presidente rescata a los ministros Finocchiaro y a
Stanley, que aumentarán su poder institucional con la nueva composición del
Gabinete Nacional.
Durante la larga jornada que Macri protagonizará en Olivos,
se terminará de ajustar la fusión de los Ministerios que pasarán al rango de
Secretarías de Estado. Está previsto que Ibarra será secretario de
Modernización en la Jefatura de Gabinete, y que Triaca actuará como secretario
de Trabajo a las órdenes del ministro de la Producción Dante Sica. En
definitiva, se trata de un bordado burocrático que estará sujeto a las presiones
de la interna de Cambiemos y a las necesidades de enfrentar a los mercados y a
las exigencias del FMI.
Macri no quería achicar su gabinete, ni forzar un ajuste
violento del gasto público. El Presidente creía en el gradualismo y en el éxito
de su programa económico. Un shock externo inesperado y la mala praxis para
manejar la inclemente suba del dólar y el riesgo país, terminó con las
aspiraciones programáticas de Macri. Ahora está en juego su reelección
presidencial, y no le quedó otra alternativa que demoler su gabinete y probar
con un esquema de poder inestable: Peña zamarreado por la crisis y Melconian y
Prat Gay –si finalmente asumen—ocupando espacios de poder que achicaran los
márgenes de maniobra del jefe de Gabinete.
Todo en medio de una crisis económica y financiera que aún
no concluyó. El gabinete será anunciado el lunes a la mañana, antes que abran
los mercados en Buenos Aires. Y ese mismo día se conocerá el programa de ajuste
que ya se negocia con el FMI. Sin dudas, este lunes quedará registrado en la
historia moderna de la Argentina.
Fuente: Infobae
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