Algunos sostienen que Bordet debería enfrentar a Solanas y Urribarri, porque son “repiantavotos”


El anuncio de que Solanas larga el 19 de enero, también se podría leer como una estrategia para que Gustavo Bordet, termine por acordar con Solanas y Urribari; los principales referentes en la provincia del kirchnerismo, justo en estos momentos cuando el gobernador está en plena estrategia electoral. Sin embargo algunos allegados al primer mandatario entrerriano, sostienen que lo mejor sería enfrentarlos.

Sectores del bordetismo imaginan dos alternativas para Solanas: cabeza de lista de legisladores nacionales o la vice gobernación. Con Urribarri, cada vez más complicado en la Justicia, no se sabe que pasará. Se comenta que los negociadores de Cristina hablaron con Bordet; quien pidió que la ex mandataria no impulse el armado opositor de Urribarri, a cambio de no apoyar listas que se opongan a la reelección de Cristina.

Pero no está claro que pasará entre los K y el PJ oficial. Las dudas tienen que ver con planteos más de fondo. Por un lado están quienes sostienen que es mejor dividir las aguas y que el actual Gobernador se muestre electoralmente teniendo a Urribarri como opositor definido, junto a las expresiones locales del cristinismo no peronista.

Quienes sostienen esto desde el oficialismo, afirman que Urribarri y compañía son repiantavos, que suman mucho menos de lo que restan. Analizan que votantes independientes que acompañarán a Bordet no lo harían si Urribarri y sus allegados integran las listas.

Apuntan también que la que tiene votos propios es Cristina, pero eso no incidirá ante el hecho de una elección desdoblada, planteando que en caso de ser Cristina la candidata en octubre, los gobernadores evaluaran un apoyo o no, de acuerdo a las circunstancias y a cómo llegue armado el PJ a nivel nacional.

"Urribarri y los ultra K podrían hacer una elección relativamente aceptable si van pegados a la boleta de Cristina, por el efecto arrastre, pero solos no mueven el amperímetro. La principal carta que tienen es la amenaza que el PJ pierda la provincia, pero nosotros entendemos que, sin pegar con Cristina, no pasan el 5% en cualquiera de los escenarios. Pero esos votos se van se compensar con los sufragios independientes que llegarán", analiza un referente, quien señala además que todo esto estaría medido en encuestas.

Por otro lado están quienes, desde el oficialismo provincial, entienden que el peronismo debe ir unido. La cuestión sería garantizar un marco electoral que posibilite que, de ser inviable un acuerdo con los K, haya una interna en la que participen. Para ello es necesario facilitar la integración de las minorías en el armado de las listas resultantes de la interna, especialmente para diputados provinciales y concejales municipales.

Quienes consideran que se debe sumar a Urribarri a la lista oficial ya casi no se manifiestan con fuerza, por lo que un acuerdo a ese nivel parece improbable. No obstante, los que quieren internas abiertas y participativas, aun siguen con su prédica dentro del oficialismo.

Los que se oponen, dicen "ya los tuvimos adentro en la interna del 2017 y ninguno de los K trabajó en la campaña cuando perdieron. Y los votos tampoco vinieron", o "siempre que el PJ fue dividido ganamos, en 2007, 2011 y 2015. Bordet puede capitalizar el voto no K y sumar mucho más de lo que trae Urribarri, que además tira para abajo cualquier armado electoral, con su imagen negativa".


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