También Benedetti admitió fuga de votos por ser el candidato de Macri
Como lo reconocieron Horacio “Pechi” Quiroga y Carlos “el
Colo” Mac Allister con crudeza antes de caer en la elección neuquina del 10 de
marzo y la primaria pampeana del 17 de febrero, también el diputado nacional
radical Atilio Benedetti admitió el viento en contra que representa por estos
días en las urnas ser el candidato provincial de Mauricio Macri.
“No podemos negar que el contexto económico afecta el ánimo
de todos los ciudadanos; estamos en el momento de mayores dificultades, pero no
tengo dudas de que los entrerrianos van a estar mejor dentro de dos meses”,
sostuvo el postulante a gobernador de Entre Ríos por Cambiemos, cuando le
preguntaron -en diálogo con La Red- si hubo un voto castigo contra el
Presidente en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del
pasado domingo.
“Vamos a redoblar los esfuerzos para separarnos de cualquier
injerencia de los temas nacionales en lo que tiene que ver con nuestra
provincia; ésta es la discusión, y es lo que vamos a plantear con mucha fuerza
a partir de hoy mismo”, enfatizó, y habló de “revisar toda la estrategia”,
cuando todavía está caliente el contundente triunfo de Gustavo Bordet, por 24,5
puntos.
Con el PJ encolumnado detrás de su candidatura, Bordet
cosechó el domingo 58,15% de los sufragios, contra el 33,65% de Benedetti, en
una contienda que en rigor fue una gran encuesta de cara a los comicios
generales del 9 de junio, dentro de los “dos meses” de los que habló Benedetti.
El tercer lugar quedó, muy lejos, para el Partido Socialista (2,48%), donde en
el duelo interno se impuso Hugo Barzola sobre Néstor López.
Conscientes de la erosión adicional en el cuarto oscuro por
el impacto de las tensiones financieras y económicas que Macri no logra aún
domar, en varios distritos los candidatos alineados con la Casa Rosada optaron
por no usar la marca Cambiemos en la campaña.
No fue el caso de Benedetti, pero sí aplicó esa estrategia
Marcelo Orrego en San Juan (fue con el frente Con Vos a la PASO del 31 de
marzo, aunque cayó ante Sergio Uñac, quien marchó con el peronismo unido como
Bordet), y lo hará el oficialista Encuentro por Corrientes (ECO) en las
parlamentarias del 2 de junio, donde para este turno el mandatario radical
Gustavo Valdés le acaba de despegar a ese sello el nombre de Cambiemos.
No podemos negar que el contexto económico afecta el ánimo
de todos los ciudadanos", (Atilio Benedetti)
“Nos estamos empezando a recuperar de una crisis importante
y todavía no se ve reflejado en el bolsillo de la gente, entonces los que
estamos más cerca del Presidente podemos tener una situación un poquito más
complicada”, había sentenciado sin pelos en la lengua el macrista Mac Allister
en febrero, antes de caer con dureza en el duelo de Cambiemos pampeano ante el
radical Daniel Kroneberger.
“No es el mejor momento para enfrentar estas elecciones” y
“a mí no me parió Cambiemos”, aseguró a principios de marzo, en sintonía, el
neuquino Quiroga, en la previa a la elección a gobernador que lo dejó tercero,
detrás del reelecto Omar Gutiérrez (MPN) y el kirchnerista Ramón Rioseco.
El historia electoral 2019 anota saldo negativo para
Cambiemos con seis derrotas al hilo, de la mano además de los tropiezos en dos
comicios generales (tercero en Neuquén y Río Negro) y tres primarias (con la
caída del PRO ante la UCR en la pampeana, el segundo puesto en San Juan y el
tercero en Chubut).
El domingo, el ánimo era otro, en cambio, en el peronismo de
distintos puntos del país, desde donde -tras la experiencia Bordet- crecieron
las arengas en pos de la unidad partidaria como vía para triunfar en las urnas,
con la contienda presidencial como eje central.
A diferencia de 2015, Bordet selló este año un acuerdo con
todo el peronismo (kirchnerismo y massismo incluídos) que fue clave para la
victoria. Fue tras intensas negociaciones no exentas de tensión, y en línea con
la apuesta de unidad de Cristina de Kirchner en el interior.
El entendimiento incluyó la incorporación de referentes k en
las listas de candidatos, como el postulante a diputado provincial Julio
Solanas. No fue el caso -acuerdo mediante- del presidente de la Cámara de
Diputados y exmandatario Sergio Urribarri, una pieza incómoda en ese delicado
armado por estar en la mira judicial por manejos de fondos, quien ayer enfatizó
que el triunfo de Bordet “es un espaldarazo para Cristina”, que “se ocupó
personalmente de sellar la unidad”. “Es la primera muestra de que puede
lograrse con la unidad en la diversidad del peronismo en el campo nacional y
popular”, arengó.
El optimismo cruzaba ayer las filas del PJ también en
Paraná, donde el vicegobernador peronista Adán Bahl anotó una doble victoria:
fue el precandidato a intendente más votado, pero además la sumatoria de votos
de las líneas internas justicialistas superó a la de Cambiemos, con el 44,19%
contra el 38,94%.
La performance alimentó el sueño del PJ de recuperar la
intendencia capitalina, que el radical Sergio Varisco le arrebató a Blanca
Osuna en 2015. “El mensaje ha sido muy claro: definitivamente, Paraná ha dicho
basta, basta de estancamiento y basta de narcotráfico en la ciudad”, disparó en
las últimas horas Bahl.
Pese a los coletazos de una causa judicial que investiga
supuestos lazos con el narcotráfico y que lo tienen procesado (a la espera del
juicio oral), Varisco logró sin embargo imponerse en la primaria de Cambiemos
-58,16% vs. 35,46%- ante el concejal macrista Emanuel Gainza, quien había
contado con el respaldo de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y
Elisa Carrió. Pero Bahl tuvo unos 10 mil votos más que Varisco en el cara a
cara.
FUENTE: Ámbito
AUTOR: Silvina Kristal
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