El sacerdote de Chajari, y su emocionante encuentro con el Papa Francisco en Roma

El sacerdote Fabricio Ponce, quien se desempeña en la parroquia ‘Santa Rosa de Lima’, viajó recientemente a Roma (Italia). Allí, incluso tuvo la oportunidad de conocer personalmente al Papa Francisco. Lo hizo acompañando al obispo de nuestra Diócesis, Luis Armando Collazuol.

De regreso en Chajarí, Ponce comentó a nuestro medio que “yo me ordené como sacerdote el 15 de diciembre de 2017. Sin dudas, la vocación viene desde mucho tiempo antes, ya que recuerdo mi niñez, en la que sentí esta inspiración mientras aún concurría a la escuela”.

“De grande, a uno ‘les caen más las fichas’ y toma con seriedad esta cuestión”, señaló. Asimismo, expresó que “estar cerca del Papa es algo que uno no se imagina. Yo en realidad nunca lo pensé, si bien uno lo admira y siempre tiene presente lo que significa el santo padre para la iglesia”.

Cómo surgió el viaje a Roma

Al respecto, Ponce explicó que “desde Argentina, se organiza una visita de obispos al Vaticano. La misma se denomina ‘Ad Limina’, y obispos de todo el mundo participan de ella, visitando distintos lugares de Roma, y por supuesto al santo padre. Además, en lo que respecta a lo jurídico, deben presentar diversas estadísticas y datos correspondientes a sus Diócesis”.

“Los obispos argentinos -continuó Ponce- organizaron esta visita en tres ‘tandas’. En cuanto a nuestro obispo, él viajó en el primer grupo, y nosotros los acompañamos. Mientras Collazuol desarrollaba actividades con los demás obispos, junto al Padre Daián Vasilchuk, quien se desempeña en Concordia, aprovechamos para conocer distintos lugares de Roma”.

El momento del encuentro con Francisco

Ponce rememoró que “en realidad, no esperábamos ese momento, porque solo los obispos participan de la reunión con el Papa. Pero ese jueves, celebramos la Misa en la tumba de San Pedro junto a todos los obispos, y Collazuol nos dijo que nos quedáramos por las dudas cerca de él, porque tal vez existía la posibilidad de verlo al Papa”.

“Nosotros no éramos pesimistas, pero nos hicimos de la idea que no lo íbamos a ver, porque todo el dispositivo de seguridad que hay para llegar hasta Francisco es muy grande (…) El lugar en el que se realizó la reunión con los obispos estaba lejos y subimos varios pisos. Parecía que no terminábamos más de subir escaleras”, recordó. Al tiempo, dijo que “me acuerdo que llegamos al lugar, y uno de los secretarios dijo que pasaría lista de los obispos, y que cada uno podría pasar con los sacerdotes que lo acompañaban. En ese momento, el Padre Daián y yo, nos ‘pegamos’ más que nunca a nuestro obispo”.

“Cuando lo vimos, lo notamos muy amable y cordial, tal como se lo ve siempre a través de los medios (…) Obviamente, hay cuestiones protocolares que se deben respetar. No obstante, tengamos en cuenta que Jorge Bergoglio también fue obispo y participó de este tipo de encuentros, incluso saliendo a recorrer Roma junto a sus colegas y rezando el rosario”, puntualizó.

Luego destacó que “lo pudimos saludar y él nos regaló un rosario a cada uno de nosotros. Esto tiene un significado muy especial sin dudas (…) En lo previo, estábamos un poco nervioso y nos preguntaba cómo encararíamos el momento; pero la sencillez de Francisco hizo que todo fuera muy llevadero. Antes de retirarnos nosotros, tuvo la cortesía de saludarnos nuevamente, nos ofreció un café, y nos pidió que sigamos rezando por él”.

“Cuando lo saludé, sentí que toda nuestra comunidad lo estaba saludando al Santo Padre”, concluyó. (MLG)

Chajari al Dia