El BCRA quemó u$s367 millones de reservas para contener al dólar que igual saltó 2,6% a $60,17
En una rueda con alta volatilidad, el billete verde ascendió
$1,51 o 2,6% en bancos y agencias de la city porteña. El mayorista trepó $1,80
a $58,10 El Banco Central intervino desde temprano y terminó vendiendo reservas
en siete licitaciones. Sucedió en una rueda en la que lanzó una nueva medida
que empuja a exportadores a vender divisas.
En medio de la incertidumbre política y financiera que
atraviesa el país, el dólar se disparó $1,51 o 2,6% a $60,17 en bancos y
agencias de la city porteña, según el promedio de Ámbito. Sucedió en una rueda
con alta volatilidad en la que el Banco Central intervino desde temprano con
ventas de reservas por u$s367 millones -en siete licitaciones- y lanzó una
nueva medida que empuja a exportadores a vender divisas.
En el Banco Nación, en tanto, la divisa cerró a $60 para la
venta (en el canal electrónico se consiguió a $59,95).
El alza del minorista se dio en sintonía con el Mercado
Único y Libre de Cambios (MULC), donde la moneda estadounidense trepó 3,2% o
$1,80 a $58,10 y anotó su sexto ascenso consecutivo luego de tocar máximos en
$58,80.
El BCRA desplegó una fuerte estrategia para contener el alza
de la divisa que fue altamente demandada en una rueda con escasez de oferta.
Para eso llevó a cabo siete licitaciones de venta de dólares proveniente de sus
reservas.
En la primera subasta la autoridad monetaria adjudicó u$s50
millones; en la segunda u$s65 millones, en la tercera u$s55 millones; en la
cuarta u$s21 millones; en la quinta u$s71 millones; en la sexta u$s91 millones
y en la séptima, ya sobre el cierre, u$s14 millones.
Por el lado de la oferta hay que añadir los habituales u$s60
millones que subasta la autoridad monetaria por cuenta del Tesoro Nacional.
“La insuficiencia de la oferta privada sigue siendo
reemplazada por las ventas del Banco Central en un contexto de inestabilidad e
incertidumbre que exacerba la demanda de divisas por cobertura a la que hay que
añadir las necesidades propias de cada fin de mes por el cierre de posiciones
que vencen el viernes próximo”, analizó Gustavo Quintana, operador de PR
Corredores de Cambio.
A su turno, el economista Gustavo Ber, titular del Estudio
Ber advirtió: “En este delicado escenario, donde la demanda por cobertura sigue
muy firme, se acentúa el monitoreo sobre la marcha de las reservas netas, ya
que resulta crucial frenar su deterioro a fin de evitar un recrudecimiento de
las turbulencias financieras”.
Desde la apertura hasta media mañana prevalecieron en el
desarrollo de las operaciones las posturas de compra destinadas a atender
necesidades de cobertura, lapso en el que los precios alcanzaron los máximos
del día al tocar los $ 58,75, dos pesos cuarenta y cinco centavos arriba de los
valores del cierre anterior.
No obstante, la aparición del Central con subastas de
reservas propias logró diluir parcialmente la presión sobre los precios que se
movieron en un amplio rango de fluctuación pero con bajas que los llevaron a
tocar mínimos en los $ 57,20, ochenta centavos debajo de la apertura.
El volumen operado aumentó 7,9% llegando a un total de
u$s765,4 millones.
En tanto, el dólar continúa operando dentro la banda virtual
que estableció el flamante ministro de Hacienda Hernán Lacunza en su primera
conferencia como responsable de la economía argentina.
Lacunza dejó una definición clave de cara a los inversores
al afirmar que el Banco Central tendrá como objetivo sostener el tipo de cambio
en una banda virtual de $57 a $62.
Esa banda de flotación que se fijó el nuevo equipo económico
surge de la propia definición de Lacunza quien sostuvo que “el Banco Central
usará todas las herramientas necesarias para que el tipo de cambio no abandone
el rango de precios en el que se movió la semana pasada”. Y agregó que buscará
evitar “una excesiva volatilidad que genere incertidumbre sobre los inversores
y los ahorristas”, publicó La Nación.
Cabe destacar que el Banco Central limitó este miércoles el
financiamiento en pesos a grandes exportadores. Operadores explicaron que las
empresas, al no poder financiarse en moneda local, están obligadas a
desprenderse de divisas.
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