CARU realiza un estudio de vanguardia sobre la acumulación de fármacos de uso humano en el músculo de los peces del Río Uruguay
Fue entrevistado el Dr. Pedro Carriquiriborde, Asesor de la
CARU e Investigador del CONICET, sobre la acumulación de fármacos en peces del
río Uruguay.
Consultado tras participar de la reunión de la Subcomisión
de Pesca de la CARU, si los peces del río Uruguay están contaminados,
Carriquiriborde destacó: “en primer lugar deberíamos definir que entendemos por
contaminación. Está claro que toda sustancia no natural que utilizamos y que de
una forma u otra llega al río, en términos estrictos, lo estaría contaminando.
Sin embargo, desde el punto de vista práctico, es importante diferenciar cuáles
son las concentraciones y el tipo de contaminantes que se trate.
En el caso
particular de los 17 fármacos estudiados, la CARU hizo un trabajo de vanguardia
dado que es uno de los primeros trabajos sobre el tema en Sudamérica, y ha
determinado que los fármacos que consumimos, luego eliminamos en la orina o en
las heces y van a través de las cloacas al río, no solamente pueden estar en el
agua, sino que también son acumulado por los peces.
Afortunadamente, los niveles que se encontraron son
relativamente bajos y no representarían riesgos para el consumo humano, de
acuerdo a estudios internacionales que establecen los niveles máximos
admisibles de ingestas diaria. Otro aspecto interesante que demostró el estudio
realizado por CARU fue que no se evidenció biomagnificación a través de la
cadena trófica de ninguno de los fármacos detectados, dado que las
concentraciones en el dorado, predador tope, no fueron mayores a las sábalos o
boga, especies ubicadas en niveles tróficos inferiores.
Con respecto a la aptitud para el consumo humano, siempre
doy un ejemplo para que tengamos idea de porque las concentraciones encontradas
no representan un riesgo. Un comprimido de CARBAMAZEPINA suele tener entre 100
y 400 miligramos del fármaco y en los peces las concentraciones máximas
encontradas de esta sustancia no superaron el 1 microgramo (mil veces menos que
un miligramo) por kilo de pescado. Ello quiere decir que tendríamos que comer
100.000 kilos de pescado para ingerir la misma cantidad de fármaco que
incorporamos al consumir un comprimido (dosis farmacológica).
Pese a no existir un riesgo respecto al consumo de pescado
por parte de la población, el estudio demuestra que estas sustancias están
llegando al río y que, dado que se desconocen los potenciales efectos que
pudieran tener para la biota acuática, sería deseable que las principales
ciudades ubicadas en la rivera del río cuenten con plantas de tratamiento de
líquidos cloacales que sean capaces de retener a este tipo de compuestos.
Además,es importante destacar que la población también puede contribuir a
mejorar esta situación evitando descartar los fármacos vencidos por el inodoro
y disponer de los mismos en los lugares indicados para ello.
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