Con biodiversidad, aumentan los rendimientos y disminuyen las plagas
Un estudio realizado por 100 investigadores del mundo, del
que participó el INTA, asegura que los campos agrícolas que producen en línea
con el ecosistema están mejor protegidos de los insectos dañinos mediante el
control biológico, promueven la polinización y producen más.
Según el último informe de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los humanos no hicieron lo
suficiente para conservar la biodiversidad en los sistemas, lo que causó que
aproximadamente el 20 % de la superficie mundial cultivada se volviera menos
productiva durante los últimos 20 años.
En línea con esto, un equipo de 100 investigadores de todo
el mundo, del que participó el INTA y fue coordinado por la Universidad de Würzburg
y Eurac Research, confirmó las ventajas de la biodiversificación. Aseguran que
los campos agrícolas que producen en línea con el ecosistema están mejor
protegidos de los insectos dañinos mediante el control biológico, promueven la
polinización y producen más.
Uno de los especialistas que participaron de la
investigación internacional, Pablo Cavigliasso –becario de formación de una
beca del INTA Concordia, Entre Ríos– explicó que es “imprescindible” tomar
conciencia del impacto de nuestras prácticas sobre el funcionamiento de los
ecosistemas. En este sentido, destacó la necesidad de un replanteo del modelo
productivo actual, por el bien de nuestra subsistencia, y señaló que “es
necesario compatibilizar la producción de alimentos con la conservación de
hábitats que le provean recursos a la biodiversidad asociada”.
En este punto, Cavigliasso fue más allá y aseguró que, “si
bien en la Argentina hay mucha información disponible sobre la importancia y
los beneficios que brinda la biodiversidad, salvo en casos muy puntuales de
ciertos sectores productivos a pequeña escala, en general, el sector productivo
no toma conciencia”.
Para el investigador del INTA, “la biodiversidad per se es
el componente de los ecosistemas que los configuran, les da identidad y les
otorga resiliencia funcional frente a cambios externos”. De acuerdo con
Cavigliasso, a medida que se simplifican los ecosistemas, las comunidades que
los componen también, lo que genera una disminución del número de especies que
los integran.
“La pérdida de especies o de biodiversidad causa que, frente
a cambios globales, nuestros sistemas queden sujetos a los servicios brindados
por especies generalistas que, no en todos los casos, estarían realizando el
trabajo de la mejor manera”, explicó. Es que, para Cavigliasso, “la
biodiversidad tiene un valor insustituible”.
Con respecto a la investigación internacional, el especialista
del INTA reconoció que “el trabajo sienta un precedente histórico y comprueba a
nivel mundial los beneficios de la biodiversidad para la producción agrícola en
general”, al tiempo que indicó que es “un orgullo” haber participado en esta
iniciativa en representación del INTA.
Para Cavigliasso, “la biodiversidad tiene un valor
insustituible” y es “esencial para garantizar la provisión de servicios
ecosistémicos y mantener una producción agrícola alta y estable”.
Por su parte, Ingolf Steffan-Dewenter, ecólogo del
Departamento de Ecología Animal y Biología Tropical en el Universidad de
Würzburg, aseguró que, “en un futuro cercano con cambios globales continuos y
eventos climáticos extremos más frecuentes, el valor de la biodiversidad de las
tierras agrícolas que garantiza la resistencia contra las perturbaciones
ambientales será aún más importante”.
Y fue más allá al asegurar que este estudio “proporciona un
fuerte apoyo empírico para los beneficios potenciales de nuevas vías hacia la
agricultura sostenible que tienen como objetivo conciliar la protección de la
biodiversidad y la producción de alimentos para el aumento de las poblaciones
humanas”.
Por su parte, Matteo Dainese, biólogo de Eurac Research y
primer autor del estudio explicó: “Nuestro estudio muestra que la biodiversidad
es esencial para garantizar la provisión de servicios ecosistémicos y mantener
una producción agrícola alta y estable”.
En este sentido, destacó una de las ventajas de la
biodiversidad, como son los controles biológicos naturales que permite
deshacerse de los insectos dañinos sin pesticidas. Por esto, recomendó a los
agricultores “proteger los entornos cuya salud se mantiene mediante la
biodiversidad y diversificar los cultivos y paisajes tanto como sea posible”.
Entre los investigadores que representaron a la Argentina
están Marcelo Aizen y Agustin Saez, ambos de Inibioma de la Universidad
Nacional del Comahue y Conicet, Lucas Garibaldi y Juliana Hipolito del
Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo
Rural (IRNAD) de la Universidad Nacional de Río Negro, Natacha Chacoff del
Instituto de Ecología Regional de la Universidad Nacional de Tucumán – Conicet
y Pablo Cavigliasso del INTA Concordia.
Diversificar para rendir más y mejor
En el estudio, los investigadores compararon datos de
alrededor de 1.500 campos agrícolas en todo el mundo, desde maíz en las
llanuras americanas hasta colza en el sur de Suecia, plantaciones de café en la
India, plantaciones de mango en Sudáfrica y cultivos de cereales en los Alpes.
Los especialistas analizaron dos servicios del ecosistema
que son beneficiosos y gratuitos para los humanos como son el servicio de
polinización provisto por insectos silvestres y el servicio de control
biológico de plagas, que es la capacidad de un ambiente para usar artrópodos
depredadores presentes en el ecosistema para defenderse de los insectos
dañinos.
A partir de estudio, concluyeron que, en los paisajes
heterogéneos, los polinizadores silvestres y los insectos beneficiosos son más
abundantes y diversificados, lo que aumenta la polinización y el control
biológico, al tiempo que aumenta el rendimiento del cultivo.
En contrapartida, el estudio confirmó que los monocultivos
son la causa de aproximadamente un tercio de los efectos negativos sobre la
polinización que resultan de la simplificación del paisaje, medido por la
pérdida de riqueza de polinizadores. Este efecto es aún mayor con el control de
insectos dañinos, donde la pérdida de riqueza natural del enemigo representa el
50 % de las consecuencias totales de la simplificación del paisaje.
No hay comentarios.