La verdulería en el fondo de mi casa
El monitoreo y el seguimiento de las huertas familiares,
tiene como objetivo brindar asesoramiento técnico sobre la autoproducción de
alimentos y la huerta orgánica. La Agencia de INTA Colón, a través del Pro
Huerta del Ministerio de Salud y Desarrollo Social tiene presencia en el
Departamento de Colón que está compuesto por 12 localidades. La labor y el
trabajo en conjunto del INTA y los pobladores permiten afianzar y sostener los
vínculos
El monitoreo de las huertas familiares beneficiarias del Pro
Huerta, es una labor muy importante que realizan los profesionales de INTA y
los promotores, porque de esa manera se
pueden conocer los problemas o dificultades del huertero y evaluar el impacto
social en el territorio.
Relevando las huertas en Colón, se visitó a la Sra. Diana Herrara. Ella vive con su marido e
hija, su huerta es 30 m2. y siembra acelga, lechuga, tomate, zapallo, papas,
perejil y otras verduras que el programa Pro Huerta entrega en el kits de
semillas, además tiene plantas frutales.
Mientras se acercaban a la huerta, Diana comentó los motivos
por los que se dedica a esta actividad que inició hace más de 20 años: “ yo
vivía en el centro de Colón y lo que me motivo fue lo económico, tener verduras
disponibles y no gastar dinero. Lo bueno de la huerta, es que,
para cocinar yo tenía todo, choclo, zapallito, tomate, todas las
verduras que necesitaba, solo tenía que comprar carnes y las papas porque en
ese entonces no las sembraba.”
En relación a las dificultades, ella expresó que lo que más
le costó fue mejorar el suelo “porque
eran suelos muy arcillosos, con muchas piedras y tuve que mejorarlo bastante.
Pero mi segunda experiencia fue más fácil porque al vivir en zona rural tengo
más acceso a los estiércoles y materia orgánica disponible, eso hizo que me
diera menos trabajo.” Al indagar sobre el aspecto económico Diana mencionó no
tener gastos porque busca los recursos disponibles de la zona y detalla por
ejemplo “utilizo las cubiertas de autos que en las gomerías las tiran, tarimas,
tachos, además preparo mi abonera. Las cubiertas además de sembrar verduras de
hojas, también las utilizo para sembrar papas, lo que hago primero es colocar
las semillas de las papas en la cubierta y a medida que crece la planta le
agrego otra cubierta y más tierra.”
El vínculo de Diana con la institución agropecuaria es
sólida y destaca que “el INTA me cambio la vida a mí, me enseñó cómo hacer una
huerta, siempre estuvo presente y nunca
me dejo a pie. Es bueno saber que no toma todo el día mantener la huerta, es
tomarte un tiempo nomas, para regar y
cuidarla de los insectos y las malezas. ¡Mi huerta me llena de orgullo, porque
tengo la verdulería en el fondo de mi casa! “
Finalmente la productora hortícola expresa “Mi mensaje es,
que tienen que tomar iniciativa, porque es terapéutico, comer verduras frescas
sin agroquímicos es impagable, tienen otro color, otro sabor!
Solo hay que animarse, porque el asesoramiento y el conocimiento te lo
da el Pro Huerta”.
Estos encuentros forman parte del recorrido y registro de
los profesionales de INTA en la zona y reflejan impacto que tiene el Prohuerta
en el territorio.
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