Rosario: “La consigna hoy es mafia o democracia”
El diputado provincial del Frente Social y Popular, Carlos
Del Frade, evaluó el panorama en Rosario después de la remoción de más de 30
jefes policiales y, desde la oposición, respaldó la labor del ministro de
Seguridad, Marcelo Sain, aunque no coincide con la intervención de fuerzas
federales.
Los cambios impulsados dentro de las fuerzas provinciales
bajo la nueva conducción del gobernador Omar Perotti trajeron como consecuencia
19 de muertos en catorce días, sostiene el diputado provincial del Frente
Social y Popular, Carlos Del Frade, quien como periodista investigó y siguió de
cerca la conformación de las bandas narcos y la relación de estas con la
Policía, la política y Poder Judicial santafesino. Ahora, como legislador, fue
una de las primeras voces de la oposición en expresar su respaldo a las
políticas de seguridad del gobierno, con Marcelo Sain al frentre del Ministerio
de Seguridad. Claro que con críticas incluídas. En este sentido, no ve con
buenos ojos la intervención sobre el territorio de las fuerzas federales.
—¿Cuál es tu mirada acerca de la escalada de violencia que
se vive en la ciudad en lo que va de este año?
—Tirar a matar porque sí no formaba parte de las bandas
rosarinas hasta hace unos días. Parece más un hecho que busca generar terror en
la población que otra cosa. La situación que se dió en su momento en otros
países como México, Colombia y Brasil, es lo que está sucediendo ahora en
Argentina y particularmente en Santa Fe y Rosario. Bandas narco en connivencia
con la Policía deciden matar a cualquiera para apretar al gobierno de turno. La
limpieza que el ministro Sain realizó al remover a 32 oficiales de la Policía
santafesina generó que se rompieran los flujos de cajas negras. La respuesta
fueron 19 muertes en lo que va del año con la particularidad del ataque en el
casino donde además, se realiza un acto de terrorismo, generando justamente
terror en la población civil.
—A tu entender ¿cuál o cuáles son los pasos a seguir?
—Hay dos caminos, por un lado, o se complace la opinión de
la Policía y de muchos funcionarios políticos, judiciales y empresariales, o se
continúa con la limpieza a fin de complacer a la democracia que, después de 36
años, aún no pudo saldar la deuda interna con una Policía democrática que
responda a la seguridad del pueblo y no a los intereses privados, custodiados
mediante el pago de dádivas a una Policía corrupta.
Es fundamental tener conciencia del momento que estamos
viviendo para no retroceder y continuar avanzando. Hay una decisión política de
empezar a cambiar eso, veo como un gran paso la actitud del ministro Sain,
aunque me parece que aún falta mucho.
Durante las últimas décadas, el relato del combate al
narcotráfico significó entre otras cosas un gran negocio para los que venden
tecnología de seguridad: cárceles, patrulleros inteligentes, armas y cámaras de
seguridad. Todo eso generó una gran cantidad de dinero que el Estado nacional y
los provinciales les pagaban a las empresas. Entonces, el relato del combate al
narcotráfico, a la inseguridad, se convirtió en una herramienta política. Hoy
por hoy, hay una liberación de distintas zonas de los barrios por aquellos que
tenían, hasta la llegada de Sain, jefaturas sobre distintas unidades
—Nación anunció el trabajo conjunto de la Policía
santafesina con unos 3 mil agentes de distintas fuerzas federales ¿Crees que
esto va a yudar a parar la escalada de violencia?
—No creo que la llegada de fuerzas federales ayuden a
solucionar el problema, ya tuvimos las experiencias primero con (Sergio) Berni
y después con (Patricia) Bullrich y quedó demostrado que el arribo de gendarmes
a los barrios de la ciudad incrementa el poder de las bandas locales. Además,
aumentan los peajes en los barrios y se llenan las cárceles de pibes pobres,
como pasa en provincias vecinas. Las recetas viejas nos traen a los viejos
esquemas de la Policía de mano dura. Al Poder Ejecutivo hay que instalarle la
idea de democratizar la conducción política de la Policía y eso lo tenemos que
hacer los que tenemos el privilegio de tener representación en la Legislatura.
Si no se reparte la conducción política de la Policía, vamos a tener cada vez
más casos de nichos corruptos y de asesinos.
—Entonces, ¿qué medidas serían más efectivas o complementarian
la tarea de las fuerzas federales y provinciales?
—Si el planteo es la ocupación territorial de los barrios
con gendarmes, prefectos y policías federales, como si fueran incorruptibles es
difícil de creer que se logre la paz. Esto tiene que ir acompañado con apertura
de escuelas, trabajo, deporte, acompañamiento a los vecinos de los barrios más
pobres… Sino los pibes siguen siendo consumidores y terminan de nuevo en la
fauces del narcotráfico como soldaditos.
A estas minorías se les gana con decisión política.
—¿La sociedad civil además de hacerse eco debería
movilizarse?
—Necesitamos que la población se movilice a favor del camino
que eligió Sain, es ahora el momento de sacarnos la basura criminal que tenemos
en la Policía.
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