Betina Bonnin compartió sus emociones en su desafío de correr los 100 km de Aconcagua Ultra Trail
Betina Bonnin – Deportista y Divulgadora de la Vida
Saludable -3ra. General Damas Aconcagua Ultra Trail 100 Km. La deportista es
oriunda de la ciudad de Concepción del Uruguay.
“Más alto, más lejos” es el slogan con que se promociona la
carrera. “Aconcagua Ultra Trail 100K es una prueba que solo unos pocos atletas
pueden enfrentar. El premio mayor es poder subir a los dos lugares más
significativos de la alta montaña mendocina” eran la descripción y la promesa. Palabras,
mensajes que despiertan el interés. Pero sin dudas fue el desafío personal y la
ilusión de vivenciar tantísimas emociones lo que me motivó a inscribirme para
esa tremenda distancia en tremendo lugar.
EMOCIONES en la teoría: ¿para qué estudiarlas?
Miedo, ira, tristeza y alegría son las cuatro emociones básicas (también para algunos
estudiosos lo son la sorpresa y el asco). De ellas se derivan al menos cuarenta
y dos emociones secundarias, muchísimas formas de clarificar lo que sentimos,
aunque a veces nos cueste identificarlas en este abanico más amplio, en los
otros y muchas veces en nosotros mismos. Estas predisposiciones espontáneas,
incontrolables y automáticas pueden ser, siempre desde un punto de vista
personal, positivas, negativas o ambiguas y por ello es tan importante poder
verlas para reconocer su impacto y gestionarlas en nuestro favor. Los estados
emocionales, junto a los estados de ánimo (de mayor duración) y los
sentimientos (emociones con evaluaciones concientes), forman parte de nuestro
ser humano, que en este caso quiere vivir y crecer como Deportista.
LAS CARRERAS Y SUS METAS, LA VIDA MISMA
Cada competencia tiene cuatro metas. Y en todas ellas
siempre destaco la ALEGRÍA, que es la emoción que quiero llevar como bandera,
la que me obliga casi irremediablemente a ser agradecida por poder tener ese
objetivo, esa gran meta de vivir y crecer como deportista: existir, convivir,
realizarme y superarme.
INSCRIBIRSE (la primera meta)
Implica ALEGRÍA y miedo. ALEGRÍA por cumplir los requisitos
de la postulación, por disponer de recursos económicos, sociales, de tiempo, de
salud!; y miedo, temor ante el desafío.
LARGAR (la segunda meta)
Implica ALEGRÍA y miedo. Alegría por llegar a ponerme bajo
el arco entrenada, sana, preparada, pero sobre todo ilusionada. Pero también
miedo, incertidumbre, y una gran incógnita. ¿Podré mantener la motivación
durante las muchas horas que me esperaban por delante?
La motivación, aquello que nos mueve a hacer lo que hacemos,
con la intensidad con la que lo hacemos, está en nuestro Ser Deportista. Y se
redefine en cada competencia. ¿Cuál era mi motivación externa, cuál era mi
motivación interna que me llevaran a buscar alcanzar el mejor rendimiento
deportivo? Y entonces, ¿Cuál era mi mejor rendimiento deportivo, cuales son los
parámetros que lo definen y miden? ¿A qué valores esenciales y absolutamente
personales voy a buscar responder para sentirme plena, satisfecha, orgullosa,
poderosa, feliz? Todas preguntas ya pensadas, ya entrenadas pero muchas aun sin
respuestas…y seguramente no haya ni siquiera para mí una respuesta cierta y
permanente.
Además de la motivación, también cuenta las necesidades de
cada ser humano, siempre en una escala personal. Necesidades de supervivencia,
seguridad, pertenencia, estima, desarrollo, renovación, trascendencia y
madurez, que cada cual define para sí mismo en su Ser Deportista, y buscará
satisfacer en cada prueba. Largué sintiendo pertenencia al grupo de valientes y
con certeza de que la organización de primer nivel me brindaría seguridad, por
ejemplo, en mi caso.
VIVIR EL DESAFÍO Y LLEGAR (la tercera meta)
En mis casi diecinueve horas de carrera para recorrer los
100 km del Aconcagua Ultra Trail viví muchas emociones, atravesé muchos estados
de ánimo, tuve muchos sentimientos. Pero lo hice confiada: había desarrollado
herramientas mentales para gestionar lo negativo, para revertirlo, había
llegado el momento de ponerlos a prueba.
MIS EMOCIONES NEGATIVAS
En mis horas de entreno mental, había detallado por escrito
cuales podían ser las situaciones que me dispararan emociones negativas y las
formas en que las reconvertiría. Imaginé (pero no incorporé, ese es un secreto)
situaciones de Ira (enojo por no cumplir lo previsto, no cumplir expectativas
de tiempos; Indignación y animosidad si algún competidor tiene actitudes
antiéticas; Irritabilidad por el cansancio, por ej.) y de tristeza (desaliento
por no lograr lo previsto; pena por algún problema de un compañero; desconsuelo
ante algún suceso trágico o al no poder concurrir a la competencia por
problemas ajenos). Pero imaginé sobre todo situaciones y emociones relacionadas
al miedo, mi emoción guía: temor a no cumplir, preocupación ante posibles
situaciones climáticas complicadas, Incertidumbre, ansiedad.
Aplicando herramientas
En las partes más complicadas de la carrera, por ejemplo en
los 20 km viento en contra hasta llegar al Cristo Redentor y en la vuelta por
las tediosas vías, debí recurrir a muchas de mis herramientas preparadas.
Manteniendo la motivación
Las estrategias que preparé y cumplí tuvieron varias anclas.
Respecto al Contexto,
actué sobre mi entorno físico (haciendo esfuerzos pequeños en el ritmo para
sentirme fuerte y pensar así que no estaba tan cansada, visualizando algún
gusto en el puesto de abastecimiento) y
sobre variables psicológicas (hice equipo con varios compañeros,
fortaleciéndonos
También pude aplicar la Motivación explícita, de varias
maneras. Si bien los equipos que formamos fueron tácitos, igualmente nos
identificamos de esta manera y generamos un compromiso con mis compañeros de
carrera, con la gente de los puestos, y sobre todo con quienes me acompañaron
al final. También nos desafiamos con incentivos positivos, como mantener un
ritmo durante un trecho, recordándonos lo poco que faltaba para los puestos.
Pero sobre todo en el último tramo, que transité sola, a la auto-motivación, la
introyección, repitiéndome frases aprendidas para esto: mantras, la herramienta
que detallo luego.
Y respecto a la motivación que pudiera anclarse en mi edad
de corredora, mi experiencia, en mis vivencias anteriores (De acuerdo a la
psicología evolutiva del desarrollo) volví a verificar mi cada vez mayor
firmeza en el control de mis sentimientos: al aparecer emociones negativas
(dijimos predisposición espontánea, incontrolable y automática) puedo
gestionarlas favorablemente teniendo un enfoque positivo en la valoración
consciente de esa emoción y de la experiencia en general, resultando entonces
sentimientos positivos. Puedo decir con certeza que en mi JUEGO INTERNO, mi
“YO” número 2 pudo hacer lo que sabe hacer (correr), por sobre el “YO” número
1, el ego mental consciente que es quien genera las interferencias que bajan el
rendimiento.
Manteniendo la calma
Los mantras (frases que permiten dirigir la concentración y
mantener la mente en calma) que escogí y elaboré durante los entrenos mentales
y practiqué durante los entrenos físicos fueron: “Tú decides como juegas, tú
decides como sientes, tú decides como eres”, "Sueña infinito, lanza
infinito, llega infinito" (Brian Toledo) y “PODEROSA: sana – fuerte –
entrenada – rápida – liviana”. Pero, sin embargo, puede suceder que el mantra
termine siendo el que se viene a la mente en el momento, muchas veces de forma
aleatoria, casi una serendipia. En los días de aclimatamiento, de repente,
viendo redes sociales, surgió la historia de la Expedición Atlantis, con la
frase de su capitán Barragán, tan famosa “Que el hombre sepa que el hombre pueda”.
Lo hablamos un martes, comentando sobre los dichos de este visionario: “Sigo
enamorado de ella. La veo Bella. Pura. Útil. Atlantis fue una bellísima
desmesura”. Pero en sus análisis, Barragán siempre aclara que no fue una hazaña
sino un gran logro perfectamente planificado. Y fue una sorpresa saber que al
otro día era el cumpleaños del capitán. Y así, “Que el hombre sepa que el
hombre puede”, fue mi guía sobre todo en los kilómetros de vías finales,
tediosos, mientras el sol se iba apagando.
MIS EMOCIONES POSITIVAS
Pero como decía al principio, la bandera que busco, la que
elijo, lo que dejo prevalecer es la de la ALEGRÍA, y por ello rescato algunas
de esas emociones vivenciadas:
Diversión al trepar con las piernas frescas, al saltar
piedras y lechos de arroyos, al escuchar los comentarios de los
compañeros.
Placer por el fresco de la noche y también durante el día
cuando calmaba el viento y nos daba un alivio, al tomar agua fresca y por la
comida en los abastecimientos.
Contento por ir cumpliendo las llegadas a cada Puesto de los
nueve previstos.
Deleite por ir viendo como el amanecer iluminaba la
imponente sombra que era el Aconcagua en plena noche.
Gratificación al recibir los mensajes de aliento y sobre la
posición en el recorrido.
Éxtasis en la vista del cielo absolutamente estrellado, una
experiencia casi mística.
Gozo al fluir mientras corría, ese concepto (Flow) tan
estudiado y panificado.
Euforia al llegar a puestos antes de lo pensado.
Satisfacción al cruzar el arco de llegada, momento cúlmine
de la carrera y por haber dado siempre lo mejor.
Felicidad al cumplir y superar las expectativas, en todo
sentido.
EL DESPÚES, la cuarta meta
Implica ALEGRÍA? implica SATISFACCIÓN?
Me preguntaba en la largada sobre qué valores esenciales y
absolutamente personales iba a buscar responder para sentirme plena,
satisfecha, orgullosa, poderosa, feliz. Encontré muchas emociones pero prefiero
en este momento de análisis hacer foco en las que más me cuesta enfrentar. Y es
que, como dice Susan David al enseñarnos sobre “Agilidad emocional”, debajo de
las emociones que más nos cuesta enfrentar, están los signos de las cosas que más nos
importan.
David enuncia cuatro pasos para el análisis de esas
emociones: exteriorizarlas, alejarse del hecho, preguntarte tus porqués,
¿Cuáles son mis valores? ¿Quién quiero ser en esta situación?” y luego
planificar los cambios necesarios en cada situación y hábitos para
lograrlos.
Al hacer este ejercicio sobre el resultado, habiéndome
alejado en tiempo cronológico de la carrera y habiéndose transformado las
emociones en estados de ánimo y sentimientos, destaco dos cosas.
La primera es que hubiera querido ocupar menos tiempo, me
entristeció (apenas) no hacerlo porque era importante para sentirme fuerte y
buena deportista. Pero también veo que fui valiente, siempre expresé el tiempo
que quería hacer (16:30 hs.), me sometí al juicio ajeno, me animé a ser ambiciosa.
Igualmente, mi objetivo al determinar ese tiempo y expresarlo era generar un
compromiso conmigo misma a dar lo mejor de mí porque así respondería a un valor
que promuevo sobre el ultratrail, carreras de distancia pero no de trekking. Y
también, a pesar de no haber cumplido el tiempo que quería, veo que no hay
enojo que represente una frustración, por eso no es necesario que haya una
descarga, explicarme como me siento, proponerme revancha ni castigarme.
Pero veo también otra cosa, que no me entristeció,
desalentó, afligió o dio pena ocupar el tercer lugar a pesar de haber resignado
el segundo en el kilómetro setenta. ¿Qué veo en esto? Que dentro de los valores
que me guían, la competitividad o ambición de triunfo no es motivadora.
LA META DE SIEMPRE.
Poder completado los 100 kilómetros de AUT fue, al decir de
Barragán, una bellísima desmesura. Crucé el arco de llegada y perdura un mes
después esa ALEGRÍA, que puedo resumir en la satisfacción de haber realizado mi
mejor y mayor esfuerzo, mi meta de siempre, mi objetivo de vida. Sin dudas que
al cumplir este desafío, mi Ser Deportista llegó “MÁS ALTO, MÁS LEJOS”.
Mg. Arq. Betina Bonnin: Deportista y Divulgadora de la Vida
Saludable – C. del Uruguay (Entre Ríos) / 3er. Puesto General Damas AUT100km
(Aconcagua Ultra Trail 100 km) 2020 / Alumna de la Diplomatura “Liderazgo y
Coaching Deportivo” / Disertante en “Herramientas Motivacionales para un mejor
rendimiento deportivo” con la Coach Profesional Roxana León (revisión final del
presente ensayo) / Disertante TEDx Parque San Carlos nov. 2019 “Lo normal de
correr 100 millas” (evento en edición) / Atleta UCU-Aluplast.
Material bibliográfico (síntesis): “El juego interno del
tenis” (Gallwey, W. Timothy), “El club de las 5 AM” (Sharma, Robin), “La psicología en el deporte” (Linares, Rafael E.), Paper “Enojo desde la mirada de
Levy”, Charlas BBVA “Aprendemos juntos” de Susan David y Toni Nadal, entre
otras.
Datos técnicos de la carrera: Aconcagua Ultra Trail 100K es
una carrera de Trail Running que se desarrolla en su totalidad en la alta
montaña mendocina. La largada es en Penitentes (2600 metros sobre el nivel del
mar – msnm) pero tiene la parte más importante del recorrido dentro del Parque
Provincial Aconcagua, llegando hasta el Segundo Mirador de Plaza Francia, a
4600 msnm, a los pies de la montaña más alta de América. Cuando los corredores
salen del Parque Provincial, inician el ascenso hasta la Villa de las Cuevas,
donde tienen un desafío físico y mental, subir hasta el Cristo Redentor, en el
límite con la Republica de Chile, a casi 4000msnm, para finalmente, poder
comenzar la vuelta hasta Penitentes.
(7Paginas)
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