“La argentinidad al palo”, por Adolfo Barrios

Ser Argentino más que un orgullo es un sentimiento grito aquel joven por el medio de la 9 de julio la avenida más ancha del mundo.

No pasaron horas que el presidente decreto una (cuarentena) y varios sectores de la sociedad lo tomaron como unas felices vacaciones inundando las rutas que van a la costa atlántica y otros varias rutas interprovinciales tomándolos como unas merecidas vacaciones.

No importándole el riesgo de una peste tan peligrosa ., mejor dicho no importándose a sí mismos como no importándole los demás., una pandemia que ya cobro vida a miles de personas en el mundo entero pero muchos argentinos se creen inmunes a este virus.

Un decreto que empieza a regir desde la medianoche de este 19 de marzo.,  en donde muchos aun no han tomado conciencia.,  mientras otros sectores de la sociedad argentina pelea dia a dia como pelear contra esta temida pandemia.

Y no falta la Argentinidad de muchos llenar las rutas de automóviles para viajar y los  “vivos” que se aprovechan ante el temor de muchos., vendiendo los productos  sanitarios., a un precio triplicado y quintuplicado y mas alla tambien., obviando la ley de no subir estos productos., y que nuevamente comenzara a regir mediante controles y denuncias., pero mientras tanto el temor es el que vence y los integrantes de la sociedad terminan pagando fortunas por esos productos., olvidando que aquel que compra es otro argentino.

La argentinidad se demuestra en cada crisis que llega a nuestras puertas de Argentina.

Tambien tenemos aquella otra Argentina., en donde ante este decreto protegido por la ley y violarla puede llegar hasta una causa penal., como los trabajadores independientes en donde no cuentan con un sueldo fijo., y viven el dia a dia como vendedores ambulantes., empleadas domesticas., taxistas…etc., sin dudas que aquel hombre de manos crispadas y cabello blanco tenia razon cuando dijo  estamos preparados como sociedad para una crisis sanitaria como esta?  Mientras veamos una cuarentena como una “felices vacaciones de privilegio” y mientras veamos una pandemia “como un negocio” la argentinidad la tenemos  al palo y bien merecida hijos del rigor y cambiar nos llevara mucho tiempo.