Del campo a la góndola, Verónica Puig
Precios de alimentos en tiempos de Covid-19: Quien controla
lo que pagan los consumidores
El Gobierno Nacional dispuso que serán los municipios los
encargados de inspeccionar que se cumplan en todos los comercios los precios de
los alimentos. Bruno Sarubi, intendente de La Paz, en diálogo con El campo
tiene la Palabra radio, brindó detalles de los alcances de esta medida en la
ciudad y ejidos rurales.
Cuando un producto de origen agropecuario se presenta con
subas, en las góndolas de despensas y supermercados, es habitual que se
endilgue ese incremento a los productores agropecuarios. Los dirigentes y
representantes de estos, que son un eslabón inicial en la cadena de generación
de alimentos, se defienden comentando que, en la mayoría de los casos, los
eslabones de la industria y comercialización son quienes aplican esas cargas y
en consecuencia, los consumidores pagan mas y en reiterados casos, con sobreprecios
injustificados, mientras que los productores siguen recibiendo por lo que
generan, un valor, al que califican de bajo.
Hasta aquí un comportamiento de oferta, demanda y consumo que viene
dándose habitualmente. Pero, en tiempos de aislamiento social y de Emergencia
Sanitaria, el Estado ha decidido tener un rol de contralor, en el precio de
alimentos, con el objetivo de cuidar el bolsillo de los ciudadanos, debido a
las restricciones de circulación para efectuar las compras de la canasta básica
como se realizaba tradicionalmente.
El Presidente Alberto Fernández, anunció días atrás que para
que los controles de precios puedan realizarse con mayor eficiencia, esa
responsabilidad iba a delegarse desde el Estado Nacional a los Municipios,
Comunas y Juntas de Gobierno. Respecto de esta decisión y sus alcances, Bruno
Sarubi, intendente de La Paz, en diálogo con El campo tiene la Palabra, radio
calificó como buena la medida tomada por el Presidente, si es que la finalidad
es “cuidar a la ciudadanía”, pero insistió en que esta determinación sobrecarga
las tareas de los municipios en tiempos de bajos presupuestos. “Desde el punto
de vista de contribuir a que los vecinos puedan comprar sus alimentos a un
precio mas justo, es muy bueno. Los municipios podemos tener un control de
manera más rápida sobre las cadenas de grandes supermercados y comercios donde
los valores sobrepasen los máximos estipulados”, opinó el Presidente Municipal.
En cuanto a su implementación y los recursos que el
Municipio deberá destinar para ejercer esos controles, Bruno Sarubi dijo que
“como desde hace un tiempo viene ocurriendo desde el Estado Nacional y
Provincial se vienen delegando facultades, pero no se derivan los recursos para
que se puedan implementar eficientemente. Esto ocasiona que debamos recurrir a
fondos para asumir facultades que hasta
ahora, no han sido propias de las municipalidades”, refirió.
En referencia a los controles en los ejidos, el Intendente
aclaró que son pertinentes a los municipios, en tanto las demás zonas rurales,
cada cual corresponde a su Comuna o Junta de Gobierno.
Brecha de precios. En cuanto a las diferencias de precios
que se generan entre lo que se paga al productor y el valor que alcanzan esos
alimentos en las góndolas, la Cámara de la Mediana Empresa, lleva un registro
que indica, en cuáles se generan las mayores brechas. Según el último informe publicado, esta
diferencia, se viene achicando por segundo mes consecutivo en lo que va del año
2020, de acuerdo a la lista de productos que se testean mensualmente y que son
los que integran la canasta básica de alimentos. “La brecha de precios entre lo
que pagó el consumidor y lo que recibió el productor por los productos
agropecuarios en el campo bajó 7,3%”, informaron desde Came.
Asimismo, detallaron que, “en promedio, los consumidores
pagaron 4,68 veces más de lo que cobró el productor por los productos en la
tranquera de sus campos”, aclararon.
“Hubo un sólo producto con brecha de dos dígitos. Fue la
naranja, donde el precio se multiplicó por 13,6 veces desde que salió del
campo. Le siguieron, más atrás, la mandarina (8,5 veces), la pera (7,6 veces),
el limón (6,8 veces) y la manzana (6 veces). Los productos con menores brechas,
en tanto, fueron: el huevo (2,38 veces), el pollo (2,58 veces), la lechuga (2,7
veces), el repollo (2,77 veces) y la papa(2,82 veces)”, especificaron
Verónica Puig El campo tiene la Palabra, radio
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