“El futbol que viene”, por Fernando Spiazzi
La pandemia del COVID 19 nos interpela, nos obliga a
repensar decisiones que tomamos a diario que en el momento son satisfactorias y
que luego terminan siendo ridículas.
La pandemia trae aparejada incertidumbre y esa falsa de
certeza nos condiciona para programar, para fijar objetivos y estrategias.
El deporte y principalmente el futbol porque es un juego
colectivo” no es una isla”, es parte de la sociedad y de esta manera está
inmerso en esta situación.
Las palabras del presidente de la AFA pronunciadas por estos
primeros días de junio, nos dan una certeza “no tendremos futbol en el país, hasta
que todo el país no esté en fase 4 “esta frase establece una situación esperable,
mas no establece una cuestión temporal, puede ser dentro de uno, dos, tres o
más meses.
Además, el condicionamiento para la vuelta del futbol
profesional, se expande al futbol amateur, teniendo en cuenta que el consejo
federal que regula el futbol en las ligas extendió su aplicación a todo el
interior.
La pregunta del millón, es como volveremos, es de público
conocimiento que las ligas amateurs que integran el consejo federal no podrán
jugar si no se les permite jugar con público en las canchas. (la opción de
jugar sin público es imposible)
La posible llegada de la fase cuatro para todo el país,
habilitaría la posibilidad de empezar a practicar, eso dejaría la posibilidad
de que al menos dos meses después los equipos estarían en condiciones de
comenzar a jugar. (tiempo mínimo para estar bien físicamente)
La palabra de los expertos en infecto logia dice que en
Capital Federal y el Gran Buenos Aires el pico de la enfermedad estaría a fines
de julio o principios de agosto, que significa esto, que la posibilidad real de
tener fase cuatro en todo el país, se ubica, con suerte y viento a favor,
a fines de agosto de este año. Si a esto
le sumamos de mínimo los meses de septiembre y octubre de preparación, el
futbol comenzaría en noviembre,
Si observamos estas proyecciones que no son matemáticas, la
temporada deportiva en las ligas amateur es de una compleja situación, estamos
esperando que a lo sumo podamos competir en los últimos meses del año y en
meses donde actualmente las ligas no suelen tener competencia,
LA NUEVA NORMALIDAD.
Las ligas han suspendido no solo la actividad, también han suspendido las
reuniones, con la llegada de la pandemia los clubes ocupados en solucionar sus
problemas económicos y observar cómo pueden recibir algo del estado para
subsistir han olvidado su principal objetivo el de estimular la práctica del
deporte.
La elaboración de protocolos choco con nuevas realidades, la
situación es muy dinámica y varia día a día, hora a hora en algunas
circunstancias y esto condiciona la
aplicación de los mismos.
Pensar en armar un protocolo por fases progresivas, puede
ser desde el punto de vista estratégico correcto, porque apunta a la
planificación para lograr un objetivo, pero en realidad comenzar a practicar en
forma individual vía elementos tecnológicos supone gastos que los clubes y
ligas hoy no pueden afrontar, teniendo en cuenta de que no hay certeza de
cuándo se va a regresar a competir.
Las Federaciones, ligas y clubes se reúnen vía zoom (en mi
opinión una herramienta importante para comunicar, pero poco importante para
debatir ideas) para poder intercambiar opiniones y buscar una salida a esta
situación.
La imposición de AFA y el Consejo Federal de que volvemos al
ruedo cuando todos lleguemos a fase cuatro, nos iguala y nos limita, ya la
cuestión no depende de la realidad de cada región, de esta manera deberemos
buscar un protocolo de AFA y del Consejo Federal para arrancar a practicar y
deberemos repensar otras soluciones.
EL NUEVO DESAFIO.
Esta definición de AFA patea el tablero y nos ubica en situación
de planificar una nueva temporada, el futbol tendrá poco recorrido en este año
2020 y jugar en tiempo de verano es una opción que debemos evaluar.
Los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero comienzan
a observarse como aprovechables para la disputa de torneos liguistas, pero para
que esto ocurra debemos tener red lumínica en los estadios en condiciones de
albergar espectáculos nocturnos.
Difícil solicitarle a un club que realice mejoras que
incluyan grandes costos, en tiempo done el dinero escasea y la situación es
complicada.
Sera necesario gestionar programas de parte de Nación y
programas provinciales para poder cumplir con algunas obras.
La nueva normalidad nos interpela, nos cruza de frente y nos
obliga a buscar soluciones y crear ideas excepcionales para situaciones de
excepción.
El futbol volverá, porque es parte de nuestra idiosincrasia,
de nuestra vida misma, pero para volver hay que comenzar a prepararse y para
lograr que esa vuelta sea satisfactoria
hay que aprovechar este tiempo, para capacitarse y aprender de nuestros
propios errores.
Habrá que reconstruir, será como empezar de nuevo, pero en
toda crisis siempre hay una oportunidad de crecer y de mejorar.
Volveremos después de esta pandemia y lo haremos más
FUERTES, MAS SOLIDARIOS, MAS HUMANOS.
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