El Ejecutivo aún no remitió al Senado los pliegos para Casación Penal de Concordia


La terna para definir las autoridades definitivas de la Cámara de Casación Penal de Concordia fue elevada al Ejecutivo en diciembre del año pasado. Los pliegos aún no han sido enviados al Senado para su tratamiento ni ha habido comunicación oficial ni extraoficial con los ternados para aclarar esta situación. La comisión de Acuerdos lleva más de un mes sin ser convocada

El 4 de diciembre del 2019, el Consejo de la Magistratura cerró el concurso 213 para definir los integrantes de la Cámara de Casación Penal de Concordia, elevando una terna al Poder Ejecutivo. El proceso había insumido un año completo, luego de una fuerte polémica por las presiones que realizó un sector de Cambiemos para imponer en el Tribunal a un abogado sin antecedentes de concursar por cargos en la Justicia.

Los tres primeros nombres que el Consejo seleccionó fueron los de María Evangelina Bruzzo; Darío Gustavo Perroud y María del Luján Giorgio. Complementariamente, también mandó los de Aníbal Lafourcade y Pablo Garrera Allende. Perroud y Lafourcade habían sido designados provisoriamente en la Cámara a fines de 2018 por el Superior Tribunal de Justicia hasta tanto se definan las autoridades definitivas. El tercer asiento lo ocupó Silvina Gallo, quien también se había anotado en el concurso 213, pero finalmente desistió.

Con esta etapa cerrada, correspondía al Poder Ejecutivo elegir los tres nombres que consideraba oportunos para quedarse en forma permanente en Casación Penal de Concordia. Pero siete meses después esta definición no se ha producido. Según la información a la que tuvo acceso esta Agencia, no ha habido explicaciones a los ternados por el silencio gubernamental “ni oficial ni extraoficialmente”.

Una vez que se concrete esta selección de nombres, la propuesta deberá pasar por el filtro del Senado. En primer lugar la comisión de Acuerdos debe publicar los antecedentes de cada ternado o ternada y recoger las impugnaciones y apoyos que la comunidad quiera brindar.

Luego, ha de convocar a una audiencia pública donde interrogará a quienes forman parte de la propuesta del Ejecutivo para los cargos y, finalmente, emitirá un dictamen aprobando o rechazando las postulaciones, el que tendrá ser ratificada por el plenario de la Cámara. Recién entonces la terna habrá quedado confirmada como la nueva Cámara de Casación Penal de Concordia.

Mientras espera que le envíen estos pliegos (entre otros, dado que también están pendientes de confirmación por el Senado las autoridades del Copnaf) la comisión de Acuerdos que preside el oficialista Horacio César Amavet (Uruguay) está sin sesionar desde el 26 de mayo. Ese día elaboró los dictámenes sobre las autoridades del Consejo de Educación, cuyas audiencias se habían producido una semana antes.

Relevancia

La Cámara de Casación Penal de Concordia fue creada por ley en 2015, pero fue puesta en funciones recién tres años más tarde. Su objetivo, al igual que la de su par de Paraná, fue descomprimir la labor de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia, revisando las sentencias de primera instancia de los departamentos Federación, Concordia, Colón, Uruguay, Gualeguaychú, Islas del Ibicuy, Federal, Tala, Villaguay y San Salvador.

Su entrada en actividad tuvo vaivenes. Un sector importante y de peso de la “familia judicial” (el entramado de relaciones de parentesco y de intereses que se conjuga en los Tribunales, principalmente de la capital provincial) no veía la puesta en funciones de otra Sala de Casación, dado que restaría poder e influencia a la de Paraná, integrada por Marcela Davite; Marcela Badano y Hugo Perotti, que aglutinaba la segunda instancia en materia penal de todo Entre Ríos.

Una vez que la Cámara de Concordia comenzó a funcionar, dejó en evidencia algunas situaciones poco comprensibles que se registraban en la otra orilla. La más evidente: la recusación de fiscales por parte de las defensas.  Es que la posibilidad que tienen las defensas de acusados por la comisión de un delito de impugnar legítimamente a un fiscal por considerar que su imparcialidad está en duda, se resolvió de manera distinta en Paraná, donde la Sala consideró que esta decisión depende enteramente del propio Ministerio Fiscal, que en Concordia, donde se entendió que son los jueces quienes deben ejercer este control.

En los pasillos de los Tribunales paranaenses, los abogados penalistas afirman que el criterio de la Sala de Casación Penal de Paraná está relacionado con el vínculo afectivo que mantienen la Dra. Badano con el jefe de los fiscales, el Procurador General Jorge Amilcar Luciano García.

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