La introducción de colmenas en cultivos de arándano aumenta significativamente la producción de fruta.


En el noroeste de Argentina se encuentra el 39% del área cultivada nacional de arándano y es una de las principales zonas exportadoras. En este núcleo productivo, desde hace 6 años, el equipo de ecología de polinización del Programa Apícola (también conocido como PROAPI) junto al Equipo Regional Apicultura Centro Regional Entre Ríos de INTA, están investigando diferentes aspectos relacionados a la polinización, entendiéndose éste como un servicio ecosistémico brindado por polinizadores tanto manejados (colmenas de abejas) como nativos en cultivos de arándano.

En este sentido, son varios los aspectos relacionados a la polinización del arándano que se han estudiado, entre los de mayor interés debemos mencionar; la dependencia del cultivo, la influencia del ambiente en el grado de interacción de los polinizadores nativos y manejados (colmenas de abejas) con el cultivo y el valor de la polinización en la producción del arándano a nivel regional y nacional. Se detallará el primero de ellos por los avances en su estudio.

El arándano depende de la polinización de las abejas

En cuanto a la dependencia del cultivo; está demostrado que el arándano estaría dentro de los cultivos con una alta dependencia a la polinización por insectos; categoría que incluye especies con un 40 a 90% de formación de sus frutos por la acción de los polinizadores. A su vez, los trabajos demuestran que la formación de frutos producidos mediante polinización por insectos es de entre 73 - 80 %, 66 - 82 % superior a lo observado por autopolinización. También es de destacar la calidad de la fruta en cuanto a firmeza de la fruta así como su peso, atributos significativamente superior en cultivos polinizados. El peso de los frutos y firmeza de la pulpa son de las principales características desde el punto de vista de la aceptación de la fruta para su exportación según el Protocolo de calidad para arándanos frescos propuesto por el Ministerio de Agroindustria en el 2015 (Resolución SAGyP Nº 201/2007), por lo tanto, la falta de polinización podría ser una limitante para obtener frutos de calidad y no solo para mejorar la producción.

Este aspecto nos da la pauta de que se debe tener en cuenta a la polinización en la planificación de actividades realizadas en los cultivos de arándano. Sugiriendo que, la identificación y el mejoramiento del servicio de polinización a través de especies eficientes (manejadas o naturales) para este cultivo, así como el aumento de la riqueza y la abundancia de los polinizadores presentes en el ambiente, resultan ser claves para aumentar el rendimiento y calidad del cultivo más allá de las prácticas convencionales.

¿Qué elementos debe tener en cuenta el apicultor para instalar colmenas en cultivos de arándanos?

En base a los resultados de las investigaciones/ensayos realizados nuestro trabajo, es esencial tener en cuenta la preparación previa al ingreso de las colmenas (incentivación), la ubicación de las colmenas en los lotes y el manejo a realizarse durante el servicio (suplementación nutricional y prevención de aplicaciones fitosanitarias). Estas prácticas no solo aumentan la supervivencia de las abejas utilizadas, sino que también aumentan los beneficios económicos directos y netos.

Dado que la floración del arándano comienza en invierno, la actividad de las colmenas es basal. Para aumentar la supervivencia al máximo, es necesario seleccionar para tal fin las colmenas mejor pobladas y sanas. Se recomienda empezar a incentivarlas 1 mes antes de ingresar a los lotes focales, de esta forma disminuyendo el tiempo en que las abejas tardan en comenzar a forrajear sobre las flores. Al momento de ingresar las abejas, la mejor forma de distribuirlas en los predios es de frente al sol (mirando al este) en grupos de no más de 5 colmenas colocadas en 2 vértices opuestos de los cuadros de plantación.

Se recomienda que se realicen suplementaciones proteicas periódicas durante esta actividad. Al analizar el uso de los recursos florales de la abeja durante toda la floración del arándano se registró que hasta después del pico de floración del cultivo (primera quincena de septiembre) las abejas utilizan casi exclusivamente polen de arándano (alrededor del 80 %), cambiando luego a una dieta mucho más variada. Esto nos da la idea que, al principio de la floración del cultivo se pueden generar desbalances nutricionales en las colmenas debido a carencias de aminoácidos específicos por el consumo monofloral.

Por otro lado, es necesario destacar lo esencial del diálogo y la comunicación constante entre el apicultor y los encargados de las plantaciones, para coordinar a la hora de la realización de aplicaciones de productos agrícolas y de esta forma poder planificar las acciones pertinentes. Por ejemplo, el resguardo de las colmenas con materiales aislantes y el bloqueado de piqueras la noche anterior para disminuir la cantidad de forrajeras en el campo.

Frente a este panorama, para producir fruta de calidad y a granel, es necesario del compromiso tanto del apicultor como de la empresa que solicita el servicio de polinización. Para esto es relevante que se incorpore la temática dentro del sistema de producción frutícola y se formalicen las prácticas de polinización en el ámbito apícola.
Para más información:
cavigliasso.pablo@inta.gob.ar

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