Una nueva esperanza para el funcionario…


Días atrás, el secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad de Concordia, Amadeo Cresto, publicó en su cuenta de Facebook personal un mensaje solicitando ayuda a la comunidad en relación a la enfermedad que viene sufriendo hace años. El poder de viralización de las redes sociales llevó a que la publicación llegué a muchas personas que, de alguna manera, intentaron acercarle una ayuda al funcionario. Al respecto, Cresto dialogó con 7páginas expresando su emoción por lo sucedido.

“Quiero agradecer a todas las personas que contestaron. Todavía no pude terminar de abrir los mensajes”, expresó y siguió contando: “Hace 43 años tengo una enfermedad crónica que me fue afectando diferentes órganos. Siempre que me ocurrió algo, abrí la cabeza y encontré el camino. Así la fui peleando, nunca me entregué ni pedí ayuda. Pero hace dos años que vengo bajando de peso, ya voy perdiendo 18 kilos. Hoy estoy pesando 55 kilos. Con el último tratamiento que hice pensé que había engordado y me fui a comprar elementos para empezar a entrenar en mi casa porque me sentía fuerte. Me fui a pesar y pesaba un kilo menos”.

El funcionario siguió detallando sobre este difícil momento que está atravesando: “En ese momento me explotó la cabeza. Ningún médico pudo decirme que es, porque no saben. Y se me ocurrió pedir ayuda en las redes sociales. Lo hice y empezaron a llover mensajes de ayuda, de que no afloje, de ánimo. Lo que me gustó mucho fue que me dijeron que me aferre a Dios y la verdad es que pensé que eso ya estaba perdido para la gente y me di cuenta que no. Recibí mensajes de médicos, de nutricionistas, de gente con problemas nutricionales, hasta de curanderos, de todo el mundo”.

Cresto cuenta que, entre todos esos mensajes, recibió un llamado de una señora que atraviesa su misma situación: “Me contó que le pasó mismo y que descubrió que era por una medicación que yo también la estoy tomando. Ella decidió cambiarla y enseguida se empezó a recuperar. Así que leí el prospecto, lo llamé a mi médico y él me sugirió que pruebe. Creo que encontré una esperanza en este momento que pensé que el camino se me había cerrado”.

Asimismo, expresó que aun sufriendo esta enfermedad le supo encontrar el lado positivo: “Lo bueno que creo que me dio la enfermedad fue conocer la necesidad. Por ahí nunca tuve la necesidad económica, pero si tuve otras necesidades, como por ejemplo de un órgano que nadie me podía donar, ni mi familia. Ahí es cuando te encontrás solo, vos y Dios. Y yo creo que esa es la misma necesidad que tienen los pobres. Esa madre y ese padre que se levantan a la mañana y que nosotros los llamamos haraganes, porque no pensamos en que cada uno está luchando contra un problema. Se levanta temprano y si, pueden ir a trabajar como dicen todos, pero llega un momento en que la cabeza estalla y ya no sabes a quien más recurrir y te lleva a una depresión”.

“Yo estuve 10 años conectado a una máquina, con diálisis, pero en un momento apareció el riñón y apareció mi esposa que me cambió la vida. Yo creo que la verdadera necesidad me la hizo ver mi enfermedad, y me hizo ver con el tiempo, que aprender y entender la necesidad del otro, es importantísimo. Creo que eso me ayuda en el trabajo diario que hago y es algo que ningún libro me lo va a enseñar”.

El funcionario, emocionado por lo sucedido, finalizó diciendo que no está agradecido por tener la enfermedad, sino que le ve el lado positivo para salvar lo mejor.

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