El día en que el condenado Alfonzo habló de Molina, el tabacalero asesinado por sicarios

Alfonzo aludió a Molina en duros términos

El publicista Gustavo Darío Alfonzo fue condenado en marzo del año 2017 a 10 años de prisión, por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, en sus modalidades de captación, acogimiento y traslado, agravado por el abuso de la situación de vulnerabilidad de la víctima, por haberse consumado la explotación y por la minoridad de la víctima, pero cumple la pena con prisión domiciliaria.

En julio de ese mismo año, debió asistir al Hospital Felipe Heras de Concordia, tras un pedido del abogado Daniel Cedro, representante de la familia de la víctima de abuso, quien buscaba certificar el padecimiento de salud (diabetes) que impedía que Alfonzo cumpliera la condena en prisión.

Fue en ese contexto que Alfonzo realizó fuertes declaraciones a Valdez, de FM Récords. "Me enteré de los rumores de que me iban a meter a la cárcel para matarme, por eso salgo al aire", le dijo, y responsabilizó por su seguridad a "Cresto (en ese tiempo intendente), a Mauro Urribarri (era ministro de gobierno), a Adrián Fuertes (era ministro de turismo), al fiscal, al sector político de la oposición a la justicia de Concordia y a la justicia que me condenó".

Alfonzo disparó críticas hacia innumerables personas, a las que vinculó con lo ocurrido en una fiesta y con el abuso de una menor, por el que resultó condenado por la Justicia.

En un tramo del reportaje, Gustavo Alfonzo hizo una fugaz alusión a Raúl Molina, el empresario tabacalero que ayer fue asesinado de 13 balazos en su casa de Estancia Grande, en el departamento Concordia:

"En el juicio querían un culpable, porque era mediático, y a muchos como Adrian Fuertes, que en el aquel momento era intendente de Villaguay le convenía que a Cresto y a Urribarri le vaya mal, después hizo una alianza y entró al gobierno por la ventana, pero él le dio 300.000, 500.000 pesos a Molina (el de la tabacalera, un mentiroso, un atorrante y un sinvergüenza) para que se lo diera a Cedro".

Fueron tantos los apellidos que nombró el condenado publicista en aquel reportaje, que su alusión a Molina pareció una más, aunque llamó la atención la seguidilla de calificativos: “mentiroso”, “atorrante” y “sinvergüenza”, lo mismo que el supuesto vínculo con dirigentes de la política y su involucramiento en pases de dinero.

El Entrerios