Fuerte aumento del consumo de bebidas alcohólicas durante los meses de encierro por el covid
Preocupa la realización de fiestas clandestinas. Alertan que los adolescentes combinan la bebida con otras sustancias.
Los últimos datos sobre el consumo de sustancias, que
elaboró la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar), datan de
2017. En ese momento ya se detectaba que el mayor consumo de alcohol se
registraba entre las personas de 18 a 24 años. “Las tasas son altas y el
alcohol es la sustancia de más alto consumo”, describe el informe oficial sobre
la provincia de Santa Fe.
El médico psiquiatra Gustavo de Vega, presidente de la
Asociación Voluntaria para el Cambio del Drogadependiente, y docente de la
Universidad Nacional de Rosario (UNR), confirmó que durante los primeros meses
de la pandemia “fue muy importante el consumo de alcohol en adultos, porque
quienes bebían solo los fines de semana empezaron a consumir alcohol también en
los días hábiles. Y, en muchos casos, en gran cantidad porque al no tener que
ir a trabajar, no debían levantarse temprano”.
Esta situación se observó tanto en varones como en mujeres.
“Es notable como creció el consumo de alcohol entre ellas”, acotó de Vega.
A su vez, comentó que, en el caso de los adultos que
comenzaron a beber más durante el encierro, “sufrieron insomnio y problemas de
ánimo porque combinaron la bebida con tranquilizantes y esto produce
alteraciones”.
El aumento en el consumo de alcohol disparó casos de
violencia de género y de maltrato infantil. La organización no gubernamental,
Madres en el Territorio, confirmó que el encierro y el desempleo, además de
otras circunstancias, potenciaron el consumo de alcohol entre adultos y esto disparó
la violencia intrafamiliar.
Consumo adolescente
Por otro lado, en los primeros meses de pandemia hubo una
drástica caída en el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los
adolescentes. Sin embargo, cuando se flexibilizaron las medidas, volvieron las
previas y las fiestas clandestinas y estos números se dispararon.
El psiquiatra de Vega subrayó que “hay un aumento grosero y
alarmante en el consumo de alcohol en los adolescentes. Y preocupa la falta de
prevención, porque la bebida se ha naturalizado y se ha convertido en una
costumbre habitual que es tóxica”.
La Sedronar confirma que casi el 40 por ciento (36,9) de
chicos y chicas de entre 12 y 17 años había consumido alcohol en el lapso de un
mes, en tanto que entre los jóvenes de 18 y 24 años este porcentaje ascendía al
70 por ciento (66,6).
“El problema no es solo que tomen, sino que lo hacen en
grandes cantidades y en poco tiempo. Es lo que se llama un atracón de alcohol”,
señaló de Vega.
“En las previas, los adolescentes consumen una botella de
Fernet entre una o dos personas. Y en cuanto a las chicas se calcula una
botella de bebida blanca, como vodka, que combinan con gaseosa, cada dos de
ellas. Esto tiene consecuencias serias y cuanto más jóvenes son, más daños se
hacen”, destacó el médico que lleva 30 años trabajando en adicciones y es un
referente nacional. “Hay evidencias de que cuanto más joven se comienza a
beber, más riesgo de alcoholismo y otras drogas existen”, añadió.
Combinación con energizantes
“Es preocupante que se haya naturalizado el consumo de
alcohol y se complica más cuando se combina con las bebidas energizantes”,
alertó el psiquiatra.
“Por ejemplo, el Fernet con cola es una bebida con mucha
cafeína. Además, los mal llamados energizantes no dan energía, sino que son
estimulantes, porque tienen mucha cafeína o elementos cafeínicos, y lo que
hacen es que el chico o la chica sigan con los ojos abiertos tomando alcohol;
el problema grave es que cuando pasa el efecto de la cafeína, que los tenía
despiertos, se quedan dormidos en cualquier lado. En muchos casos además toman
sedantes para calmarse y esto es explosivo”, continuó el médico.
A su vez, indicó que hoy “las mujeres toman igual que los
varones y combinan sustancias, con la diferencia de que el metabolismo de ellas
no es el mismo que el de los hombres y la tolerancia en la mujer es la mitad
del varón”.
Falta ayuda para la mujer
El especialista en adicciones explicó que, si bien el
consumo de alcohol creció entre las mujeres e igualó a los hombres, en la
pandemia se incrementó aún más por las situaciones de desborde y crisis.
“La mujer no pide ayuda como el varón. Hay mucha autocensura
y vergüenza, y el varón está más expuesto y es más sencillo que pida ayuda”,
explicó.
El referente agregó que “cuando piden ayuda las mujeres no
reciben buena contención. En Rosario no hay institución que tenga camas o que
estén especialmente dedicadas a atender a las mujeres con adicciones y lo mismo
sucede con los grupos de la diversidad sexual”, expresó.
Según el especialista, la “moda” de hablar de consumo como
algo “recreativo” provoca mucha confusión porque se termina considerando como
algo socialmente aceptado cuando el consumo siempre es problemático porque no
son inocuos y provocan daños. “Esta perspectiva de reducción de daños provocó
la disminución en la oferta de tratamientos y de prevención”.
La Capital
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