Lara pretende que el Tribunal de Cuentas se modernice e incorpore herramientas tecnológicas


El virtual presidente del Tribunal de Cuentas (TdeC), Diego Lara, afirmó que una vez que esté al frente del organismo pretende dar una mayor impronta a las herramientas digitales para mejorar el funcionamiento · También reiteró la necesidad de que exista una nueva ley orgánica para el ente de control

 

“El Tribunal de Cuentas necesita reconvertirse y modernizarse. Hay que reconfigurar su presupuesto, dado que tiene uno que, en términos generales, es insuficiente a la hora de plantear políticas de mediano o largo plazo, tales como la incorporación de tecnología y la digitalización de los procedimientos”, expresó Lara. Dentro de estos últimos elementos, nombró la firma digital, la notificación y el expediente electrónico.

 

“Hay que redefinir la estructura del presupuesto a fin de que los gastos no estén concentrados en un 98% en haberes del Tribunal, a fin de que se puedan destinar (recursos) a bienes de capital”, consignó.

 

Como un segundo eje, observó que debe fortalecerse la planta de personal del organismo, ya que tiene unos 140 agentes sobre un total de 170 previstos en el presupuesto. “Existe un importante número de profesionales y técnicos que es necesario incorporar para trabajar  con mayor eficiencia en una universo de control muy amplio”, sentenció.

 

Siguiendo los lineamientos del Tribunal de Cuentas de Mendoza, que es el ejemplo de funcionamiento a nivel nacional, el de Entre Ríos tendría que tener, en función de la población y el universo de control, unos 215 agentes deslizó Lara.

 

La amplicación del personal del TdeC deberá ser “gradual, progresivo y por concurso”, definió, indicando que tendrían que sumarse al organismo “técnicos en diferentes disciplinas” como la informática, los sistemas, la ingeniería civil y de derecho medioambiental, entre otros porque el Tribunal no tiene que tener una mirada estrictamente financiera y contable”, afirmó.

 

Profesionales con estas características podrán asesorar al organismo para que pueda ir abordando en el control y en las auditorías el denominado “control de gestión, el rol de contribuir a mejorar la gestión”, algo de lo que carece hoy por hoy el TdeC. Esta nueva modalidad permitiría “no solo controlar el gasto efectuado bajo una mirada contable o financiera, si no atendiendo a si realmente cumplió con los objetivos que tenía previsto” la erogación estatal, sumando premisas de “economía, eficiencia en la inversión pública”, puntualizó.

 

“Esto no implica quitarle al Poder administrador la decisión de en qué gastar y en qué no, sino controlar y ayudar para que el gasto que se definió en tal rubro realmente haya sido gastado cumpliendo determinados objetivos, formalidades y parámetros”, abundó.

 

 

 

 

 

 

· Ley orgánica

 

 

 

Para alcanzar esta meta, Lara reconoció que el Tribunal deberá contar con una nueva ley orgánica . La nueva normativa “tiene que responder al mandato constitucional de 2008” para lo cual además de poder definir el mecanismo de selección de sus autoridades (hoy existe una norma genérica para todos los organismos en similares condiciones) debería reglamentarse la incorporación de los dos representantes políticos de la cámara de Diputdos (uno por la mayoría y otro por la primera minoría) que son temporarios y duran un mandato legislativo.

 

Asimismo, puso sobre la mesa la necesidad de actualizar el sistema recursivo, es decir el reexamen por parte del Poder Judicial de los actos del Tribunal de Cuentas. También mencionó como tema pendiente el control preventivo de las contrataciones de alta significación económica, una cuestión ordenada por la Constitución provincial. Además, mencionó la necesidad de que el órgano cuente con un “criterio selectivo” para definir sobre qué temas agudiza el control ya que tiene “un universo muy amplio y a veces se dispersa en cuestiones menores y no va a las importantes”.

 

Finalmente, Lara comentó que estuvo dialogando con el Procurador General, Jorge García, y con su adjunta, Cecilia Goyeneche, con el objetivo de avanzar “en algunos convenios y aceitar un poco los roles de cada estamento y mejorar el control público. Hay muchos frentes para trabajar, siempre dentro de la mirada de que el Tribunal de Cuentas tiene que tener independencia, donde los principios éticos están por encima. A través de la imparcialidad me parece que podremos recobrar la confianza de la sociedad en los órganos de control”, concluyó.

APF 

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