Las “penurias” de los Guardavidas de Concordia
“El SUGARA-Concordia no representa a todos los guardavidas, ni todos los guardavidas son como los representantes del SUGARA-Concordia”, fueron las primeras palabras del funcionario responsable de la dirección de los Guardavidas, Marcelo Leal, en una nota enviada a 7Paginas, ante las múltiples declaraciones de los delegados del sindicato de guardavidas SUGARA-Concordia que manifestaban descontento con la Municipalidad. “Hago esta aclaración, antes de entrar en los detalles administrativos y legales, en pos de hacer eco al pedido de que exprese públicamente la opinión del 75% de la totalidad de los Guardavidas de Concordia y de los integrantes del SUGARA que se están desafiliando en este momento, justamente por las discrepancias con sus delegados”, prosiguió.
Y continuó diciendo: “Cuando hay conflicto de intereses, es
normal que haya reacciones… y también es común que se use la agresividad o se
intente desprestigiar cuando se carece de argumentos legales, verdaderos y
sólidos. Los conflictos se recrudecen, por ejemplo, cuando desde la
Municipalidad se hace control sobre la operatividad de algunos agentes
guardavidas en cuanto al cumplimiento de la asistencia y abandono de puestos de
trabajo luego de haber marcado asistencia. Estos hechos están labrados
oportunamente en actas desde el área de Recursos Humanos. Por increíble que
parezca, el SUGARA-Concordia realizó denuncias de acoso laboral en la
Secretaría de Trabajo como argumento de “defensa” por las irresponsabilidades
cometidas. Otro punto que generó descontentos fue que la aprobación de la
Ordenanza, por unanimidad, que especifica
los requisitos para la certificación del apto físico, lo que derivó en insultos
por parte de uno de los delegados hacia los integrantes del concejo. Otro punto
que también causó conflictos es el hecho de que la Municipalidad no avalara la
escuela de Guardavidas SUGARA por ser ilegal”
La Ordenanza, ¿por qué surge y por qué fue resistida?
“A ver… la pandemia nos cambió la vida a todos… y acá no se
ve la excepción. Por un lado, desde la Municipalidad ya había desconfianza por
la veracidad de los certificados de aptitud física de algunos guardavidas que,
además, estaban avalados por el SUGARA y que cada año presentaban como
requisito indispensable para la reválida. Por otro lado, y ante la posibilidad
de contagio del agente guardavidas y que una posible secuela le impidiera poder
trabajar en temporadas venideras, era extremadamente necesario y lógico contar
con estudios que respaldaran su salud. Por ejemplo, cualquier club deportivo
solicita certificados de aptitud física con sus respectivos estudios de
respaldo.”
Continuando sobre este tema, el funcionario agregó: “Debido
a la cuarentena, las reuniones para los talleres de RCP habituales para la
revalida anual se complicaron, por ende desde el Gobierno provincial se
dictaminó prorrogar las reválidas anteriores con el requisito de que el apto
físico cuente con estudios de respaldo, y es ahí que surge la Ordenanza: para
establecer los requisitos mínimos, poniendo claro sobre oscuro y llevando equidad y seguridad para todos los
Guardavidas, dejando expuestas ciertas irregularidades como la imposibilidad
física de algunos agentes para ser contratados y algunos otros que rozan esa
imposibilidad de trabajar como Guardavidas. Lo más tiste es que se ha
comprobado la presentación de estudios médicos apócrifos, copiados de otros
compañeros, que quedan comprometidos, y que el SUGARA exige que sean
contratados. Algo inconcebible, por supuesto, por lo ilegal.”
Al respecto, el Director explicó que: “Toda esta disidencia
llevó a la dilatación de los tiempos de inscripción… La inscripción empezó el
17 de noviembre… pero como el Sindicato pretendía hacer derogar la Ordenanza
ejerciendo presión, les exigió a sus afiliados que no se inscribieran, a pesar
de que muchos compañeros ya tenían los estudios hechos… Como consecuencia, y
aunque suene irracional, nos encontramos con el inicio de la temporada y con
guardavidas recién inscribiéndose… Por lo tanto al no saber quién iba a ser
contratado y quién no, no teníamos los talles de la indumentaria para encargar,
por la cual hoy reclaman estar retrasadas.”
Todos esos retrasos
en la inscripción, ¿perjudicaron el cobro de los haberes de los guardavidas?
“Reconozco que hubo dificultades administrativas por el
escaso tiempo, pero se pudo solucionar correctamente y los guardavidas van a
cobrar en tiempo y en forma. Es más, a pesar de que comenzaron a trabajar el 5
de diciembre, el contrato es desde el 1 de diciembre de este año hasta el 30 de
abril del año próximo, es decir, es un contrato de 5 meses.”
Entonces, ¿se podría decir que está todo encaminado?
“Así es. Los presupuestos para los distintos elementos están
aprobados, las compras están hechas y estamos a la espera de las entregas por
parte de las empresas. Más allá de los inconvenientes que nos trajo la
pandemia, la cuarentena, la falta de oferentes en las cotizaciones debido a la
constante variante en los precios,
etcétera. Y todo esto el gremio lo sabe, y es por eso que se acordó, con
el mismo gremio, comenzar con las guardias en las playas el 5 de diciembre con
los elementos de la temporada anterior más los que ellos poseían hasta que se
pueda reponer con las nuevas adquisiciones. También hay otros petitorios,
siempre los hay, pero exceden las normativas vigentes y/o necesitan de otro trámite. Por ejemplo, lo
que corresponde a la jurisdicción de CODESAL en el Perilago, como son los
baños, agua potable…”
Usted mencionó algo sobre la ilegalidad de la escuela de
Guardavidas, ¿a qué se refiere?
“Vayamos por partes… En febrero de este año, el Consejo
General de Educación de Entre Ríos aprueba, mediante Resolución Nº 275, un
“Proyecto de Formación Profesional de Guardavidas”, presentado por
SUGARA-Concordia y que estaba, supuestamente, en convenio con la Municipalidad
de Concordia. Cuando recibimos la notificación de esa Resolución en la
Municipalidad, y ante tamaña sorpresa, ya que desde la Municipalidad no se
tenía ningún tipo de conocimiento sobre esa situación, es que se solicita al
Consejo una copia del expediente por el cual se dictaminó esa Resolución. La
Dirección de Asuntos Jurídicos del Municipio estudia ese expediente y dictamina
que no existe tal convenio ni en el expediente ni en ningún otro lado. Además,
se dictamina que SUGARA involucró en el proyecto a la Municipalidad de forma
unilateral e inconsulta. Como consecuencia, se resuelve no avalar dicho
proyecto de formación, librándose nota de rigor al Consejo General de Educación
para su intervención. Al día de la fecha, no se ha tenido respuesta al
respecto”.
Siguiendo con este tema, el funcionario sostuvo que: “Dicha
situación, de gravedad institucional, expuesta por el SUGARA-Concordia, deja
muy mal parado al Consejo General de Educación, al aprobar, nada más y nada
menos que un proyecto de formación de profesionales, donde no se entiende cómo
pudo pasar el expediente por las distintas áreas, hasta llegar a la firma del
Presidente del Consejo General de Educación Martin Müller y los vocales, sin
que se percaten de la inexistencia del convenio con la Municipalidad de
Concordia... Un convenio que, legalmente, debía ser estudiado y aprobado
mediante decreto por el Poder Ejecutivo Municipal. Asimismo, la escuela nunca
fue inscripta ante la Secretaría de Deportes de la Provincia tal lo establece
la Ley de Guardavidas Nº 9826, de la cual el Municipio es autoridad de
aplicación, hecho que tampoco hubiese sido posible existiendo tal contexto
jurídico”.
Para finalizar, ¿le gustaría compartir alguna opinión o
comentario respecto a los reclamos realizados por los delegados del
SUGARA-Concordia?
“Dar una opinión personal sería erróneo de mi parte porque
podría estar siendo imparcial. Lo que sí puedo hacer es responder en forma
objetiva: las instituciones se manejan por normas, aunque muchas veces estas
sean frías… Un sindicato no puede ocupar el rol de la Municipalidad, ni la
municipalidad puede ocupar el rol de un sindicato.”
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