El correísmo ganó las elecciones, pero habrá balotaje
Andrés Arauz le saca clara ventaja a Paku Pérez y a Guillermo Lasso, sus principales adversarios, pero no llegaría al 40 % de los votos, de confirmarse los datos publicados por los canales de televisión y el conteo rápido del CNE habría balotaje en abril.
En una jornada de relativa tranquilidad pero con constantes
filas muy largas en la mayoría del país, el candidato presidencial del
correísmo, el joven economista Andrés Arauz, ganó con mucha holgura en los
comicios generales de Ecuador, según los sondeos de boca de urna, aunque por
ahora no consiguió evitar un balotaje.
Solo habían pasado algunos minutos del cierre de la
votación, cuando Arauz afirmó que su "triunfo fue contundente" y,
aunque los sondeos de boca de urna pronosticaron un balotaje, dejó abierta la
puerta a poder festejar un triunfo en primera vuelta esta noche.
Los primeros sondeos de boca de urna dieron ganador al
economista Arauz con entre casi 35% y 36,2% frente a Lasso, quien obtendría
entre cerca de 21% y 21,7%, según las encuestadoras locales Cedatos y Clima
Social.
Luego el conteo rápido oficial dio ganador al candidato
presidencial correísta, Andrés Arauz, con el 31,5% de los votos, un resultado
que de confirmarse en el escrutinio definitivo forzará un balotaje el próximo
11 de abril.
Según el conteo provisional del Consejo Nacional Electoral,
la gran incógnita es contra quién competirá Arauz la segunda vuelta: el
candidato del partido indígena Pachakutik, Yaku Pérez, obtendría 20,04%,
mientras el candidato de unidad de la derecha, el empresario Guillermo Lasso,
quedó al borde del 20%.
De confirmarse estos datos publicados por los canales de
televisión Telesur y Ecuavisa, ninguno de los dos candidatos obtendría la
mayoría absoluta de votos válidos ni el 40% de los sufragios, con una diferencia
de 10% sobre la segunda fuerza, necesarios para alzarse con el triunfo en
primera vuelta.
En medio de la alegría por los primeros resultados no
oficiales, desde la campaña de Arauz no abandonaban la esperanza de ganar en
una primera vuelta, mientras algunas personas dentro de algunos centros todavía
esperan para sufragar.
"Creemos que hay que esperar los resultado oficiales.
Los sondeos de boca de urna a menudo se quedan cortos por el voto oculto",
explicó a Télam el excanciller de Correa y actual asesor de campaña, Guillaume
Long, en referencia a la intención de voto que no suele aparecer en las
encuestas.
El mismo optimismo expresó Correa desde Bélgica, donde está
instalado desde que terminó su mandato en 2017 y desde donde siguió toda la
campaña tras una confirmación en tiempo récord de una condena por corrupción.
La campaña de Lasso, en cambio, se mantuvo en silencio y no
reaccionó tras la publicación de los sondeos de boca de urna.
La jornada electoral comenzó a las 7 (9 hora de argentina) y
las largas extensas filas fuera de los centros de votación echaron por tierra
el clima de apatía y desinterés proyectado días anteriores por distintos
especialistas, a tal punto que media hora antes del cierre, ya había sufragado
el 76% del electorado a escala nacional, según el Consejo Nacional Electoral
(CNE).
Las últimas dos elecciones presidenciales tuvieron una
participación mayor al 80%, lo que demuestra que la movilización este domingo,
en medio de la segunda ola de la pandemia de coronavirus, fue más alta que la
prevista.
Además de presidente, hoy los ecuatorianos eligieron a 137
miembros de la Asamblea Legislativa y cinco representantes del Parlamento
Andino en los 4.276 recintos habilitados en el país y otros 101 dispuestos en
el exterior.
Durante las primeras horas de votación, observadores
internacionales registraron demoras en las aperturas de algunos centros de
votación y el correísmo denunció que las autoridades electorales no permitían
el ingreso de sus fiscales en algunos distritos.
"Hubo muchos problemas en la constitución de las mesas
y el reemplazo con ciudadanos que llegaban a votar y tenían que ejercer como
autoridad de mesa. En la mayoría de los casos se demoró media hora la
apertura", dijo Gandulfo.
En conferencia de prensa, el vicepresidente del CNE, Enrique
Pita, reconoció este problema que creció con el correr de las horas: "Se
han presentado circunstancias que desalientan a los electores en relación a
colas muy extensas. Sin embargo, las instrucciones que se han dado desde las
autoridades del Consejo Nacional Electoral a las Fuerzas Armadas es que se
flexibilice esta situación, a efecto de permitir que las colas fluyan."
Los comicios suponen el principio del fin del Gobierno de
Lenín Moreno, quien termina su mandato sumido en un ocaso político, en plena
crisis económica y sanitaria, con un criticado manejo de la pandemia,
socialmente deslegitimado y tildado de "traidor" por el movimiento
correísta que lo llevó al poder hace cuatro años.
Lasso también se mostró con su familia en su casa en
Guayaquil, antes de ir a votar en el centro de la ciudad, y tras emitir su
voto, se mostró confiado de que habrá un balotaje presidencial: "Hemos
sufragado con todas las normas de bioseguridad. Lo que les puedo decir es que
habrá segunda vuelta y nosotros estaremos ahí."
Al inicio de la noche en Ecuador, la gran incógnita es si
Arauz quedará a solo unos puntos porcentuales de ganar en primera instancia o,
como pronosticó Lasso, se enfrentarán el 11 de abril próximo en un balotaje
presidencial.
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