Fuerte cruce por las restricciones: Los comerciantes de Concordia amenazan y el municipio responde que la prioriza es la salud de la gente
El Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia vuelve a cuestionar las medidas que se toman para cuidar la salud y la vida de los concordienses. La ecuación se repite cada vez con mayor frecuencia, a cada medida tomada - desde la consideración del bien común y la defensa de la salud pública - invariablemente corresponde un nuevo reproche de la institución.
Mientras la Organización Mundial de la Salud insistía en las
restricciones como la herramienta más efectiva para frenar una segunda ola de
contagios, el CCISC decía que "el 87,1 % de los comerciantes no está de
acuerdo con las restricciones y el 86,3% considera que no contribuyen a la
mejora sanitaria”, amenazando con despidos masivos si no se flexibilizaban las
medidas.
Mientras las estadísticas demostraban que la disminución del
movimiento en la ciudad, que oportunamente implementamos, le pusieron freno al
aumento acelerado de casos, el CCISC remarcaba que “no podemos seguir
destruyendo el futuro de la ciudad: necesitamos menos restricciones”.
Mientras la prudente decisión de continuar con las
limitaciones permite que el sistema de salud funcione sin riesgo de saturación
y garantiza la debida atención de los pacientes, el CCISC afirma que esto “echó
por tierra cualquier expectativa de mejora”.
Aunque el municipio tomó medidas de alivio fiscal, rebajó y
canceló el cobro de tasas y colaboró con aportes económicos a los sectores más
afectados; aunque durante la mitad del año pasado trabajadores municipales de
diferentes sectores soportaron las lluvias, el frío y la rigurosidad de
interminables horas de trabajo en los puestos de control sanitario; aunque
varios comercios pagaron sueldos con el respaldo del programa de Asistencia de
Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y el Estado Nacional y la Provincia
generaron diferentes medidas de apoyo al sector; aunque la urgente necesidad de
atenuar el impacto de la emergencia, principalmente en el entramado social de
la ciudad, demandó un gran trabajo por parte del municipio y su equipo de
gestión; aunque se hizo todo lo posible por evitar el cierre total de los
comercios y la paralización de la actividad económica… el Centro de Comercio
dice que no ve “en el Estado ni en la política ningún tipo de esfuerzo”.
Pero las últimas declaraciones de la comisión conducida por
el empresario local Adrian Lampazzi van aún más lejos, insinuando que las
medidas implementadas le costaron la vida a “valiosas personas, generadoras de
empleo y actividad económica”, personas que “no figuran en ninguna estadística
oficial”.
¿El Centro de Comercio responsabiliza al Estado Municipal y
al Comité Operativo de Emergencia Sanitaria por la muerte de estas personas?
¿El Centro de Comercio sostiene que hay indolencia o falta de empatía ante algo
tan funesto como el fallecimiento de un semejante? ¿La dirigencia del Centro de
Comercio es consciente de la gravedad de estas expresiones? ¿Se puede ser tan
ruín en afirmaciones de esta índole sin medir consecuencias?
¿Que postura tomó el CCISC cuando UTHGRA denunció que el
sector cervecero (uno de los que más fuerte alza su voz para reclamar) es el
que más informalidad y trabajo en negro registra? ¿Entienden los comerciantes
que sostienen estos reclamos que si el sistema de salud colapsa y la población
se enferma, ya no habrá clientes que compren ni consuman aunque abran las 24
hs.? Además de criticar las medidas recomendadas por el COES, el Centro de
Comercio que hoy demanda más esfuerzo, ¿qué hizo para colaborar con el plan de
contingencia y cuidar la salud de los vecinos y vecinas de Concordia?
Es comprensible y saludable la confrontación de argumentos y
puntos de vista; pero el respetuoso debate de opiniones es algo completamente
diferente al golpe bajo de pintar al otro como el peor enemigo y decir
imprudentemente cualquier cosa, sin mediar ninguna responsabilidad
institucional ni personal.
En los hechos, si solo tuviéramos en cuenta los reclamos de
la dirigencia del Centro de Comercio, y además les hiciéramos caso, es posible
que en lugar de críticas recibiéramos algunos aplausos, pero las cifras de
contagios por COVID-19 y víctimas fatales de esta pandemia serían muchísimo
mayores a las que hoy registran las estadísticas. Y eso, que quede bien en
claro, es algo que no estamos dispuestos a permitir.
Las restricciones definidas por la Municipalidad y el Comité
Operativo de Emergencia Sanitaria son efectivas y la disminución del número
diario de casos así lo demuestra. El límite horario hasta las 12 de la noche
dio resultados y estos resultados permitieron extender este límite hasta la 1.
El Comité Operativo de Emergencia Sanitaria apoya plenamente la decisión de
extender las restricciones hasta el 28 de febrero que adoptó el Gobierno de
Entre Ríos, en la convicción de que es mejor avanzar gradualmente que arriesgar
todo el esfuerzo realizado en estas últimas semanas.
Aunque a algunos le moleste o no estén de acuerdo, tenemos
las prioridades en claro y continuaremos trabajando bajo la premisa de seguir
recuperando la actividad económica en la ciudad sin poner en riesgo la salud de
la gente; porque ejercemos la responsabilidad indelegable de velar por todos y
cada uno de los concordienses, incluso de aquellos que furibundamente hoy nos
critican desde la tribuna del Centro de Comercio.
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