IOSPER: Nueva crisis, con viejas soluciones, por Alberto Rotman
La mayor Obra Social de la provincia Entre Ríos, el IOSPER, que tiene la responsabilidad de intermediar la atención de la salud de más de 300 mil entrerrianos, hoy tiene una de las habituales crisis que deja sin atención médica a sus afiliados, crisis que, si no se toman las medidas de fondo, y la tratan nuevamente de emparchar, más temprano que tarde vendrá una nueva y así seguiremos en esa ficticia normalidad inexistente.
El IOSPER anualmente cierra sus balances de forma
deficitaria, esto hace que tenga un patrimonio neto negativo al 31/12/18 de más
de 220 millones de pesos (último dato publicado).
Esta Obra Social se financia con el 3 % que se descuenta del
sueldo mensual del trabajador del Estado y el 4,5 % que aporta el gobierno
(contribución patronal). En tanto los pasivos aportan el 3 % de su salario y el
estado aporta el 2 % en vez del 4 % histórico. Esto último data desde el año
1992, cuando el entonces gobernador Moine sanciona la ley Nº 8706, (de
emergencia) que entre otros ajustes redujo el aporte de la contribución
patronal al IOSPER en un 2 %. El gobernador Bordet prometió reintegrarlo y por
supuesto no cumplió. Esto marcó el comienzo del des financiamiento de esta Obra
Social
Como resultado de estas idas y vueltas, el IOSPER, entre
aportes y contribuciones recibe solamente un promedio del 6,39 %. Esta cifra es
la más baja de los aportes que cada una de las provincias argentinas hacen a
sus Obras Sociales, lo que se ve agravado por el atraso y la retención indebida
de lo que mensualmente estos, deben depositar al Instituto.
La dirigencia del IOSPER trata de enmascarar y simplificar
esta situación cambiando el eje de la discusión, donde inculpa a los
prestadores (quienes defienden, con toda justicia, el valor de su ingreso como
lo hace todo trabajador), intentando de esta forma, ocultar las graves
falencias en la conducción y administración del Instituto, con la complicidad
del Estado, que es parte principal de esta debacle.
Para gerenciar una empresa de salud, hay que estar
preparado, y de ninguna manera anteponer a su funcionamiento intereses
políticos partidarios. La única política que una institución de este tipo debe
llevar adelante, es una "correcta política sanitaria".
Este Directorio debería animarse a reclamar con fuerza lo
que hace 28 años le quito otro Gobierno Peronista. Con ese ingreso solucionaría
en gran parte el déficit anual de sus balances, pudiendo, además, ofrecer a sus
afiliados las ventajas de las modernas tecnologías que hoy brinda la medicina
actual.
Este Directorio debería exigir al Gobierno Provincial y
algunos municipios que gire mensualmente, y en forma automática al IOSPER, los
Aportes y Contribuciones y no retenerlo en forma indebida, como hasta ahora.
Este Directorio debería exigir al gobierno provincial y a
muchos municipios que los miles de empleados que vergonzosamente tienen en
negro, aporten al IOSPER, dándole solución social a estos, sin desfinanciar la
Obra Social y la Caja.
El gobierno provincial tiene la obligación moral y legal de
sanear al Instituto, para ello debe reconocer, primero su responsabilidad en el
des financiamiento de éste, y luego, rectificar definitivamente estas falencias
y no actuar como lo hace periódicamente tapando parcialmente algunos agujeros
financieros para seguir así manteniendo, su dependencia funcional y política.
El gobierno provincial debería aumentar las Contribuciones
patronales tomando el ejemplo de otras provincias cuyos aportes rondan el 7 % y
algunas por encima de este porcentaje.
El gobierno provincial debe auditar permanentemente al
Instituto para evitar desviaciones en las obligaciones fundacionales de este,
sincerando su funcionamiento y transparentando su administración, de esta forma
se evitarían las periódicas crisis a las que desgraciadamente, nos tiene
acostumbrado el IOSPER.
Lo más sustancial de esta columna de opinión está plasmado
en un proyecto de ley que presentamos en la cámara de Diputados de la provincia
que no fue apoyado por IOSPER y en vez de tomarlo como bandera, guardó un
cómplice silencio, arreglando mansamente con economía del gobierno algunos
problemas coyunturales.
Todos los afiliados al IOSPER deben exigir que solucionen
definitivamente estas falencias, evitando así caer periódicamente en cortes de
servicio, donde ellos son los verdaderos perjudicados. ¿Por qué no intentar
nuevas soluciones?
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