La nueva cepa brasilera y la situación sanitaria
Una semana atrás, Europa estaba al borde de una nueva ola de contagios ya sea por lentitud en la aplicación de políticas sanitarias más férreas y restrictivas, o por subestimar la movilidad de las personas y sobreestimar la capacidad inmunológica de las vacunas, hoy ya es demasiado tarde.
En la noche de este jueves, Francia anunció nuevas
restricciones en 16 regiones, incluidas París y Niza.
Gran parte de Italia, incluidas Roma y Milán, están en un
estricto cierre. Mientras que todas las regiones de España, excepto Madrid,
decidieron restringir los viajes durante las próximas festividades de Semana
Santa. Berlín, la capital de Alemania, también detuvo el plan para flexibilizar
su cierre, bajo el argumento de un número creciente de casos de Covid-19.
A esto se le suma la aparición de una variante del virus más
contagiosa, conocida como B.1.1.7 Nuevos datos sugieren que la variante,
detectada por primera vez en el Reino Unido, es hasta un 64% más mortal.
Todo indica que el mismo destino le espera a los Estados
Unidos, donde se proyecta que la variante británica se convertirá en la cepa
dominante en el país a fines de marzo o principios de abril. Es decir, en menos
de dos semanas.
La ciencia predica
“No es fácil imponer cierres, pero son indispensables para
intentar detener el virus”, señaló Alessandro Grimaldi, director de
Enfermedades Infecciosas del Hospital Salvatore en la ciudad italiana de
L’Aquila.
El infectólogo reveló que las medidas de confinamiento
aplicadas en las denominadas «zonas rojas» en Italia permitieron disminuir
hasta un 91% el número de muertes.
La Resolution Foundation, un grupo de expertos británico,
informó este jueves que 27.000 personas adicionales murieron por Covid-19 debido
a que el gobierno retrasó el comienzo del último bloqueo en enero, a pesar de
la evidencia de un rápido aumento de casos en diciembre.
Acá a la vuelta
En el Conosur la nueva cepa brasilera denominada Manaos (P1)
también hace estragos. Esta nueva mutación del virus surgió durante la segunda
mitad del año pasado, cuando la ciudad de Manaos experimentó una de las tasas
de infección más altas del mundo.
En aquél momento, cerca de dos tercios de los residentes
estaban infectados, lo que llevó a algunos investigadores a predecir que la
inmunidad de toda la población podría causar la desaparición de nuevas
infecciones.
Sin embargo, los investigadores estimaron que la variante
era casi aproximadamente 2 veces más transmisible que otros tipos de
coronavirus, y que puede evadir parte de la inmunidad conferida por infecciones
anteriores.
Mientras Bolsonaro sigue negando la pandemia, el alcalde de
Río de Janeiro cerró sus playas ante el 95% de ocupación de terapia intensiva.
Esto no es casual, pues días atrás, los titulares del mundo reflejaban como en
distintos lugares de Brasil la gente moría en la sala de espera de los
hospitales.
Unos meses atrás, laureles caían a los pies del presidente
uruguayo Lacalle Pou por ser el único gobierno de la región que prácticamente
no aplicó medidas restrictivas, con un promedio de diez contagios por día.
Incluso, a inicios de febrero, la República Oriental se dio el lujo de reabrir
las fronteras para turistas y comerciantes. Hoy es el país con el mayor
registro de contagios diarios en América Latina. Etapa de “transmisión
comunitaria intensa y sostenida”, definen desde el gobierno uruguayo a este
promedio semanal de 1.200 casos diarios.
Lacalle Pou suspendió la obligatoriedad de asistir a clases
en todos los niveles educativos, así como también estableció la reducción del
aforo en los medios de transporte interdepartamental, la suspensión de los
deportes amateur, el cierre de vestuarios en clubes y gimnasios, y la extensión
de la limitación al derecho de reunión para evitar aglomeraciones.
En Paraguay también la tasa de infección por el coronavirus
se ha disparado, convirtiéndose en una de las peores de América, y su sistema
sanitario, ya de por sí inestable, se ha puesto al límite.
Estamos rodeados
De forma ininterrumpida, en Argentina, hace semanas que
científicos sugieren cerrar las fronteras.
Si la cepa Manaos comienza a expandirse “es como empezar una
pandemia de cero”, mencionan más de 500 referentes de la ciencia argentina.
“Demorar la circulación comunitaria de la variante P1 en el país, mientras
avanza la vacunación, podría significar salvar miles de vidas”, expresan.
Consideran además que la reducción de vuelos no es suficiente, piden medidas
también en las fronteras terrestres y cuarentenas estrictas para quienes
retornen de sitios con brotes.
“El transporte de cargas sigue funcionando y los camiones de
Brasil circulan de manera normal”, denuncian los científicos en la carta.
En esta semana se diagnosticaron en Córdoba casos positivos
tanto de la brasilera como de la británica. En el hospital de Concordia hay
internado un camionero y todo el sistema sanitario espera saber si introdujo la
variante Manaos.
Tanto la Ministra Vizzotti, como el Presidente Alberto
Fernández, han instado a la población a no viajar hacia países vecinos y
desaconsejaron los viajes al exterior.
China, el país más poblado del mundo, el 31 de diciembre de
2019 detectó el primer caso de coronavirus, y en abril de 2020 ya había vuelto
a la circulación y comercio cotidiano. Nueva Zelanda, país muchísimo más
pequeño y menos poblado, lo mismo, hoy no tiene casos. Cuba y Venezuela, países
cuyas economías son críticas, ocupan los puestos más bajos del mundo en
contagios y fallecidos. Sólo por restringir la entrada y salida al país,
sumadas obviamente al control rígido de la circulación de los habitantes.
Argentina no es China, el Frente de Todos no es el Partido
Comunista Chino y Alberto no es Xi Jinping, de manera que a situaciones
sanitarias similares no es sencillo adoptar medidas similares. El paso de los
días nos irá mostrando si las adoptadas hasta ahora en estas tierras son
suficientes o se abrirán nuevos frentes de disputa entre el cuidado de la vida
y el egoísmo más cruel.
Por Ignacio Etchart
Técnico en Comunicación Social, especializado en Redacción.
Victoriense viviendo en Paraná.
No hay comentarios.