“La UCR clandestina”, por la JP
A las y los jóvenes peronistas de Entre Ríos nos resulta lamentable tener que anoticiarnos de la absoluta desaprensión de jóvenes dirigentes y militantes políticos radicales de la ciudad de Gualeguay, quienes al hacer una fiesta clandestina en la sede partidaria han puesto en jaque el cuidado de la salud de todos los gualeyos y entrerrianos.
En un contexto donde el número de casos de COVID-19 en todo
el globo no decae sino que aumenta, estando cercanos a estar inmersos en una
segunda ola de la pandemia, y luego de ser testigos de los esfuerzos que ha
hecho nuestro propio sistema sanitario, actitudes como estas resultan
inadmisibles, en un contexto que nos demanda responsabilidad colectiva de
cuidados.
Conductas como esta, contrarias a las normativas sanitarias,
no hacen más que esbozar ideas egoístas, individualistas ajenas a la sociedad.
Actitudes así preocupan aún más, y dejan mucho que desear al venir de quienes
se denominan militantes radicales.
Hace días nuestro presidente de la Nación y del PJ Nacional,
Alberto Fernández, resaltaba a la democracia como la herramienta más
transformadora que existe, pero asimismo subrayaba que ella necesita de la
política.
Sin política no hay democracia, un bien tan preciado por
Raúl Alfonsin, por eso necesitamos dirigentes políticos que sean
ejemplificadores de las nuevas generaciones y que estén, sobre todo, a la
altura de las circunstancias.
Recordemos que dirigentes de la UCR promovieron, en plena
pandemia, conductas irresponsables,
individualistas y totalmente desconsideradas con las personas de riesgo y los
trabajadores de la salud.
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