Un joven en Gualeguaychú se recibió de peluquero con 13 años y sueña con regalarle una ferretería al papá


Se llama Ayrton Araujo y va a tercer año de la escuela ENOVA en Gualeguaychú. Este miércoles recibió su diploma como barbero y peluquero profesional. Su padre le regaló la primera máquina para cortar pelo y lo aconsejó a estudiar.

 

“Cuando me llamó Hugo (Mayero, su mentor) y me dijo que me iban a hacer una entrevista, estaba en la escuela. No lo podía creer. Le conté a mi papá, le pedí que me acompañara, pero él no quiso, me dijo que viniera yo. Es que mi papá me apoya en todo y yo estoy muy agradecido con él”, cuenta Ayrton Araujo mientras en el piso de abajo, Hugo atiende su peluquería ubicada frente al club Racing.

 

Ayrton está nervioso, pero contento, con ganas de hablar: “Empecé cortándole el pelo a todos mis hermanos, con una máquina que si la ves ahora no lo podés creer. Y un día mi viejo me regaló una máquina roja -que es la que uso ahora- que se la había comprado a Hugo y me preguntó si quería estudiar peluquería. Yo había empezado mirando videos, como hace todo el mundo, y le dije que sí. Yo no sabía que podía estudiar siendo menor de edad, para tener un título como este”, explicó el alumno más pequeño que ha tenido la Academia de Peluquería Mayero-Hairdresser.

 

Ayrton costeó con mucho sacrificio los materiales que requería para estudiar y convertirse en un peluquero profesional: “En todo me ayuda mi viejo, en lo más caro estuvo él. Después junté cobre y cartón y lo vendí para comprar gel, delantales, esas cosas que se necesitan para estudiar”.

 

“El padre manifestó que quería que estuviera ocupado porque había arrancado la pandemia y no podía ir al colegio. A los pocos días vuelve y le compra otra máquina y entonces le propuse que lo trajera a estudiar en la academia. Es admirable el esfuerzo y sacrificio de Ayrton, tiene asistencia perfecta lo cual es muy destacable a su edad, todo lo preguntaba y todo lo quería saber y de esa manera fue creciendo y superando desafíos. Enseguida tomó mucha confianza”, contó el mentor de Ayrton.

 

Y sumó: “Tiene una impronta muy especial, siempre está de buen humor y eso le facilitó que obtuviera su título de peluquero. En la parte de peluquería masculina es el alumno más pequeño que tuvimos, gracias a él, hoy tenemos algunos chicos de su edad que se han sumado a la academia”.

 

“Le veo mucho futuro a Ayrton. Se recibió con un muy buen promedio pese a su corta edad. Yo lo considero un colega más”, sostuvo Mayero a la vez que destacó que “esta es una profesión muy digna, más allá que no estamos verdaderamente reconocidos como una profesión y sigamos siendo un oficio, lo que quiero transmitirle es que con un peine y una tijera en la mano, nunca no le va a ir mal”.

 

“Mi papá siempre me dijo a mí, y a todos sus hijos, que lo que tengo que hacer en la vida es estudiar. Por eso me aconsejaba seguir peluquería porque es un trabajo para el día de mañana”, contó Ayrton quien además practica boxeo y espera poder competir en los próximos juegos Evita.

 

Y agregó: “Lo que más me gusta de ser peluquero es aprender, porque un título no quiere decir que se todo”. Mientras habla, sus manos dibujan en el aire un camino de ademanes que señala la vocación en un adolescente de apenas 13 años.

 

“Voy a la escuela ENOVA, casi siempre en bici y la materia que más me gusta es matemática. Vivo con mis papás y tres hermanos y ayudo todo lo que puedo a mi papá en la despensa que tiene al lado de casa. Él está operado de un riñón y aunque está enfermo y cansado, trabaja todo el día para nosotros”, cuenta emocionado sobre Sergio Araujo, su héroe.

 

Tal vez por esa descripción tan amorosa no sorprende que cuando se le pregunta sobre cuál es su sueño el responda: “Yo siempre digo que algún día quisiera regalarle un ferretería a mi papá que es lo que él siempre quiso tener”. Con información de elonce.com

 

 

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