Gobierno del pueblo o de las corporaciones


El principal desafío de todo gobierno popular es construir poder para defender y representar los intereses de las mayorías que lo han votado para que mejore sus condiciones de vida. De esa manera, muy general, por cierto, podría caracterizarse el lugar en el que se encuentra el gobierno que, con votos mayoritarios de Cristina Kirchner puso como Presidente a Alberto Fernández. La pandemia neoliberal preanunciaba que nada sería fácil. La del Coronavirus recontra difícil. El cumplimiento del contrato electoral se complejiza, se demora. El encendido de la economía también. Y aunque hay índices que muestran sectores con mejor performance que en tiempos de Macri, los de abajo todavía no la ven. Pero las necesidades tienen cara de hereje y la pobreza, en un país que produce alimentos para 400 millones de personas, no deja margen para que su gobierno no ponga en el centro de sus políticas la dignificación de su gente. Situaciones excepcionales exigen medidas excepcionales.

El gobierno debe realizar transformaciones estructurales, movilizar a la coalición con épica y alguna utopía, sino Macri muy pronto podrá decir, al igual que Margaret Thatcher, “el mayor éxito político fue el programa de gobierno de Tony Blair”. La famosa batalla cultural siempre termina definiendo los rumbos centrales. Alberto Fernández aun no da cuenta de ello, pareciera mantener vigente aquella primera declaración, a minutos de haber ganado las elecciones el 27 de octubre de 2019: “Conmigo se termina la grieta”. Consecuente con ello se abstuvo de informar el estado de situación que dejaba el gobierno de Cambiemos. Y como para todo, hay un tiempo para cada cosa. 

Es impensable hacerlo ahora. Oportunidad perdida que la actual oposición usufructúa hábilmente exasperando conductas propias que se extrapolan a círculos aún difíciles de cuantificar, pero que el olfato permite intuir cada vez más extensas. La superestructura mediática funciona con plata y defiende intereses. El gobierno ni siquiera ha sido capaz de articular un servicio informativo que al menos alimente a las minorías intensas de sus propias filas. El sistema de medios públicos languidece y contrata (hay excepciones claro, pero son excepciones) personajes especializados en hacerse los distraídos. La TV Pública y la Radio Pública, otroras fierros importantes, han sido relativizados y no tienen encendidos ni audiencia propia, salvo la que le da el zapping casual. No por nada hasta el propio Horacio Verbitsky comenzó su columna dominical diciendo que “casi nadie del Frente de Todos está conforme con Alberto”.

Tomar distancia y perspectivas

El Presidente comienza una gira por el viejo mundo. Seguramente necesaria para buscar apoyos que le ayuden a salir del atolladero con los acreedores externos. Sirve también para tomar distancia y analizar la situación con mayor perspectiva. La comitiva es corta e incluye al Ministro de economía. Guzmán también debe surfear un mar agitado en la difícil tarea de simular políticas redistributivas mientras ajusta. Alberto estará con su amigo, el Primer Ministro español Pedro Sánchez. La coalición progresista viene de sufrir una dura derrota ante la derecha en Madrid. Es un caso para mirar con lupa de precisión. Una alcaldesa dos años atrás desconocida para la inmensa mayoría de madrileños gana una elección habiendo desplegado una campaña desbordante de xenofobia, negacionismo y estigmatización de sectores y dirigentes progresistas.

Después de semejante e inesperada paliza es bueno dejar que el tiempo decante para hacer una correcta evaluación. Pero el tiempo es avaro y trabajar de Presidente de los 40 millones de argentinos le exige escuchar en caliente argumentos que profundizarán el quid de la cuestión. Algo así como alcohol en la herida para un mandatario reformista confeso. ¿Alcanza con ser reformista o este tiempo reclama algo más?

El resultado electoral de España grafica claramente por qué las derechas a nivel mundial se radicalizan. No parecen ser hechos aislados. Más bien responden a estudios sociológicos que estudian profundamente y con rigor científico cómo se pueden activar las conductas sociales y electorales a partir de contar con esa estructura fenomenal y maléfica de medios y redes sociales que de neutras no tienen nada. De allí que lo que pasa en estos pagos tampoco es aislado, ni cosa de loquitos. Al inicio de la pandemia hubo filósofos que auguraban un mundo mejor al término de la misma. La pandemia aún no tiene fecha de vencimiento, pero parece ser más factible que se termine a que nos encontremos con un mundo mejor. La acumulación de fuerzas que logran mayor articulación van en contra de un mundo con más cooperación, solidaridad y fraternidad. Pero mientras haya vida hay esperanzas. Si no alcanza con ser reformistas es necesario preguntarse qué es ser revolucionario en el siglo XXl. Ejemplo sobre las dos posturas ideológicas en que se debate la educación: modernizar la pobreza, como plantean los sectores conservadores, o humanizar el desarrollo.

Las definiciones sobre la deuda eterna y las presiones no denunciadas del FMI deberían seguir en la bicicleta. Nadie sabe cuál va a hacer la economía de salida. El precio del petróleo, de los commodities, la tasa de interés global. Como cantaba Piero, es hora de "parar para ver"

Volviendo al pago, sectores de la coalición gobernante esperan políticas de shock que no llegan. Reconocen la ampliación de la tarjeta Alimentar, pero sostienen que no es suficiente. El consumo no crece. La carne no para de subir. Hay excedentes de la balanza de pagos. La buena negociación de la deuda libera pagos en el mediano plazo. Falta el FMI, pero el mundo dice que al fondo le llegó la hora de esperar. Aquí hay que destacar la tarea que desempeñó Sergio Massa con los congresistas demócratas para lograr una declaración en ese sentido.

 

Esa mujer

Antes de ayer Evita habría cumplido 102 años. Evita, la revolucionaria más grande que conocieron a los argentinos. Evita, la que enseñó que donde hay una necesidad hay un derecho. Evita, la que trabajaba hasta la madrugada resolviendo los pedidos de cabecitas y descamisados. ¿Cómo reaccionaría Evita frente a anuncios que luego se demoran o difuminan en un territorio dinamitado por la miseria y la injusta distribución de la riqueza? Se extendió la tarjeta alimentaria, pero el salario mínimo, vital y móvil apenas llega a la mitad de lo que se necesita para no ser pobre. Algunos mitos se derrumban. El peronismo siempre se jactó de saber gobernar. Ser comentarista de la realidad era un rol restringido para periodistas. Las intervenciones mediáticas del ministro Daniel Arroyo lo desmienten. El debate económico también se libra al interior del oficialismo. 

El gobierno no tendrá destino si no reconoce esas voces, si no contiene y las expresa en una síntesis. Por ahora solo se discute la magnitud de los costos que se derivan a los humildes o los subsidios que se les da. Generar trabajo para todos es el único camino, y eso aparece cuando se atienden todas las necesidades básicas de una comunidad, vaya si las hay. La coalición gobernante no calma a sus votantes (tampoco asusta a sus opositores) con una foto. Debe institucionalizar un frente político que debata y decida el qué y el cómo, el cuándo y el para qué de las políticas que va a implementar. Generar trabajo para todos es el único camino, y eso aparece cuando se atienden todas las necesidades básicas de una comunidad, vaya si las hay. 

}La coalición gobernante no calma a sus votantes (tampoco asusta a sus opositores) con una foto. Debe institucionalizar un frente político que debata y decida el qué y el cómo, el cuándo y el para qué de las políticas que va a implementar. Generar trabajo para todos es el único camino, y eso aparece cuando se atienden todas las necesidades básicas de una comunidad, vaya si las hay. La coalición gobernante no calma a sus votantes (tampoco asusta a sus opositores) con una foto. Debe institucionalizar un frente político que debata y decida el qué y el cómo, el cuándo y el para qué de las políticas que va a implementar.

Gobierno del pueblo o de las corporaciones

El poder judicial como aparato represivo del Estado

La corporación que defiende intereses de clase hace esfuerzos para ranquear por las nubes, cuando de mala imagen se trata. Alberto, el hijo del Juez, perdió la oportunidad de hacerlo al comienzo como sí lo hizo Néstor Kirchner, que los noqueó con una breve cadena nacional. Apenas transcurridos unos meses debió cambiar a una ministra agobiada de no hacer nada. ¿Qué pensaba la abogada cuando asumió al Ministerio de Justicia? Es de imaginar que el agobio habrá terminado en sus nuevas oficinas ubicadas entre los Campos Elíseos y la Torre Eiffel. El Lawfare en este país no es solo político, sino también económico y sanitario. Como sabemos, el político es la persecución a dirigentes y organizaciones políticas. El Lawfare económico es el que diseña fallos a pedido del poder económico concentrado, como el que suspende Decretos de Necesidad y Urgencia y leyes del Parlamento. El sanitario es peor, dado que pone a toda la sociedad en peligro, al desautorizar medidas de cuidado sanitarias. Siempre se puede estar peor y que golpeen a tu puerta. Pero ya será demasiado tarde. Hay que recordar que el jefe de gabinete sostiene que el poder judicial se autodepuraría.

La decadencia de la política

La funcionalidad de extensos sectores del sistema judicial para trampear decisiones que toman los pueblos en elecciones democráticas, es la forma que han descubierto las elites para conservar poder y resistir en sus privilegios e injusticias. Chocolate por la noticia, el Poder Judicial siempre fue el refugio del proyecto conservador. Un claro ejemplo es el fallo de la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal a favor de Telecom Argentina que suspendió los artículos principales del Decreto de Necesidad y Urgencia 690/20, que declaró como servicio esencial a Internet, la telefonía celular y la TV paga. La sentencia judicial también incluye las resoluciones del Ente Nacional de Comunicaciones, entre las cuales se encuentran el tope a los aumentos desmedidos por parte de las prestadoras. En plena pandemia y con una inusual demanda de conectividad, que asegure la virtualidad de innumerable cantidad de servicios, la “justicia” se ne frega en ello y le da la derecha al grupo Clarín & Cía. Hasta que los gobiernos no tengan empresas públicas que briden servicios esenciales, no se podrán implementar programas y la justicia será el arma de las corporaciones. La auto denigración del poder legislativo yendo a pedir a la “Justicia” (Poder Judicial) cuando se pierden las votaciones, es el fin de la POLITICA. En el mundo al revés, la democracia depende de ciudadanos con cargos vitalicios, a los que nadie vota, cobran sueldos exorbitantes, no pagan impuestos y brindan un pésimo servicio. Es un poder de clase, aristocrático y que condiciona la democracia. Los mismos que dicen NO a la reelección de intendentes y legisladores, pero ostentan privilegios monárquicos, no pagan ganancias ni admiten sistemas de control.

Bordet ante el desafío de lograr el equilibrio y motivar al peronismo entrerriano

Cambiar la estrategia y volver a la política. El justicialismo entrerriano sabe que enfrenta una difícil parada, pero que el próximo gobierno no está –aún- en juego. Lo que sí no puede es seguir siendo una cooperativa de perdedores. El pasado domingo, el mandatario decidió una serie de medidas restrictivas. La más importante fue la vuelta a la virtualidad de clases en las ciudades más urgidas de restringir la circulación. Las medidas venían siendo reclamadas a gritos por las autoridades sanitarias, que veían aumentar la tensión sobre el sistema sanitario, que a duras penas sostiene la salud de los entrerrianos. Y a decir verdad disputan el partido con dignidad, con un plan de vacunación que se despliega a buen ritmo, con prolijidad y prodigalidad, a juzgar por los agradecimientos de los vacunados y sus familias. Rogelio Frigerio se sumó a las críticas contra la decisión de parar la presencialidad en las aulas por una semana. Es cierto que el aviso llegó a destiempo, que a muchas familias le desorganizó la semana y es necesario que el gobierno tome nota para evitar esos desajustes. Sin embargo llamó la atención que apenas se conoció la decisión oficial, se organizó una caceroleada en la explanada de Casa de Gobierno. Es difícil de creer que la misma era espontánea, y el ex Ministro del Interior de Macri se mostró especialmente activo azuzando de manera inteligente el descontento.

Sorpresivamente esta vez hubo reacciones apuntaladas desde el aparato comunicacional del gobierno provincial. Hasta el PJ de puertas cerradas encargó la edición de un video que circuló por las redes, conjugando la voz de Juan Perón con una prolija edición moderna, apuntada a aprobar la gestión de gobierno. Todas las replicas hicieron foco en Frigerio. De todas maneras, un par de comunicados de prensa y un equipo amateur no alcanzará para enfrentar una estructura profesional que cuenta con consultores de nivel internacional y la disposición de un dispositivo de medios nacionales, como lo demostró el informe sobre la pobreza en la provincia que difundió el diario La Nación. Para algunos La Nación es tribuna de doctrina, para otros es un diario inglés con nombre argentino. Sea lo que sea, tiene como Director de Relaciones Institucionales al tío Norberto Frigerio. Mientras tanto Rogelio, el sobrino, como si estuviésemos en total normalidad, continúa su marcha con otra gira provincial. Camina y difunde sus ideas, como recomienda su socio Emilio Monzó, y trata de dejar en la cola a la UCR, como también lo dejó claro su otro socio de consultora, Nicolás Massot.

¿Estamos al aire? El papelón de Nicolás Massot en el piso de A24 con Laje

Frigerio reconoce que no está en la mesa chica de Cambiemos. Lo hace para decir que no tiene contacto directo ni asiduo con Macri, y lo demuestran los hechos del viernes, cuando Juntos por el Cambio acordó con el oficialismo posponer las elecciones, mientras Frigerio planteaba no posponerlas, alegaba la cercanía del calendario electoral (inscripciones y demás formalidades) y no le importaba la segunda ola. Sólo se limitaba a pedir que el gobierno acelere la vacunación.

RECONSTRUIR. La sorpresa la dio el espacio Construir, aunque hay que decir que el arreglo y la claudicación en la interna radical será un lastre para sus nuevos objetivos. El espacio resolvió dar batalla en las primarias y enfrentar a Frigerio. Ver para creer.

El 2023 será otra historia

El mayor poder que tendrá el gobierno provincial será la potestad de adelantar las elecciones. Cuando adelanta los comicios, el gobierno centra la discusión en su territorio. Pero tampoco será fácil. Con las limitaciones del Estado provincial, sin un Banco propio ni fuente de financiamiento y sin un sistema de telecomunicaciones provincial, el desafío será enorme. La pelota sigue en manos de los oficialismos, la oposición espera sus errores. Que el futuro repita el pasado depende de ellos. 

Entreriosplus 

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