Tras la acusación de Bullrich, Pfizer negó un pedido de coimas del Gobierno por sus vacunas
El laboratorio farmacéutico Pfizer desmintió de manera “categórica” que el entonces ministro de Salud, Ginés González García, o cualquier otro funcionario del gobierno del presidente Alberto Fernández le haya pedido coimas como condición insoslayable para adquirir millones de vacunas contra el Covid-19. También desmintió que la gestión de Fernández haya exigido poner al empresario Hugo Sigman como nexo o socio local
La desmentida de Pfizer llegó solo horas después de que la
exministra de Seguridad y actual presidenta del Pro, Patricia Bullrich, acusara
a González García de pedirle sobornos al laboratorio y plantear que debían
colocar al empresario Hugo Sigman como intermediario de la operación
Desde el laboratorio rechazaron las acusaciones de Bullrich.
Negaron que desde el Gobierno les hayan exigido colocar a Sigman como supuesto
intermediario o socio local, como así también rechazaron que se hubieran
registrado otros requerimientos indebidos. “Es falso”, indicaron.
Desde Buenos Aires, Pfizer redactó un comunicado oficial
para salir al cruce de los dichos de Bullrich, quien también involucró al jefe
de Estado en el supuesto requerimiento delictivo. “La actitud de González
García fue intentar tener un retorno. Eso el presidente no lo ignoraba”,
sostuvo la exfuncionaria de Mauricio Macri.
Ante esas declaraciones, que Pfizer consideró de “gravedad
institucional”, la cúpula local del laboratorio preparó un comunicado que se
remitió a Nueva York para su revisión y aprobación final por las máximas
autoridades del gigante multinacional.
La empresa se encuentra sujeta a las leyes estadounidenses;
entre ellas, la llamada “ley de Prácticas Corruptas Cometidas en el Extranjero”
(FCPA, por sus siglas en inglés) que la obliga a reportar ante las autoridades
de ese país cualquier pago o intento de pago indebido, como así también
abordaje de un funcionario con esos fines.
En ese sentido, la normativa estadounidense establece
sanciones tanto para las empresas involucradas en el pago de sobornos, como así
también para aquellas empresas –sean estadounidenses o de un tercer país, pero
que cotizan en alguna bolsa de Estados Unidos– que omitieron reportar un
intento de sobornos.
En ese contexto, Pfizer decidió cortar con las versiones
“incorrectas”, tanto sobre las negociaciones que encaró con González García,
como así también sobre la supuesta sugerencia de incluir a Sigman en la
operatoria. “Eso no pasó”, indicaron a LA NACION desde el laboratorio.
Las declaraciones de Bullrich, sin embargo, podrían provocar
la apertura de una investigación en los tribunales federales de Comodoro Py,
donde la hoy titular del Pro sostuvo por televisión que se confirmarían sus
dichos. “Lo tienen que investigar los fiscales de la Nación. Si llaman a las
personas de Pfizer, ellos van a decir la verdad y no van a mentir como nos
miente el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Ahí, el pueblo argentino va a
saber que el gobierno decidió que continuaran las muertes en Argentina”.
Desde el laboratorio, sin embargo, calificaron los dichos de
Bullrich como un intento más por generar confusión en la sociedad, en línea con
otras versiones que circularon durante los últimos meses sobre supuestas
presiones para que Pfizer negociara con el camionero Hugo Moyano o una empresa
de logística.
Por el contrario, tanto desde la empresa como desde la Casa
Rosada coincidieron en que las negociaciones para acceder a las vacunas “siguen
abiertas” y que el escollo es, hoy, legal. En particular, por la sanción de una
ley que, con el voto oficialista y opositor, determinó que el Estado podía
acordar condiciones de indemnidad patrimonial para los laboratorios, salvo
“aquellas originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o
negligencia”, publicó La Nación.
“Hoy ese escollo jurídico es insalvable”, indicaron desde la
Casa Rosada a este diario, “pero estamos trabajando para superar ese problema,
firmar con Pfizer y acceder a las vacunas”, indicaron.
Mientras buscan destrabar esa negociación, la ministra de
Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini viajaron a
México para evaluar los avances en la producción de vacunas de AstraZeneca, que
incluyó una etapa inicial de producción local, en el labotarorio mAbxience, del
Grupo Insud, de Hugo Sigman
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