28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGBT
El Día Internacional del Orgullo LGBT, también conocido como Orgullo Gay, se celebra cada 28 de junio desde 1970 en conmemoración de los disturbios de Stonewall en Estados Unidos. En la madrugada del 27 al 28 de junio de 1969 tuvo lugar una redada policial en el Stonewall Inn, un local nocturno de Nueva York frecuentado por personas homosexuales, trans y racializadas. Lo que comenzó como un control habitual se convirtió en una batalla campal contra los agentes que motivó más protestas de la comunidad LGBT en los días posteriores.
¿Qué pasó en el Stonewall?
El Stonewall Inn, en el barrio neoyorquino de Greenwich
Village, había sido transformado en un local clandestino para homosexuales a
finales de los años sesenta. Estaba regentado por una mafia que sobornaba a
policías para que ignorasen las actividades del local y avisaran de las redadas
con antelación. Sin embargo, agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas
de Fuego irrumpieron en el establecimiento la madrugada del 28 de junio con
sospechas de que allí se vendía alcohol sin licencia y de que los dueños habían
corrompido a la policía.
Los agentes comenzaron a pedir los documentos de identidad a
los presentes, entre ellos la mujer trans Sylvia Rivera y sus amigas. Todas
iban vestidas con ropa femenina, pero las detuvieron porque la ley dictaba que
debían llevar al menos tres prendas del sexo que constaba en sus documentos de
identidad. Los asistentes comenzaron a negarse a mostrar su documentación o a
que se les inspeccionasen los genitales para verificar su sexo, y mientras se
producían los primeros arrestos, la multitud se rebeló contra los agentes, que
tuvieron que refugiarse en el interior del local a esperar refuerzos. Tras
varias horas, los antidisturbios consiguieron sofocar la reyerta.
Sin embargo, uno de los asistentes, Mark Segal, escribió con
tiza en los alrededores del local “Tomorrow night Stonewall” (‘Mañana por la
noche en el Stonewall’) para convocar una concentración que la policía reprimió
con violencia. Lejos de desalentarse, se organizaron nuevas protestas la semana
siguiente. Ese año se celebró el último “recordatorio anual” por los derechos
LGBT, protestas que se celebraban desde 1965 todos los 4 de julio, día de la
Independencia estadounidense, para recordar que las personas LGBT no gozaban de
plenos derechos. A partir de 1970, los recordatorios fueron sustituidos por las
marchas del Día del Orgullo del 28 de junio en Nueva York, que empezaron a
replicarse en otras partes del mundo un par de años después.
Una lucha vigente
El impacto de los disturbios de Stonewall fue casi
inmediato: las personas LGBT dejaron de esconderse para luchar por su
aceptación en el espacio público y crearon asociaciones como el Frente de
Liberación Gay o la Alianza de Activistas Gays, que marcarían el movimiento de
liberación LGBT. Los años cincuenta y sesenta en Estados Unidos habían sido muy
restrictivos contra las personas LGBT, que eran tratadas como criminales y
trastornadas mentales. No podían trabajar para el Estado ni ejercer la
medicina, la enseñanza o el derecho. Además sufrían acoso, abusos y asesinato,
y muchas vivían en la calle y se veían obligadas a ejercer la prostitución.
El movimiento LGBT es ahora global. Tanto el Stonewall como
quienes estuvieron allí el 28 de junio de 1969 se han convertido en símbolos, y
algunos protagonistas de la noche —Sylvia Rivera, Marsha P. Johnson o Mark
Segal, entre otros— se han dedicado al activismo. En el 50º aniversario de los
disturbios, en el Día del Orgullo 2019, la policía de Nueva York se disculpó
por lo ocurrido aquella madrugada.
Las personas LGBT aún sufren discriminación en muchos
apectos de sus vidas. La protección legal de la orientación sexual solo es
notable en Europa, América y en los grandes países de Oceanía. Mientras tanto,
la homosexualidad aún es ilegal en más de setenta países, sobre todo de África,
Oriente Próximo y el sur de Asia. Gabón ha sido el último en despenalizarla, en
2020, pero todavía se castiga con la muerte en Mauritania, Arabia Saudí, Irán,
Afganistán o Brunéi, donde desde 2019 las personas homosexuales pueden ser
lapidadas hasta la muerte. En el caso de las personas trans, la Organización
Mundial de la Salud no retiró la transexualidad de su lista de enfermedades
mentales hasta 2018.
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