3 de junio: “Ni una menos”
Como cada 3 de junio, las mujeres dan este feroz grito. Desde la secretaria de genero de la CTA de los trabajadores de Entre Ríos, se envió una nota a 7Paginas, para generar conciencia.
Seguimos construyendo redes y unidad entre las y les
trabajadores A más de un año de la aparición de la Pandemia, la situación
endémica de la violencia machista y la explotación capitalista, sigue
exponiendo para muchas, la violencia de género y femicidios.
La pobreza y la desigualdad estructural, el trabajo precario
y la desocupación, han empeorado esta situación que ha relegado a las mujeres a
seguir asumiendo y profundizando las tareas de cuidado a tiempo completo sin
ninguna remuneración.
La lucha contra la violencia de género hacia mujeres y
disidencias en nuestra sociedad demanda, aún, políticas públicas, integrales y
efectivas.
-REFORMA JUDICIAL FEMINISTA. Exigimos una justicia
antipatriarcal, popular y feminista con jueces y fiscales con perspectiva de
género. El Poder Judicial, como uno de los poderes del Estado debe dar
respuesta a las demandas de justicia de las mujeres y disidencias, con rapidez,
accesibilidad, claridad. Es urgente que el Poder Judicial escuche a las mujeres
y disidencias, protegiéndonos y cumpliendo su rol de garante de nuestro derecho
a una vida digna. No queremos más su persecución política a líderes y lideresas
sociales.
Queremos una justicia cercana al pueblo y lejos de los
poderes fácticos y económicos.
Reforma de las Fuerzas de Seguridad. Denunciamos que la
policía sigue desestimando las denuncias de cientos de mujeres, lesbianas,
travestis y trans y no respeta los protocolos de actuación frente a un caso de
violencia de género o frente a la desaparición de las mujeres.
-TRABAJO SIN VIOLENCIA Y ACOSO. El acceso al trabajo y con
derechos para todas y todes son fundamentales para asegurar la autonomía
económica y poder de decisión sobre nuestras vidas. Una política de
erradicación de la violencia de género en nuestra sociedad debe dar centralidad
a la eliminación de las exclusiones, desigualdades y violencias en el mundo del
trabajo.
Legislación y regulaciones específicas para la prohibición,
sanción, prevención y erradicación de la violencia de género y acoso en el
mundo del trabajo, de acuerdo a los parámetros establecidos en el Convenio 190
y la Recomendación 206 de la OIT, ratificados por nuestro país, que amplían el
concepto de mundo del trabajo y reconocen la incidencia de la violencia doméstica
en la situación laboral de mujeres y diversidades.
Licencias para mujeres y disidencias en situación de
violencia de género y acoso en todos los sectores y asistencia integral para
elles y sus hijes.
Políticas efectivas de prevención. Ley Micaela en todos los
ámbitos del trabajo, la política, la justicia, el sindicalismo.
-Educación Sexual Integral y plena implementación de los
programas de prevención y acompañamiento en todo el territorio nacional.
Exigimos el acceso a la IVE sin obstáculos en todo el país.
Su implementación efectiva junto al cumplimiento de la ESI es nuestra garantía
de acceso a nuestro derechos sexuales y reproductivos. Exigimos la liberación
de las mujeres presas por abortar.
-Para las maternidades deseadas, exigimos la ampliación de
licencias por maternidad y denunciamos como una forma más de violencia laboral obligarnos
a los cuerpos gestantes a retornar a los puestos de trabajo en tiempo
excesivamente antes del recomendado por la OMS para la continuación de la
lactancia materna deseada, empujándonos a situaciones de estrés que dificultan
la misma.
También exigimos, la implementación de lactarios seguros
donde continuarlas. Y, consideramos, fundamental revisar los días de licencia
para las parejas de las maternidades deseantes que refuerce la
corresponsabilidad en las crianzas.
-Necesitamos que el derecho a la vivienda sea una realidad
efectiva. La pandemia dejó en evidencia que el “quédate en casa” tiene
distintos significados según el estrato social al que se pertenece.
Necesitamos una política habitacional que, frente a la
especulación inmobiliaria, habilite el derecho a la vivienda y que priorice
programas de vivienda para las mujeres y disidencias en situación de violencia
por razones de género.
-TRABAJO, PRODUCCIÓN, INGRESOS. La recuperación económica y
social requiere más trabajo digno, ingresos que permitan acceder a los bienes necesarios
para la vida, y desarrollo de la producción nacional.
Es imperioso poner coto a los grupos económicos que
controlan la formación de precios y asegurar la recuperación del poder
adquisitivo de salarios, jubilaciones y, en general, de los ingresos de les
trabajadores.
Paritarias libres y Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil
con participación de todos los sectores, son herramientas fundamentales para
nosotres.
- DERECHO AL TRABAJO Y TRABAJO CON DERECHOS para todes.
Remover los obstáculos que excluyen del empleo a mujeres y diversidades, o que
nos colocan en las posiciones inseguras y precarias del mundo del trabajo.
Por el reconocimiento pleno, como tal, a nuestras compañeras
trabajadoras sexuales. Ley de cupo y políticas de inclusión laboral
travesti-trans.
Infraestructura y servicios públicos de cuidados; normativa
que garantice licencias y dispensas por cuidados; condiciones y ambientes
laborales seguros para la salud psico-física de les trabajadores;
formalización, jerarquización, profesionalización.
-Reconocimiento laboral y salarial para las trabajadoras y
les trabajadores que realizan trabajos de cuidados comunitarios.
Ampliación de la moratoria previsional para permitir el
acceso a la jubilación de quienes no han podido realizar aportes, que siguen
siendo mayoritariamente las mujeres e identidades feminizadas.
-REFORMA TRIBUTARIA EQUITATIVA que garantice la justa
redistribución de la riqueza y financie las políticas de Estado y a una nueva
matriz productiva que repare las desigualdades y garantice derechos.
Nuestra consigna de “Trabajadoras somos todas” es una
afirmación política. Pone de manifiesto la desigualdad estructural pero también
el encuentro que ha permitido superar en unidad, el retroceso que significó el gobierno
neoliberal anterior y la pandemia actual.
Hoy volvemos a decir “Ni una menos”
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