Antonio Silio va a fondo


El atletismo lo empujó a dejar su Nogoyá natal, donde vivía junto a sus padres y ocho hermanos, por Buenos Aires. Luego se fue vivir a España a conocer el mundo corriendo y dejando marcas aún hoy vigentes

"Yo voy a morir sin saber si podría haber ganado una medalla olímpica. Es una duda que tendré toda mi vida. Muchas veces no podía explicar a la prensa por qué no lograba una medalla. Yo sabía por qué era. Sabía cuál era el plus que los otros atletas tenían, pero no podía explicarlo a nadie. Estaba muy solo y no tenía apoyo. Yo corría para un club europeo, pero no era uno de ellos. Era un sudamericano que se metía entre ellos. Cuando fui subcampeón del mundo en Inglaterra nadie esperaba eso. Después de la carrera me hicieron un control antidoping, y al llegar a España vi en el aeropuerto que estaban esperándome para hacerme otro. Ellos sabían que yo estaba limpio y no entendían cómo les había ganado a sus atletas. El doping era un tema tabú en esa época; por suerte hoy está todo más controlado y se habla más del tema. Ésa fue una gran ventaja que di".

Antonio Fabián Silio desde Guadalajara, España, donde vive con Jaqueline y sus hijos Nahuel y Matías, no levanta la voz, no gesticula. No necesita llamar la atención para que su palabra tenga peso propio. Es el mejor atleta argentino de las últimas décadas. Aún hoy, tiene los récords nacionales de 5.000 y 10.000 metros de pista, 10 y 15 kilómetros de campo, media maratón, 25 y 30 kilómetros y maratón.


Todo lo que tuvieron que vivir los atletas argentinos para poder viajar al Sudamericano de atletismo que se realizó finalmente en Ecuador, le removió muchísimos recuerdos al ex atleta entrerriano. A pesar de que ha pasado mucho tiempo desde entonces, hay cosas que siguen doliéndole como aquel día, por eso no quiere que otros atletas tengan que vivir lo que él vivió. "Ese problema que tuvieron los atletas del Sudamericano en Ecuador es un problema que se viene arrastrando. Ya desde cuando yo corría no había apoyo o solamente para algunos contados con los dedos de las manos.

Yo creo que esto va a seguir pasando, mientras no haya una política deportiva. Yo siempre les digo a los atletas que cuando tienen cierto nivel se tienen que ir del país para seguir progresando porque si no, su carrera deportiva se puede ver afectada a muy corto plazo por falta de motivación, de ayuda, y esto hace que el atleta deje, porque puede aguantar una o dos veces, pero si el atleta se está preparando y a la tercera o cuarta vez te niegan un viaje, la verdad que es muy difícil seguir”


- Vos en su momento tomaste la decisión de irte al exterior, ¿eso le molesto a la dirigencia?

- Siempre me facturaron el hecho de haberme ido solo a España, por mi cuenta, sin pedirle nada a nadie. Muchas veces no me pagaron becas, nunca tuve apoyo. Eso me afectó y mucho durante mi carrera. Fue un dolor que siempre tuve. Yo sabía que ellos querían verme fracasado, que me fuera mal. Eso es muy doloroso cuando viene de dirigentes del país de uno. Pero si no me hubiese ido a España, mi carrera habría sido una más. Habría tenido una trayectoria muy corta y a pesar de que han pasado mucho tiempo, parece que no se ha mejorado nada. Lo más lógico sería no meterme ni opinar cómo se maneja el atletismo argentino, total estoy a 10 mil km y tengo mi vida prácticamente encaminada. Pero nunca tengo que olvidarme del camino que tuvimos que recorrer y las dificultades que pasamos por no someternos a que te manejaran la agenda y nuestra planificación. Nunca nos vendimos por un par de zapatillas o un viaje y de esa forma comprar tu voluntad. Las oportunidades se las gana uno con el esfuerzo y siendo el mejor. Para mí no vale entrar por la puerta de atrás, porque tengas un amigo en la política que te soluciona los problemas y los demás tenemos que ser chupamedias del de turno. Las injusticias no me gustan y más cuando haces las cosas premeditadas y con un beneficio personal. Me gustaría que todos tuvieran las misma oportunidades y estoy dispuesto al diálogo si es que se busca una mejora del atletismo. Sino, nuestro deporte va a seguir estancado. Por eso hace rato vengo luchando, para que algo de todo lo que se generaba antes de la pandemia, en las carreras de running, se vuelque en los atletas que están comenzando. Yo creo que es ahí donde está la falla, porque uno se siente desamparado de ayudas económicas para viajes, para comprar calzado, para pagar un hotel. Cosas que yo tuve que pasar y me costó muchísimo”

En su Nogoyá natal, donde Silio tiene un monumento, tampoco dudó cuando tuvo que involucrarse en la lucha por el medio ambiente: una fábrica contaminaba con sus desechos a la ciudad y Antonio no eligió el silencio.

“Cuando me sumé a la lucha por el medio ambiente en Nogoyá, muchos quisieron sacarme de circulación. Hay muchos intereses económicos, no se respetaba nada y lo hacían con una impunidad total. Están contaminando nuestro planeta y muchos ni se hacían problema. No puede ser que una fábrica se instale a cualquier precio. Los gobernantes muchas veces miran para el costado. El Municipio y la provincia tienen que ser más rígidos para poder cambiar las cosas. Acá no se arregla con dinero, si se daña el medio ambiente nos perjudicamos todos”.

Gonzalo Cornago

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