Zanuttini: "Cada vez más nos aproximamos al desborde de nuestro sistema sanitario"
“Hay pacientes que ya han fallecido buscando una atención adecuada”, explicó el secretario de Políticas de Salud y Bienestar.
El secretario de Políticas de Salud y Bienestar de la
provincia, Guillermo Zanutini, describió la situación límite, casi de desborde,
de cuidados críticos de la provincia por el coronavirus. En una entrevista con
Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) el funcionario expresó su preocupación y
describió cómo se viene dando batalla en cada lugar, con un notorio cansancio
del personal.
—¿Cómo están viendo el panorama?
—La situación epidemiológica y sanitaria, como la social y
económica, es muy compleja. Se va complejizando, y sobre todo en las últimas
horas tenemos algunos signos que son dolorosos en términos de lo que está
ocurriendo asistencialmente, los pacientes que concurren a nuestros servicios o
que de alguna manera el primer nivel de atención intenta buscar en el diálogo
permanente que tiene con la comunidad. Se está tornando más doloroso, llevamos
más de 1.400 muertes en la provincia, casi 80.000 muertes en Argentina, esto
implica una cada cuatro o cinco muertes. Vemos que la situación no para, que
escalamos las últimas semanas. Si uno relata lo que ocurrió en las últimas
cuatro semanas, en términos muy sencillos, pasamos de 540, 640, a 850 y a 960
casos diarios en la última semana, y ya al día de hoy nuevamente tenemos más de
1.000 casos en la provincia y eso nos marca que cerca de 1.000 casos diarios en
nuestra estadística provincial nos dice son 22 aproximadamente los pacientes
que requieren algún servicio crítico, que requieren una unidad de terapia intensiva
para poder ser asistidos, y claramente la provincia no tiene esa capacidad para
poder brindar esa respuesta. A lo que estamos asistiendo estos últimos días es
justamente a la saturación de los servicios moderados y críticos, muchos
hospitales, clínicas y sanatorios han tenido que desplazar salas, han dejado de
hacer cirugías programadas y progresivamente y de una manera muy rápida los
pacientes con Covid han ocupado las camas, tanto en el sector público como en
el privado.
En relación a las unidades de terapias intensivas está claro
que el hospital público cada tres pacientes, dos resuelven el problema de la
patología Covid en los servicios públicos, y que a esta altura están
prácticamente agotados, no solamente en la región 1 que tiene a Paraná como epicentro,
sino también a las otras localidades. Hoy intentamos resolver con la región 4,
Gualeguay, Gualeguaychú e Islas, la situación crítica donde tenemos colmada la
capacidad de las dos Terapias de Gualeguay y Gualeguaychú, estamos viendo de
qué manera las pocas unidades de internación que nos quedaban en los dos
sanatorios locales podían ser de alguna manera ocupadas, y además gestionar el
traslado de pacientes de esa región a otras. No pudimos lograr la ubicación de
todos estos pacientes, hay pacientes moderados que requieren mucho más oxígeno
y otro tipo de asistencia, concretamente una unidad de terapia intensiva, que
todavía parte del equipo de Salud está gestionando. Pero estamos trabajando al
límite, ya nos ha pasado que en esta espera que se hace un poco prolongada no
encontramos la respuesta inmediata y hay pacientes que ya han fallecido en
Entre Ríos buscando un destino para una atención adecuada.
—¿Es el peor momento desde que empezó la pandemia?
—Claramente es el peor momento, nosotros definíamos que
estamos ente el límite de una atención muy crítica del sistema y una
saturación, un desborde, y cada vez más nos aproximamos a ese desborde.
—¿Hay esperanzas respecto al impacto del confinamiento más
extremo o habrá que profundizarlas?
—Siempre uno dice que si no se toman las medidas, las
tragedias a las que estamos asistiendo seguramente va a costar muchas más vidas
humanas y en consecuencia creemos que es necesario seguir profundizando, hay
algunas alternativas que se plantean como la intermitencia de medidas fuertes
para poder controlarlo. Tenemos una progresividad diaria que con medidas
inclusive estamos asistiendo a un freno pero muy limitado, además no podemos
sostener 1.000 pacientes diarios en Entre Ríos.
Quizás en otras provincias, con mayor desarrollo en la
capacidad del sistema sanitario lo pueden hacer, toleran tasas de incidencia
más alta que la que podemos tolerar nosotros, en consecuencia la preocupación y
la dedicación es enorme, y en esto uno siempre tiene que remarcar el esfuerzo
del recurso humano pero que obviamente también nos marcan la situación de
saturación, de cansancio, y en realidad cuando tenemos infectados, que en el personal
de salud se redujo muchísimo, pero nos cuesta muchísimo poder reemplazar y
ampliar con algunas unidades aunque sea para atender pacientes moderados.
—¿Cuánto demora en impactar el estancamiento de los casos,
en el eventual caso que se logre, en el sistema sanitario?
—Nosotros observamos en esta tercera ola, hoy tenemos 141
pacientes en terapia intensiva y había
nueve donde le teníamos que buscar alguna unidad porque hay un paquete de 270
unidades de terapia intensiva, pero no todas tienen capacidad para poder
abordar un paciente Covid. Se logró ampliar y equipar al máximo en términos de
capacidad instalada con respiradores, con bombas de infusión, con monitores,
con los equipos de recursos humanos necesarios pero al límite siempre, en el
subsector público.
Pero el subsector privado no ha podido extender mucho más,
hemos auxiliado, hay clínicas como la Clínica Crespo, el Sanatorio Americano de
Vilalguay, estamos trabajando con la clínica Uruguay para reforzar uno de los
aspectos que también se tornó crítico que es la disponibilidad de oxígeno y de
drogas que se utilizan en analgosedación, que son drogas que tienen distintas
drogas que combinadas tienen efecto anestésico, analgésico y de relajar, como
bloqueantes neuromusculares, y eso se ha constituido en un problema en las
últimas semanas en términos de accesibilidad en la provincia.
El panorama se va complejizando no solo por el número de
pacientes críticos, sino por los pacientes moderados que no tuvimos en absoluto
ni la mitad en enero, que fue el pico después de las fiestas, así que la
situación se torna bastante complicada en ese sentido. Obviamente que cuando se
toman medidas que restringen la circulación, restringen la propagación del
virus, en consecuencia vamos a tener menos pacientes infectados, y lo que
observamos en esta última ola es el acortamiento de los tiempos, tanto en la
evolución clínica de muchos pacientes, tiene que ver con que la población más
protegida en inmunización es la adulta mayor, y que eso tenga que ver con el
descenso de la edad de los pacientes que hoy están en terapias intensivas de la
provincia y de Argentina. Los tiempos se han acortado, tanto en la evolución
clínica que se complejiza porque se complican más rápidamente, como en los
tiempos que nos dan a nosotros tener un impacto con restricción de circulación,
y el alcance de la propagación que lo medíamos por la cantidad de pacientes
infectados que llegaban a hospitalizarse, eso también se ha acortado, así que
seguramente sin tener una escala de medición muy certera, estas medidas que se
tomaron de nueve días seguidos seguro que impactaron pero a nosotros, provincia
de Entre Ríos, claramente no nos ha alcanzado.
—Las víctimas fatales diarias aumentaron en el promedio
¿esto tiene que ver con el nivel de saturación del sistema?
—Cuando cualquier sistema se satura, los procesos que uno
puede medir en términos de calidad de atención, de muchos estándares
protocolizados, cuando observo cansancio en el personal, cuando dejo de tener
un enfermero cada dos pacientes y lo tengo cada tres o cada cuatro, obviamente
la calidad de intervención clínica, realmente se complica en esos términos. Una
cosa es trabajar con cuatro o seis pacientes y otra con doce al mismo tiempo.
—¿Falta mucho para que del grupo de riesgo de mayores de 60
años y personas con alguna enfermedad puedan recibir la primera dosis?
—Nosotros de los grupos de adultos mayores, de más de 70
años, de 60 a 69 años, tenemos una proporción muy alta, ya habíamos superado el
grupo de los esenciales de trabajadores de salud, en espacios cerrados, en
geriátricos y centros gerontológicos, todos los usuarios de esos servicios
logamos el 100% de cobertura, ahora estamos avanzando progresivamente, primero
en los grupos etarios de los mayores a los menores en los grupos de riesgo, y
hoy de la gente que está registrada en sistema, nosotros alcanzamos a casi el
68 o 67 -5 de la gente con factores de riesgo entre 18 y 59 años, que
obviamente varía de acuerdo a la capacidad que tienen los equipos locales.
—A nivel nacional se discute mucho qué pasa con la segunda
dosis, a los que ya les aplicaron la primera dosis y están en el plazo de los
tres meses ¿hay stock de segundas dosis?
—Con la escala de ingresos de vacunas hoy a la Nación,
estamos mucho más cerca de ir garantizándolo progresivamente, pero debemos
destacar si con una primera dosis el porcentaje de cobertura de que pueda
evitar infectarme es alto igual, si habla de un promedio del 80%, y lo más
importante es que es excepcional que estando vacunado tenga alguna forma grave
de la enfermedad. Hay algunas muertes incluso de personas que han tenido dos
dosis de vacuna, también tiene que ver la situación de salud preexistente, pero
hoy lo que uno busca con la inmunización es evitar las hospitalizaciones
moderadas y severas y la muerte.
—Con el nivel de vacunación que se está teniendo y las
medidas implementadas ¿Se puede estipular un tiempo para mejorar la situación,
hay que pasar el invierno?
—La situación que transitamos ahora en el Cono Sur, en
Argentina, en la provincia, es también muy particular porque estamos en pleno
ascenso de la curva de casos, estabilizamos todavía en un nivel alto todavía
con el comienzo del frío, todas las infecciones respiratorias agudas están a la
orden del día y por más que hoy predominan Coronavirus, hay otros virus que
aparecen. Pero en los meses de fríos es más difícil corregir.
Está claro que la vacuna es la gran luz que tenemos para
poder resolver el problema de la pandemia, lo que transita este momento de la
historia de la humanidad, lo compartimos entre todos con las posibilidades que
tenemos, hay países que recién empezaron a vacunar ahora con la ayuda de
organismos internacionales, no estamos en la cola del mundo y además el
Gobierno nacional ha hecho muchas gestiones para acceder rápidamente a las
vacunas como pocos países en el mundo.
Las luces son las vacunas y que hagan efecto rápidamente. Y
lo otro es la capacidad que tienen las sociedades de ser solidarios, pensar en
el otro, de poder cuidarse y cuidar, pero una sociedad tan injusta como la que vivimos ya
muchos hace tiempo perdieron la posibilidad de cuidarse a sí mismos, mucho
menos pueden cuidar al otro, entonces hay que ir reconstruyendo la trama social
que está muy resquebrajada en Argentina y que tiene impacto directo en la salud
y enfermedad de nuestro pueblo.
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