La importancia de los bioingenieros en el sistema sanitario
Como actual Director del Hospital Materno Infantil San Roque, en Paraná́, Entre Ríos, el Bioingeniero Hirigoyen destaca el rol fundamental de la profesión en las áreas de Salud, así como la importante revalorización de las incumbencias de la especialidad Bioingeniería para la Salud
El rol decisivo de la bioingeniería, la mirada integral
desde la ingeniería aplicada a la medicina y los sistemas de salud, en
contexto de pandemia
En el día de la bioingeniera y el bioingeniero,
entrevistamos al actual Director del Hospital Materno Infantil San Roque de
Paraná, Germán Hirigoyen.
- ¿Por qué estudiaste Bioingeniería?
En 1992 egresé de la escuela secundaria técnica en
Concordia y mi interés más allá de esta formación técnica, siempre se
inclinó hacia la medicina y áreas de la Salud. Encontré una carrera nueva, en mi provincia, más si consideramos
que los primeros ocho egresados en bioingeniería del país, en la Universidad
Nacional de Entre Ríos; lo hicieron el mismo año que concluí mis estudios
secundarios.
Además, en mi familia estaba muy marcada la cuestión del
estudio como sinónimo de crecimiento y oportunidades, el servicio a los demás,
de brindarse al otro, con mi padre óptico y mi madre maestra jardinera, así
como mi paso por el grupo scout, al que
también le atribuyo mucho de mi mirada y formación.
Y así fui el primero en recibir título universitario en mi
familia. Algo que no fue simple. No sólo por todo lo que conlleva estudiar
lejos de la comodidad del hogar paterno, amigos y afectos, sino por toda la
exigencia y los cambios propios que suceden mientras uno va creciendo, algo que
no está en ninguna cátedra o facultad, es uno con uno mismo, a los tumbos a
veces, pero obteniendo muchas herramientas para luego laboralmente enfrentar
determinadas situaciones. Como docente universitario y como estudiante en su
momento, hoy considero que realmente la formación académica debe relizarse
sin perder de vista la realidad laboral profesional concreta, porque muchas
veces existe un gran desfazaje, requiriendo mucha visión de campo y ante todo
ver aplicado lo que se teoriza. Porque justamente los Bioingenieros somos
profesionales en lo relacionado a cuidar y
preservar la vida y enfrentar diferentes situaciones o crisis para
alcanzar soluciones reales a problemas reales.
- ¿Cómo ha sido el trayecto una vez recibido de Bioingeniero?
Tuve la posibilidad de comenzar a trabajar aún siendo
estudiante, lo que permite forjar una mirada amplia en todo el campo
profesional al que un Bioingeniero puede dedicarse, que realmente es bastante
diverso. En mi caso en particular, hasta el día de hoy incluso soy docente
universitario, tanto en las Facultades de Ingeniería y Ciencias de la Salud de
la UNER, así como en las carreras de Medicina, Enfermería y Kinesiología de la
Universidad Adventista del Plata.
En verdad, estoy capacitandome constantemente, tanto para mi
función actual como Director del HMISR como en mi parte profesional privada
independiente y por eso mismo también me especialicé con un posgrado en
Higiene y Seguridad en el Trabajo, que como ingeniero especialista no sólo
tiene otras implicancias en ámbitos de salud públicos y privados, sino
también en todo lo que respecta a comercios, habilitaciones, correctas
instalaciones bajo normativas vigentes, medidas de seguridad y prevención en
diferentes rubros comerciales y de construcción, que en definitiva también
están asociados al buen funcionamiento y atendiendo a la prevención y el
cuidado de la vida. También tuve la oportunidad de trabajar y participar de
varios proyectos de telemedicina en el
exterior, durante muchos años, lo que también a nivel experiencia te otorga
otra visión para poder aplicar y mejorar en nuestro país.
- ¿Cómo es ser Director en el HMISR siendo Bioingeniero,
cuando generalmente son médicos?
Es un enorme desafío diario, si bien di mis pasos en el
Hospital San Roque primero realizando asesoría externa, luego como ingeniero
en el área de Higiene y Seguridad, luego como secretario técnico y ahora como
Director y parte del Equipo de Gestión, es muy trascendental para revalorizar
el verdadero rol del Bioingeniero en los sistemas de salud públicos y
privados, y una clínica, un hospital o cualquier tipo de efector de salud
puede gestionarse y administrarse desde otra mirada, que no sea exclusivamente
médica o de enfermería, sino que somos actores fundamentales y partícipes
esenciales por nuestra propia formación y considero que debería ser
obligatorio y ley que mínimo haya un profesional Bioingeniero para el correcto
y estricto funcionamiento y ante todo en lugares de toma de decisiones en cada
efector de salud. Muchas veces nos consultan o participan cuando se han
cometido varios errores de base que con nuestra especialidad y trabajando en
equipo con otras áreas no ocurrirían y también es desmitificar que la
profesión es meramente técnica ya que se poseen conocimientos avanzados de la
medicina y la ingeniería, suficientes para además dirigir y gestionar el recurso humano, que no es tarea
sencilla y más en instituciones donde una demora, un error administrativo o no
estar a la altura de las circunstancias es una vida en riesgo. La
responsabilidad del Bioingeniero se acrecienta, pero creo en esta pandemia se
ha tomado más noción de nuestra profesión.
Somos muchos los profesionales que abrazamos esta profesión
con compromiso. Hoy en el equipo directivo del
Hospital San Roque participamos dos Bioingenieros, junto a Rodolfo
Ramirez , como secretario técnico, y en plena pandemia continuamos un proyecto
de trabajo sostenido, pero también con nuestra propia impronta profesional y
en el caso que otros efectores lo requieran brindamos colaboración,
asesoramiento y capacitaciones, ante todo en este momento tan complejo para
todos, donde también hay desgaste y cansancio general, pero donde no se puede
bajar la guardia. También en el área de bioingeniería del HMISR se
desempeñan otros Bioingenieros (Javier Pussetto y Paulo Cherbiy) que integran el Servicio de
Electromedicina. Así como poco a poco otros efectores de salud de la provincia
vienen ampliando su mirada y ante la necesidad de modernizar y atender lo
urgente es útil contar con bioingenieros en las gestiones de salud pública y
privadas.
Quiero en este punto resaltar, que así cómo esta pandemia
no es la primera que conoció el mundo, sí es la primera en la que la
Bioingeniería tiene un papel fundamental y protagonista. No somos médicos,
pero trabajamos a la par, no somos un número más de ingenieros en un
hospital, no somos enfermeros ni camilleros, pero no bajamos la guardia, no
somos mantenimiento ni servicio técnico, pero la mayoría no podemos hoy estar
en casa, para que otros sí puedan estar. Entre Ríos es una de las pocas
provincias donde los bioingenieros por ley somos personal de salud.
- ¿Considerás entonces que este rol clave de la
bioingeniería en este contexto actual de pandemia los ha hecho más visibles?
Creo firmemente que los bioingenieros somos parte esencial y
sumamente importante del sistema de salud. Quizá hoy se ha cobrado más
notoriedad y reconocimiento por la valoración en el trabajo que sobre exige la
pandemia de coronavirus, que muchas veces parece que todo colapsará
irremediablemente, pero hay quienes profesionalmente y a veces de manera muy
silenciosa y sin aplausos o sin comprenderse exactamente la función, realizan
una enorme tarea y se hacen malabares para que todo funcione de la mejor
manera, en el uso de ventiladores mecánicos y su correcto funcionamiento, en
las instalaciones del preciado oxígeno, en la disposición de equipamiento y
derivaciones y un sinfín de tareas que más allá de lo propio de la
actividad, hoy la pandemia exige que se dé en otros tiempos y de maneras
estrictamente seguras. Por eso hoy en nuestro día, pero también los
restantes, es importante visibilizar y remarcar la importancia en SALUD de la
profesión y tener en cuenta que quienes nos desempeñanos en este campo
trabajamos con el objetivo de garantizar el correcto funcionamiento no sólo de
un equipo sino de todo el sistema de salud de manera conjunta con el resto de
los actores que lo conforman. Centrados en la tecnología para la salud, a
través del trabajo interdisciplinario, asesorando en el uso de nuevas
tecnologías e insumos aplicadas en
medicina y buscamos crear soluciones integrales, creativas e innovadoras para
resolver los diferentes problemas relacionados con el buen funcionamiento de
las instituciones de salud. Porque la gestión, la instalación, el
mantenimiento y garantizar el buen funcionamiento de todo lo que respecta a la
vida y salud de la población es lo
urgente en nuestra profesión, con o sin pandemia. Por eso creemos que cada
centro de salud público o privado debe contar con al menos un Bioingeniero
prestando sus servicios profesionales y aún hoy en día no existe ese requerimiento
para el correcto funcionamiento de un efector de salud. Esto también
permitiría que cualquier persona pueda conocer y hacer constar en su historia clínica, por ejemplo,
el equipo médico de diagnóstico y/o tratamiento que fue utilizado en su caso,
la vida útil de los equipamientos, los servicios técnicos obligatorios y si
se cumplen las normas dentro de parámetros nacionales e internacionales etc.
Y reitero, hoy no es una profesión tan nueva, pero ahora
más que nunca se comprende la importancia de la especialidad, se busca el
asesoramiento indicado en el campo y se valora el rol profesional para que en
cada hospital o servicio de salud cuente con la palabra de un bioingeniero
matriculado, reconociendo más que nunca la relevancia en materia sanitaria de
contar con profesionales bioingenieros, comprometidos, articulando diversas
actividades con el resto de los efectores de Salud que lo requieran.
Y esto no es solamente frente a la emergencia sanitaria como
la que vivimos hoy, donde es destacable la participación activa de los
bioingenieros en diferentes grupos de trabajo, a disposición de manera
directa, sino que somos un eslabón imprescindible ante cualquier mirada
integral en medicina, conformando un grupo humano responsable con los avances
tecnológicos en salud, higiene, seguridad, asesorando de manera técnica,
científica y ante todo humana.
Dato
El 3 de julio de 1992 se produce en nuestro país, la
primera colación de Bioingenieros de la Facultad de Ingeniería perteneciente
a la Universidad Nacional de Entre Ríos, con ocho egresados; fecha en la que
desde entonces se celebra el "Día del Bioingeniero".
De esta manera, Latinoamérica fue vanguardia en los inicios
de la formación académica de los bioingenieros y así nuestra provincia
impulsó y dió a conocer a bioingenieros que desde diferentes áreas trabajan
y continúan especializándose para la mirada integral en la salud de acuerdo a
las necesidades de la sociedad.
Fuente: Prensa UNER Gualeguaychu
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