¿Quién es Monseñor Rösch?


Paseando por la ciudad de Concordia, precisamente en Villa Zorraquin, nos encontramos con una arteria muy importante que lleva el nombre de este personaje, Avenida monseñor Rösch, aquí los interrogantes ¿Quién es? ¿Qué hizo? ¿Por qué esa calle lleva su nombre?

Su santidad san Juan XXIII crea el 10 de abril de 1961 la diócesis de Concordia. Porción del Pueblo de Dios que abarca los departamentos Concordia, Federación, Colon, Federal y San Salvador, nombrando como primer obispo al Padre Ricardo Rösch, hasta ese entonces párroco de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Goya en dicha localidad Correntina.

Es consagrado Obispo en Goya, Corrientes, el día de Cristo Rey, el 29 de octubre de 1961, el obispo consagrante fue el Arzobispo Correntino Monseñor Francisco Vicentín y los co-consagrantes fueron los obispos de la Arquidiócesis de Paraná, Monseñor Zenobio Lorenzo Guilland y el obispo de posadas monseñor Jorge Kemerer.

Asistieron muchos obispos y sacerdotes a la ceremonia de consagración, así como una gran porción de fieles de la nueva diócesis de Concordia, quienes viajaron por tren hasta la segunda ciudad de la provincia de Corrientes para acompañar a su primer padre y pastor.

Toma posesión de la diócesis de Concordia el sábado 18 de noviembre de ese mismo año.

Es recibido por el intendente Esteban A. Gomez en el edificio municipal y de más autoridades civiles, militares y religiosas, trasladándose desde e allí bajo Palio a su Iglesia Catedral.

En el atrio del templo matriz se lee la bula de nombramiento como primer obispo de Concordia, ingresa a la catedral San Antonio de Padua de la Concordia bajo palio y se canta el Te Deum.

El domingo 19 de noviembre de 1961 a las 8 de la mañana celebra por primera vez la Santa Misa en su Iglesia Catedral y matriz con comunión general, a las 10h se realiza el solemne pontifical y el almuerzo al medio día.

Desde esos días planta su corazón en su nueva familia diocesana, hasta su Pascua en la madrugada del 21 de agosto de 1976.

A 45 años de su pascua podemos decir que sigue vivo en medio de su pueblo, de sus diócesis. Verdadero hombre de Dios, confiando siempre en la Providencia divina, funda escuelas, crea parroquias, recorre su diócesis como Apóstol, misionero incansable.

Preocupado por la integridad del hombre, de quien no hace distinción de credo, raza o condición social, funda  el (I.P.C.) Instituto del Profesorado de Concordia, para dar una educación integral, formar intelectual y humanamente a los miembros de la sociedad.

Crea el seminario diocesano en pos de la formación sacerdotal, formación de pastores para guiar al pueblo de Dios, “Pastores con olor a ovejas”.

Ocupándose de la niñez y adolescencia lleva a delante el hogar escuela Juan XXIII, que albergará niños de escasos recursos, de la calle y adolescentes, quienes reciben formación en valores humanos y sociales, pero sobre todo reciben amor y cariño. No pasaba día sin que visitara esta obra para estar con ellos un rato de la jornada.

Su lema episcopal reza “Lejos de mi gloriarme sino en la Cruz”, sin dudas que desde pequeño vivió el suplicio de la Cruz, en la pobreza de la pos guerra, la inmigración a nuestro país, la inculturación en la región Guaraní, posteriormente su desarraigo para estudiar en Roma, luego el corte con su parroquia para enraizarse en la que será su nueva casa, su amada diócesis de Concordia.

Nace en Marktredwitz, Baviera alemana, el 12 de octubre de 1911, bautizado el día 23 de ese mismo mes y año en la parroquia del pueblo dedicado a San José. En esta su Alemania natal conoce el dolor, la pobreza y el hambre, causas de la guerra.

Llegan a Argentina en el vapor general Mitre al puerto de Buenos Aires, de allí viajan a Eldorado, provincia de Misiones, donde se radican. Trabaja en los yerbatales, la cosecha del Tung, la huerta, la cosecha de Mandiocas, ayuda en el negocio familiar, el almacén de los Rösch. En esta realidad va madurando su vocación sacerdotal y se va despertando ese amor al ser humano, amor que se funde en la Gloria de la Cruz de Cristo.

En el año 1933 comienza su formación, para la diócesis de Corrientes, en el seminario de Villa Devoto, en Buenos Aires. Fue acreedor de una beca para continuar sus estudios en Roma, donde recibe las ordenes menores y en 1939 es consagrado sacerdote. En este periodo conoce al Padre Pio, con quien mantiene charlas y al que visita esporadicamente, siendo Obispo vuelve a encontrarse con este santo a quien presenta sus hermanas Dominica y Alfonsa, religiosas de la Tercera Orden Franciscana Educacionista.

Ya sacerdote, regresa a su diócesis de Corrientes, donde es destinado como teniente cura en la localidad de Bella Vista, al cabo de unos años es nombrado párroco de la ciudad de Goya, donde recibe el nombramiento y consagración como primer obispo de Concordia.

Solía decir “CON LA ESPERANZA PUESTA EN DIOS EMPRENDAMOS CAMINO”, creo ese es su legado para nuestra diócesis.

Hombre de Dios, conocedor del sufrimiento humano en primera persona, preocupado y ocupado por la integridad del prójimo, profeta, visionario, ecuménico, pobre, humilde, trabajador, padre y pastor, este es Monseñor Ricardo Rösch.

SE DETUVO EL TIEMPO

 

Se detuvo el tiempo,

Paró el viejo reloj.

Pascua para el cristiano,

Paso de esta vida a Dios.

 

Fue un 21 de agosto,

De invierno y desazón,

A las 4 de la mañana,

Voló tu alma junto tu Amor

 

Madrugada silenciosa,

Antes de salir el sol,

No te encontró dormido

Si no despierto frente el Señor

 

Lucero que iluminas

La fría noche del dolor

Noticia que el alba trae

“Se durmió monseñor”.

 

Dormido te quedaste

Querido Padre y Pastor

Dormido cual abuelo

Monseñor Ricardo Rösch

 

Pbro. Pablo Andres Mendez

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