Congelamiento de precios: por qué no funcionará en almacenes, autoservicios y cadenas del interior del país
Los nuevos precios máximos hasta enero para 1.432 productos sólo se cumplen en las grandes cadenas, y a costa de tironeos con los proveedores. Tampoco funcionan en los mayoristas
En las últimas horas, la subsecretaria de Comercio Interior,
Débora Giorgi, comenzó a recibir pruebas fotográficas de que el congelamiento
de 1.432 productos de consumo masivo hasta enero, dispuesto a través de la
resolución 1050, no se está cumpliendo, ni podrá hacerlo, en la mayoría de los
puntos de venta del país. A diferencia de las grandes cadenas de supermercados,
que ya están aplicando los nuevos valores -aunque con problemas de oferta en
muchos casos-, los nuevos precios máximos establecidos unilateralmente por el
Gobierno lejos están de poder verse materializados en los comercios de
cercanía. Ni siquiera se encuentran en muchos locales mayoristas, reconocen en
el propio sector.
Los valores de los ítems del listado que se encuentran hoy
en estos comercios de venta por mayor son más altos que los de la lista
oficial, a los que deberían venderse al público en todos los canales. “No los
podemos poner ni los vamos a poner. Si no, nos vamos a fundir. Mi negocio me
genera gastos también. Tengo que juntar para pagar los impuestos, los costos
fijos”, planteó, molesto, a Infobae el presidente de la Federación de
Almaceneros bonaerense (FABA) y vicepresidente de la Confederación General Almacenera
(CGA), Fernando Savore.
Así como los almacenes no pueden cumplir con el programa
“Súper cerca”, lanzado por la ex secretaria de Comercio, Paula Español, Savore
afirmó que tampoco pueden fijar los nuevos precios máximos y enumeró varios
ejemplos de productos, que le envió al Gobierno, para demostrar la
imposibilidad de cumplir con la norma. Tal es el caso del kilo de azúcar
Ledesma Superior, que debería comercializarse al público a $73,30, pero que a
ese precio lo venden los mayoristas, por lo que no les queda margen a los
almacenes. Otro ejemplo: el Fernet Branca de 750 cc se ofrecía ayer en un
mayorista de los grandes a $642 (comprando más de 3 unidades), mientras que el
valor máximo impuesto por el Gobierno para el público asciende, en Buenos Aires,
a $609,38. Es decir que un almacenero debería comprarlo bastante más caro que
lo que lo tendría que vender. Inviable, aseguran en el sector. Y se lo están
advirtiendo al Gobierno.
Mientras tanto, continúa la puesta en escena del Gobierno
para mostrar que hace todos los intentos tendientes a lograr un amplio
cumplimiento de la resolución. De hecho, el secretario de Comercio, Roberto
Feletti, se reunió este miércoles con las grandes cadenas de comercialización mayoristas
del país para avanzar en la coordinación e implementación de la norma. Según
remarcó la cartera productiva en un comunicado, “el objetivo de la reunión fue
plantear un trabajo en conjunto con las cadenas mayoristas para garantizar que
los comercios de cercanía, como autoservicios y almacenes, no vean afectados
sus márgenes de ganancia y puedan ofrecer la canasta ampliada del programa
Precios Cuidados”.
Feletti les expresó que deben retrotraer los precios de los
productos que contiene la nueva canasta al 1° de octubre y que durante 90 días
deberán operar con ese listado de precios fijos, para que los comercios
minoristas y las cadenas más chicas no se vean perjudicados. “Queremos que esa
canasta se cumpla en todo el país”, remarcó el funcionario. Pero el problema
es, por un lado, que hasta los mayoristas hoy tienen dificultades para vender a
los precios establecidos debido a las duras negociaciones con los proveedores
(lo mismo que les sucede a las cadenas) y, por otro, que muchos de ellos venden
al mismo precio a una familia que a un almacén. Nunca podrían comercializar al
consumidor final al mismo valor.
““No los podemos poner ni los vamos a poner. Si no, nos
vamos a fundir. Mi negocio me genera gastos también. Tengo que juntar para
pagar los impuestos, los costos fijos” (Fernando Savore)
“Al almacenero no le dan los números para vender a esos
precios”, se sinceró Santiago Tarquino, mayorista de la ciudad de Córdoba. El
dueño de Tadicor reconoció que de los 1.432 productos de la lista sólo comercializa
600, de los cuales en cerca de 430 tienen precios por debajo del listado
oficial -no tanto para que el almacén le ponga su margen y pueda cumplir con
los precios máximos- y con los restantes se comenzó un trabajo con los
proveedores para intentar reducirlos. “Hay empresas que decidieron acompañar
con todos los productos, otros con una parte. Pero si nos cuesta a nosotros
llegar a esos costos, y compramos directamente a las fábricas, mucho más al
almacén, que nos tiene a nosotros como intermediarios”, manifestó el
empresario.
A su vez, precisó que las compañías que redujeron el precio
les avisaron que en principio será por un mes -el congelamiento dura hasta
enero-, lo que ratifica lo que comenzó a trascender en los últimos días
respecto de las expectativas que tienen las compañías de poder renegociar los
precios una vez transcurridas las elecciones. Según explicó Tarquino, algunos
proveedores están concediendo descuentos para poder alcanzar los precios del
listado oficial y a su vez ellos resignan algo de margen. Pero admitió que hay
productos en los que están más complicados.
El cumplimiento del congelamiento se limitará a las grandes
cadenas, que son las más expuestas pero que apenas representan el 30% del
consumo masivo
Por su parte, desde la Cámara Argentina de Supermercados
(CAS), que nuclea a las cadenas regionales, plantearon que “muchos productos no
pueden comercializarse porque, o están discontinuados, cambiaron el código, o
porque el costo no les da, por lo que tendrían que vender a pérdida”. En
promedio, los ítems que pueden comercializar son aproximadamente 600.
Representantes de la entidad y de la Federación Argentina de Supermercados y
Autoservicios (FASA) también mantuvieron este miércoles un encuentro con Giorgi
en el que le explicaron las dificultades para cumplir con la resolución 1050,
pero la subsecretaria les pidió expresamente que trasladaran el pedido del
Gobierno a proveedores, distribuidores y mayoristas. Remarcó que se realizarán
inspecciones frecuentes que, en el caso del interior, quedarán a cargo de los
gobiernos provinciales.
En definitiva, el cumplimiento del congelamiento se limitará
a las grandes cadenas, que son las más expuestas pero que apenas representan el
30% del consumo masivo, con 3.000 tiendas en todo el país. El 70% restante se
reparte entre 18.000 autoservicios, 80.000 almacenes, 220 mayoristas
generalistas y 80.000 kioscos.
Infobae
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