En Concordia, las fiestas clandestinas llegaron para quedarse

Hace una semana el gobierno municipal habilitó los eventos sociales y los boliches bailables hicieron su primera prueba de inicio. La noticia es que dicha flexibilización no desalentó el número de fiestas clandestinas que se organizan desde las redes sociales.

A modo de gráfico, se debe mencionar que la apertura de los boliches bailables tiene dos grandes limitaciones que alientan a la continuidad de los encuentros clandestinos, ya que solo se permite un aforo del 50% y el cierre es a las 3 AM; hora en que los jóvenes ingresaban antes de la pandemia.   

Las famosas Clandes, que se organizan de manera improvisada en lugares como casas alquiladas, campos o en algún patio o garaje dentro de la ciudad, llegaron para saciar el espíritu de rebeldía en unos y en otros, el desafío de enfrentar las políticas sanitarias contra el Covid, además de revelarse a las restricciones de las prolongadas cuarentenas.  

En todos los casos, el común denominador es que las mismas no cuentan con ningún tipo de seguridad de ninguna índole, situación que es aprovechada por adultos para participar de las mismas, y el desenlace de una u otra pelea callejera entre menores, alterados por el consumo descontrolado.

En su mayoría, la publicidad de estos eventos se realiza a través de las redes sociales, donde se dan a conocer ciertas condiciones como la ubicación, el costo de entradas y si hay que concurrir con bebidas. En algunos casos anticipan que habrá una barra de tragos y el valor de cada uno de ellos.

De más esta mencionar que, en estas fiestas clandestinas, los descontroles se amplifican y esto termina de seducir más a los jóvenes, porque no tiene que esconderse para consumir sustancias prohibidas y sobre todo porque terminan siendo menos costosas que concurrir a un boliche bailable.

Cabe mencionar que las capturas publicadas en esta nota son actuales.

(7Paginas)