Fue dada por muerta por su ex pareja luego de una golpiza, la salvó su hija de doce años


Maru D. vive en San Lorenzo provincia de Santa Fe, tiene 27 años y tres hijos. El hombre tenía restricciones y denuncias por violencia desde el 2018

A menudo el infierno está más cerca de lo que se supone. María José D., de 27 años y a la que todos llaman Maru, lo vivió. La tarde del miércoles pasado Juan José B., su ex pareja y padre de dos de sus tres hijos, fue hasta su casa en el barrio José Hernández de San Lorenzo: la golpeó brutalmente hasta darla por muerta y luego la envolvió en una sábana y la dejó debajo de la cama. Toda la escena fue observada por M., la hija de 12 años de Maru, que también fue golpeada por su ex padrastro. La niña esperó a que el agresor saliera de la casa de Pedriel al 600 y luego sacó como pudo a su madre de debajo del mueble, en donde yacía en medio de convulsiones. La mujer está en su casa y en contacto permanente con Fiscalía, a cargo de Juan Ledesma, y está aterrorizada.

La historia brutal, que terminó con Maru internada, comenzó la mañana del mismo miércoles. El domingo, mientras Maru estaba en la casa donde fue agredida, la que comparte con sus tres hijos de dos, seis y doce años y con su abuela de noventa años, contó lo sucedido. Ella trabaja en una empresa de limpieza y desde el viernes, que salió de su internación en el Hospital Granaderos a Caballo, de San Lorenzo, ha buscado ayuda hasta debajo de las piedras. “Estoy sola con mis hijos, mi familia vive lejos. Por suerte estoy viva”, dijo.

La mujer contó: “El miércoles a la mañana este tipo pasó por mi casa para buscar unas chapas y se llevó mi moto. A la tarde, cuando volví de trabajar, fui a buscarla. Él vive en Fray Luis Beltrán y cuando llegué a la casa estaba con una mujer. Yo no dije nada y me fui. Serían las 18 o 18.30. No discutimos ni nada, me fui”.

Un rato después Juan José B., que tiene orden de restricción a la vivienda de San Lorenzo y denuncias por violencia de género de parte de Maru desde el 2018, llegó hasta la casa de la mujer. “Entró por un costado y empezó a pegarme. Primero con un velador, en la cara y la cabeza, y después golpes y patadas. Cuando caí me pisó con un zapato tipo botín que usa. Mientras me pegaba y mis chicos lloraban entró mi nena más grande y lo quiso sacar de encima pegándole una piña en la espalda. Es rechiquita y el tipo la empujó contra el inodoro del baño, se golpeó. Entonces la nena esperó un ratito hasta que él se fuera y ella me sacó de debajo de la cama”.

A Maru el relato se le confunde y lo completa con lo que le contó su hija. “Ella vio que yo estaba debajo de la cama y envuelta en una sábana y temblando. Me movía mal, es que estaba en convulsiones por los golpes de la cabeza, ella me sacó y llamó a vecinos y me internaron en el hospital y salí el jueves”, dijo.

El viernes Maru fue a denunciar los hechos en la secretaría de Violencia de Género municipal y a Fiscalía. El fiscal le dijo que los hijos debían denunciar y Maru hizo una consulta con una psicóloga en el municipio. Luego del informe a Fiscalía, según contó Maru, la fiscalía actuó de manera urgente. Juan Ledesma, fiscal en turno, sostuvo que “se están realizando medidas para dar con el paradero de B. y los teléfonos están abiertos con la víctima, ante cualquier problema estarán allí los móviles policiales”.

“Él venía a ver a los chicos, pero nos amenazaba constantemente. Es más, cuando estuve internada fue al hospital no sé a qué, calculo que para ver si estaba muerta. Ahora estoy muy asustada y hace tres noches que no duermo, puede venir y no sé que puede pasar”. El infierno de Maru está allí, detrás de su puerta.

Claudio Berón / La Capital

 

 

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