González: “Vamos a seguir reclamando por un plan que controle la inflación y brinde estabilidad”


En el acto por el 81 aniversario de la fundación de la Feder, el presidente de la CAME intentó expresar una posición equidistante, pero mostró firmeza con respecto a los perjuicios por el control de precios, los desfasajes macroeconómicos y las cuestiones fiscales y laborales que complica al país. Gustavo Sánchez Romero

La Federación Económica de Entre Ríos decidió este sábado recuperar el tiempo perdido en la pandemia que le impidió el año anterior celebrar sus 80 años de vida institucional y realizó un importante acto este sábado en Paraná que contó con la presencia de Natalio Mario Grinman –el muy requerido dirigente concordiense que lidera la Cámara Argentina de Comercio-; el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa –el chaqueño Alfredo González y recibió la visita de Gustavo Bordet, Juan José Bahillo, Fernando Caviglia y los principales funcionarios de la provincia.

Fue, a todas luces, una muestra de un reacomodamiento que se está dando en el reticulado institucional entrerriano donde la pandemia dejó algunas secuelas en este aspecto y la gestión de Silvio Farach aspira a brindar un impulso que la saque de la endogamia.

Fue un acto distinto para la historia de este nucleamiento que congrega a los centros comerciales entrerrianos. Lo fue al menos en lo simbólico, ya que no desplegó un espacio de profundidad conceptual y debate sobre el difícil momento del país. Sin embargo, la entidad entrerriana dio un paso adelante en su reposicionamiento social y político en el concierto de las entidades empresarias de la provincia.

Casi 100 dirigentes de toda la provincia, entre los que estaban los últimos presidentes en un gesto que se destacó por las profundas diferencias que hubo recientemente, llegaron al Centro de Convenciones de Paraná, y dieron forma a un acto que no fue mucho más que soplar las velitas, pero que sirvió para el recuentro en la presencialidad y poner sobre la mesa de la CAME los problemas que las micro y pequeñas empresas entrerrianas aportan a la agenda que tiene la entidad nacional.

Hasta aquí llegó González, un claro exponente del espíritu dirigencial empresario de un hombre del interior profundo, que, a diferencia de Grinman que se ha convertido en una referencia ineludible por su valiente posición pública contra las políticas públicas de congelamiento de precios y se mueve con fluidez bajo las luces de la gran ciudad, se mantiene extremadamente prudente, desconfiado y trata de no salirse de lo políticamente correcto.

Dos Florines mantuvo un diálogo con este chaqueño –cuyos orígenes empresarios están vinculados a Entre Ríos- que asumió hace un año en una entidad que supera las 1500 adhesiones institucionales de todo el país sobre los principales problemas de la Argentina, justo en la recta final de uno de los procesos más complejos que atraviesa el país.

-¿Qué opina de la posición abierta y firme de Mario Grinman contra el control de precios?- se le consultó inicialmente al dirigente de una de las entidades nacionales que más ha crecido.

-Cada entidad está detrás de los reclamos y demandas de los que representa a su modo. Nosotros fuimos claros con lo que representamos y hablamos siempre que no puede ser más que una medida transitoria; pero lo más importante es que se comience en un plan antiinflacionario real que contenga a la macroeconomía diario y que afecta al sector que nosotros representamos que es el de las micro, pequeñas y medianas empresas”, expresó González.

Escala.

Alfredo González piensa cada palabra con precisión, a sabiendas que hoy ocupa un lugar expectante a nivel nacional y no quiere verse envuelto en polémicas. Es un hombre vinculado a la actividad ganadera en el Chaco, e ingresó a la industria a partir de una alianza con la empresa entrerriana Centroficina, que fabrica y comercializa muebles y equipamientos para oficinas. Con esto se radicó en el parque industrial de Puerto Tirol, Chaco, y a partir de allí, y por su inquietud para ser parte de instituciones empresarias accedió como presidente de CAME, tras la salida de Gerardo Díaz Beltrán, que a su vez había sustituido al histórico Osvaldo Cornide.

En la asamblea general más de 300 entidades le dieron su respaldo político.

Ahora lo invitamos a recorrer un amplio arco de temas para conocer su visión sobre los problemas del país.

-Habló recién que los socios de CAME no son ni formadores de precios ni se los puede definir como monopolios. ¿Consideran que son perjudicados por las consecuencias de la inflación?

-Nosotros estamos casi en el mismo nivel que el consumidor y, quizá peor porque en muchos casos somos proveedores de las grandes empresas y a la vez ser tomadores de precios. De allí que nos afectan directamente este tipo de resoluciones oficiales en cuanto a los controles de precios. En esto hemos sido claros y nos hemos dirigido directamente al gobierno para que nos cuide la rentabilidad, porque no hay que olvidar que en este tiempo pandémico hubo estrategias de supervivencia en el sector y hay que ser cuidadosos sino queremos ver más muerte de micro y pequeñas empresas en la Argentina. Si esta medida es tomada como un paliativo momentáneo y viene acompañada por un plan antiinflacionario, bienvenido sea.  De lo contrario será otro episodio de los tantos que se establecieron en el país en los gobiernos anteriores.

-Entonces no les parece mal controlar precios si hay un contexto que acompañe las acciones.

-Más que contexto, un plan. Sin vueltas. Un plan económico que contenga la inflación porque de lo contrario es sólo un mero control. Pero además, nosotros remarcamos que no somos formadores de precios, sino que pedimos que no sea el único eslabón donde caigan los controles en una larga cadena. Es necesario que se comience a controlar desde el primer eslabón. En el comienzo. Es ineficiente 100% si no hay un control en todos los eslabones y a su vez muy perjudicial en el que es afectado.

-¿Qué le dicen sus asociados cuando analizan la brecha cambiaria?

-La brecha cambiaria es tremenda y ya ha llegado al 100%. Y por supuesto que por más que el Gobierno lo niegue baja a precio inevitablemente. Pero también es cierto que se importa a un dólar de 105 contra un dólar libre de 199 pesos, que es el dólar que las distribuidoras y las grandes empresas utilizan como referencia y están más que protegidos de la brecha. En ese caso es necesario tener un tipo de cambio más cercano entre el oficial y el paralelo.

-¿Cómo analizan el contexto político para la inversión, los negocios, el empleo?

-Siempre que hay momento preelectorales son siempre tiempos difíciles y alterados por la situación. Esto lleva que algunos rubros se paralicen, porque muchos no entregan mercaderías y prefieren retener hasta que haya más certidumbre y eso afecta directamente a las micro y pequeñas empresas. No sólo no hay precio, sino que faltan mercaderías para que las empresas puedan trabajar.

-Cuando llegue el lunes; ¿Qué es lo inmediato que debe resolver el gobierno?

-Es lo que venimos pidiendo hace mucho tiempo. En principio una política de sostenimiento de una política macroeconómica sustentable para que no nos siga llevando puesto la microeconomía. Esto es fundamental. Para salir por lo menos, porque si bien vemos que el consumo interno se va recuperando es necesario estabilizar la macroeconomía para seguir fortaleciendo las variables internas. Hay que dar un verdadero debate acerca de lo que es el problema tributario y las cuestiones laborales. De lo contrario, con 167 impuestos somos inviables para ser competitivos hacia afuera y hacia adentro en la economía. Y por supuesto un necesario debate sobre las leyes. En esto no hablamos de cercenar derechos adquiridos, sino cómo hacemos de aquí en más para generar puestos laborales. Se está intentando crear empleos con leyes sancionadas en los años 50 del siglo pasado, y en muchos casos no están acordes a lo que la globalización laboral va imponiendo en el mundo. Hay muchísimos puestos de trabajo que se pueden llegar a crear con nuevos formatos o adecuaciones de las leyes laborales actuales y que tomar un empleado sea un beneficio y no una carga como es hoy.

-¿Habla de primer empleo, reducir cargas y pasantías y esas cosas?

-Sí, claro. Ese conglomerado de herramientas y otras como facilitar el paso del monotributo al responsable inscripto que hoy parece más que nada una penalización con todas las trabas en vez de premiar al empresario que crece y puede ser un gran tomador de mano de obra al convertirse en micro o pequeña empresa. Desde ese lugar hay que dar un debate necesario, desde lo fiscal y lo laboral. Debe ser serio y atemporal con respecto a las elecciones. Nosotros tenemos varios proyectos para alcanzarles a algunos legisladores. En este caso debo mencionar a la mala implementación del tema indemnizatorio, un delicado que fue por lo menos atemporal.

-¿Van a insistir con eliminar la doble indemnización?

-Sí, eso se viene pidiendo desde el inicio y creemos que ningún empleado Pyme para echarlo al mes siguiente. Al contrario, nos cuesta muchísimo su adaptación, su formación su proyección laboral para tener que echarlo. Ese tiempo es dinero. También hay que tener en cuenta que al ser tan pocos en la empresa ese empleado establece una relación afectiva que es muy difícil romper. En el interior se da mucho más y estas relaciones son muy cercanas y un reciente informe de CAME muestra que las Pymes fueron las grandes tomadoras de empleo estos dos últimos años.

Expectativas.

Alfredo González parece tener alma de dirigente ya que llega a CAME en representación de la Federación Económica de Chaco (Fechaco), pero además es presidente del Club Atlético Regional de Resistencia y vicepresidente de la Bolsa de Comercio de Chaco, además de estar vinculados a las entidades de la actividad ganadera, de la que también participa. 

Reconoce que es difícil su lugar actual y que las relaciones con los gobiernos no son fáciles, pero que es su obligación mantener los canales abiertos y que el diálogo fluya en beneficio de sus asociados.

-¿Cómo maneja las relaciones institucionales con el Gobierno teniendo en cuenta que CAME ha crecido mucho y la gestión anterior se apoyó más en la UIA y este Gobierno en ustedes?

-Mis antecesores cumplieron una función muy importante en este posicionamiento y si bien todos fuimos parte de algo, ese esfuerzo fue clave. Yo creo que la relación que tenemos con el gobierno actual es la que debemos tener siempre. Tenemos que interactuar obligatoriamente con los Estados y debemos ser coherentes, más allá de los gobiernos que van alternando. Ese es el fundamento y así venimos trabajando. Es verdad que al comienzo de la gestión de Macri hubo algunos cortocircuitos que fueron superados. En mi caso y de muchos tenemos experiencia en trabajar con los gobiernos provinciales. En este gobierno también hubo diferencias que debimos superar y hoy estamos con una buena relación no sólo con los ministerios sino con el mismo presidente. Las entidades tenemos algo para mostrar y eso es la gestión, y la gestión se logra interactuando con el Estado. Con gestión interna solo no se puede lograr demasiado.

-¿Qué cree debe hacer el gobierno?; ¿Le preocupa lo que viene?

-A nosotros siempre nos debe preocupar lo que viene y de eso nos ocupamos. Por eso es que seguimos trabajando no sólo en el reclamo sino también en las propuestas. Tenemos propuestas en lo laboral, pero también en los aspectos tributarios que complican mucho la actividad productiva en todo el país. Más allá de todo nos ocupa acompañar al Gobierno para poder salir entre todos. Entendemos que cualquier gobierno que le toque administrar el Estado en el tiempo que sea lo hace para superar los problemas y mejorar la situación de la población.

-Me refería a si le preocupaba la gobernabilidad…

-No, la verdad que no estamos en un momento donde una elección puede alterar la gobernabilidad. Esto es parte de la democracia. El pueblo elige como le parece y veremos cómo queda conformado el Senado nacional para seguir trabajando todos los proyectos de ley que tenemos para el debate.

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