Megajuicio: Marsó dijo haber ido a buscar “merchandasing” para Turismo a Tep
El exministro de Turismo de Entre Ríos, Hugo Marsó, imputado en la causa “sueño entrerriano” por la instalación del parador playero en Mar del Plata, declaró este jueves durante más de una hora. Decidió responder preguntas, aunque no arrojó demasiadas precisiones. Dijo conocer a Corina Cargnel -coimputada en la causa y contadora de Formato Urbano y Juan Pablo Aguilera-. Aseguró que en alguna oportunidad la vio cuando fue a buscar “merchandasing” para el Ministerio de Turismo a Formato Urbano, aunque desconoció la vinculación de Aguilera con esa empresa. “Era una cosa rara, no de todos los días. Cuando había un evento importante nosotros podíamos ayudar en algo”, agregó sobre esas visitas.
“A Aguilera lo conocí de la política pero terminó siendo
director de la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires y tuve interacción directa.
Creo que a Corina la vi ahí, y después la volví a ver acá”, respondió a los
fiscales cuando lo interrogaron. Negó que Aguilera haya tenido intervención en
la licitación del parador.
Cuando quisieron mostrarle un mensaje entre Aguilera y
Cargnel, que hablan de él, la defensa se opuso y le indicó a viva voz que no
conteste la pregunta.
—Cómo voy a tener conocimiento de un mensaje ¿fue conmigo?
No—se apuró a contestar Marsó.
—No señor Marsó, aparece su nombre por eso le estoy
preguntando —repreguntó la fiscal Patricia Yedro.
—No puedo saber por qué hablan de mi.
—Por eso, si usted puede dar una explicación de porqué
aparece su nombre ahí.
—No, qué se yo.
El mensaje sobre el que Fiscalía no pudo indagarlo es una
conversación en la que Cargnel le avisa a Aguilera que llamó Marsó y le indica
puntualmente: “Después decime qué arreglamos con él”. El intercambio fue el 11
de febrero de 2015, fecha cercana al pago del parador por parte del Estado
provincial.
La cuestión “devino abstracta”, según advirtió el presidente
del tribunal, José María Chemez porque, pese a que en el inicio de la
declaración al imputado lo informan sobre la posibilidad de abstenerse de
contestar, el abogado Miguel Cullen le indicó en medio de la declaración que no
responda. Es decir, a criterio del tribunal se le podía preguntar pero dejó de
tener sentido cuando Cullen desaconsejó contestar en medio del interrogatorio.
“Los defensores se pueden oponer a una pregunta pero no indicarle al imputado
qué temperamento adoptar, es el abc del juicio. El doctor Cullen ya le dijo que
no conteste”, acotó Chemez.
“Primero no me acuerdo. Ahora ¿el único Marsó con el que
ellos tenían relación era yo? No me acuerdo, no puedo saber qué escriben dos
personas y me nombran”, remarcó después Marsó.
—¿Sabe si había motivos para que Urribarri tenga contactos
telefónicos con Gerardo Caruso, previo al inicio del trámite licitatorio del
parador de Mar del Plata? —continuó el fiscal Ramírez Montrull.
—No. No tengo idea.
De inmediato interrogó por contactos entre Franco Urribarri y Juan Pablo Aguilera con Caruso, previo al inicio del trámite de licitación para la instalación del parador. El imputado también contestó no saber.
—¿Sabe si alguna de las empresas subcontratadas por "El Juego en que Andamos" iniciaron gestiones o trabajos, previo al inicio del trámite licitatorio? —consultó Ramírez Montrull.
Marsó aseguró que se inició el trámite en diciembre de 2014
para enero de 2015 porque antes “no había autorización para ocupar el espacio
gratuito en Mar del Plata”. “Dije que me llamó Urribarri y me dijo ‘dale para
adelante’. No sé si tenía el papel firmado pero podíamos hacerlo”, remarcó.
Eligió responder “no sé” cuando lo consultaron sobre su conocimiento de procesos licitatorios abreviados y si esa condición afecta la presentación de oferentes y como consecuencia el precio.
Le preguntaron también por el sello Urribarri en las instalaciones inflables y el rostro del exgobernador. Le mostraron fotos con el parador funcionando, con gente, y una fotografía del lexmandatario detrás. “Tampoco es raro que esté el nombre de Urribarri en el parador, es muy común que aparezca el nombre de un gobernador, en términos turísticos”.
“Para mí fue un honor ser ministro de Turismo de Entre Ríos”
Esa fue una de las tantas frases que quedaron plasmadas en
la primera parte de la declaración de Marsó. Comenzó su alocución alrededor de
las 12.20 y poco más de una hora después terminó de responder las inquietudes
de los defensores. Durante todo ese primero tramo, sus manifestaciones fueron
en torno de su gestión al frente del Ministerio, su actividad privada y su
desempeño en la Intendencia de Colón.
“Tengo 62 años, estuve 14 en la política. Vengo de la
actividad en una empresa familiar avícola, que fundó mi padre y hermanos. Me
crié ahí. Pero con el tiempo fuimos haciendo otras actividades, en mi caso
estaciones de servicio. En la crisis de 2001 y 2002 me fueron a charlar para
participar en política, acepté el desafío, caminé el 80 por ciento de Colón
tocando timbres, porque no me conocían. De mañana trabajaba y de tarde salía a
recorrer”, contó al inicio.
En 2003 ganó la elección. “Cuando llegué a la Intendencia,
al único que conocía era a Urribarri y no de la política sino de la secundaria,
porque éramos la misma promoción y nos tocó juntos servicio militar que fue la
infantería marina. Eso fue importante y fuerte, son relaciones que uno no se
borra, allá por el ‘77. Después lo encontré como ministro de Gobierno.
Políticamente siempre tuvimos caminos diferentes. En 2007 formé parte de la
lista de Solanas -Julio- y ganamos el municipio. Como anécdota, en 2011 me
llamó Urribarri y me dijo que sortearía nombres para conformar la lista de
diputados. Vine un sábado a Paraná y salí sorteado número uno. El domingo era
tapa de los diarios. Después Urribarri me llamó y me dijo que tenía para mí un
lugar mejor, que era el Ministerio de Turismo que había creado recién. Me dijo
que quería que el primer ministro de Turismo de la provincia fuera de Colón. Y
a mí no me gustan las tareas legislativas, siempre fui ejecutivo. Entonces vine
a la provincia a hacer lo que como colonense siempre quisimos que hicieran”,
manifestó.
“Para mí fue un honor ser ministro de Turismo de Entre Ríos,
porque significaban muchas cosas. Urribarri estudió en Colón la secundaria. Le
quedaron muchos amigos ahí, tiene a sus tíos, conoce mucho. Me dijo que trabaje
junto con sector privado, que trate de equilibrar la provincia porque la costa
de Uruguay tiene mucho desarrollo en comparación a costa del Paraná”, apuntó.
Agregó que la idea de instalar un parador en Mar del Plata
surgió en el verano de 2013-2014. “Fuimos a Mar del Plata a promocionar el
carnaval de Entre Ríos. Ahí vimos los paradores de Buenos Aires, Córdoba y
Mendoza. Estaban en la Bristol, o sea lugares sumamente caros. Nosotros vimos
Miramar y nos resultó imposible. Estuvimos averiguando costos. Teníamos un
convenio con Mar del Plata. Y la relación de Urribarri con el intendente de
marplatense era buena. A mediados de 2014 propuse en una reunión de Gabinete
hacer un parador, pero con el desafío de conseguir gratis el espacio. El
desafío era que él trate de conseguir un lugar gratis. Eso llevó tiempo. Él me
dijo que lo iba a conseguir, empezamos a idear qué iba a hacer y qué no”,
asentó.
Marsó agregó que después de compartir la idea, Urribarri lo
llamó un día y le dijo “dale”. “Él no te preguntaba si tenías o no tiempo, si
no dale, teníamos que poder y pudimos”. Aseguró que se enteró cuál era la
empresa que resultó adjudicada el día de apertura de sobres. “Participó otra
empresa floja de papeles, o intentó participar, no recuerdo bien”.
Más adelante señaló que le pidió a Alfredo Bedriñán,
empleado de Turismo provincial y amigo de Mauro Urribarri -durante su
testimonial contó que ordenó que bajen la gigantografía de Urribarri de uno de
los inflables un día antes del lanzamiento-, que se ocupe de “verificar el
cumplimiento de licitación”. “Queríamos llevar diversión a Mar del Plata, y que
se les meta el nombre Entre Ríos en la cabeza”, apuntó. Descartó que se haya
hecho proselitismo en el lugar. “Cuando Alfredo estaba viajando vio una foto en
la que aparecía la cara de Urribarr. No sé lo que pasó, le dije a Alfredo que
vaya y se ocupe que esa foto no esté. Pudo haber sido un montaje fotográfico,
pero mientras estuvimos nosotros en el parador eso nunca estuvo”.
“Urribarri nunca usó un acto de Turismo para hacer política,
sí organizamos en una campaña anterior una movida de gente de turismo que
invitamos a un acto político”, subrayó.
Dos testimonios
El presidente de la Cámara Entrerriana de Turismo (CET),
Sebastián Bel, declaró este martes en el megajuicio por corrupción. Fue citado
por el abogado Emilio Fouces, defensor del empresario Gerardo Caruso y del
exministro de Turismo Hugo Marsó. Bel refirió puntualmente al Parador de Mar
del Plata. Dijo que fue “una acción de marketing directo”, y tuvo como fin
promocionar la “marca Entre Ríos”.
“La cámara nace en 2008 como cámara provincial. En 2014 se
mejora estatuto. El Estado lidera las políticas y nosotros colaboramos en lo
que es específicamente comunicación. Por ejemplo, en la Rural de Palermo hay un
lugar específico de comunicación de la provincia y como Cámara vamos a
colaborar y difundir nuestros destinos. Esto está en el estatuto de la Cámara,
es el objetivo”, manifestó.
Dedicó un buen tiempo de su testimonial para destacar las
políticas de turismo entre 2004 y 2015. Aseguró que Entre Ríos pasó de tener
“22 mil plazas hoteleras a tener 48 mil”. “Ha sido uno de los mejores
ministerios desde que estoy en la actividad turística. Tuvimos un premio en
2014 o 2015 por un stand, eso lo hicimos en conjunto, más allá que él lideraba
las políticas, era en conjunto”, afirmó sobre la gestión de Marsó.
Sobre el parador playero, dijo que fue una “típica acción de
marketing directo”. “La provincia promocionaba la marca Entre Ríos. En ese
momento estábamos en temporada alta y colaboramos con bouchers. Después, en
Semana Santa de 2015, un informe de organismos nacionales decía que en Entre
Ríos el ingreso de turistas era incesante”.
Dijo que no escuchó quejas sobre la instalación del parador
en Mar del Plata. De hecho, aseguró que “años después” vio el rostro del exgobernador publicado en
las instalaciones inflables, en ANÁLISIS. “Vi la publicación donde estaba la
cara del exgobernador y que decía Gobernación Urribarri. A fines de enero de
2015, cuando yo fui esa imagen no estaba. Estaba la marca Entre Ríos por todos
lados”, apuntó.
–En su experiencia ¿es común que se promocione a la
provincia con la imagen de un gobernador? –preguntó la fiscal Yedro.
–No es común, muchas veces se firma qué municipio o qué
intendente, o qué gobierno lo hizo.
–¿Eso no tiene ninguna incidencia en promoción turística?
–continuó el fiscal Ramírez Montrull.
–Ninguna.
El titular de CET no fue el único testigo citado por Fouces
este martes. También compareció de modo virtual Martín Monita, extitular de la
Agencia Monita Comunicación, actual
funcionario del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom). Monita hizo la prensa del parador instalado en la
playa La Perla, en enero de 2015. Habló sobre su trabajo, aseguró que sólo tuvo
contacto con Gerardo Caruso, excepto cuando estuvo el exgobernador Sergio
Urribarri en el parador.
“El día que concurrió al parador, en función de la atención
de los medios de prensa frente a la presencia del gobernador y lo que implica
para los medios una figura relevante de poder político, pero fuera de eso no”,
respondió el testigo, luego que el defensor le preguntara si había tenido
contacto con alguien más que Caruso.
Descartó haber recibido instrucciones de Urribarri, Marsó o
Aguilera para hacer el trabajo. Contó que entre otras tareas elaboró un
clipping para observar la repercusión de la gacetilla que se envió desde su
agencia sobre el lanzamiento del parador y la agenda de eventos. “La realidad
es que cada medio tiene su propia línea editorial. Nosotros mandamos la
gacetilla pero después los medios tienen la libertad de redactar o contar lo que
interpretan o sumar si tienen más información”, dijo cuando le preguntaron por
qué algunas de esas publicaciones no hablaban puntualmente de la promoción de
Entre Ríos como destino turístico, sino de la candidatura del exgobernador.
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