Una nena de 12 años llevó a una beba a vacunar y le dijeron que tenía que ir la mamá: “Soy yo y mi hermano me violó”


Después de permanecer prófugo tres años, el acusado fue detenido cuando se presentó a trabajar en una obra en construcción en Tigre. La víctima busca un hogar donde vivir.

Una enfermera de una unidad sanitaria de Merlo fue clave para sacar a la luz la dramática historia de una adolescente que durante años había sido víctima de abusos y violencia intrafamiliar. Su intervención dio inicio a una investigación en 2018 que este lunes, finalmente, logró ubicar y detener al violador prófugo.

Todo empezó hace tres años, cuando la chica entró a la salita con un bebé de cinco meses en brazos con la intención de vacunarlo. Entonces fue cuando la enfermera le preguntó dónde estaba la mamá de la criatura y la respuesta que recibió reveló el horror.

“Soy yo”, fue la respuesta inocente de la nena, que en aquel momento tenía 12 años. El padre de la beba no era otro que su propio hermano, que la violaba cada vez que la madre salía a trabajar y él se quedaba encargado de cuidarla.

Ante semejante confesión, la mujer encargada de aplicar las vacunas decidió no mirar para el costado. En cambio, se puso en contacto con una trabajadora social del municipio que después entrevistó a la menor articulando con la Psicóloga de la unidad sanitaria. Así llegó el caso a la Justicia.

La denuncia y el abandono de la familia

De acuerdo al relato de la víctima, los abusos empezaron en 2017 cuando ella tenía 11 años y, producto de esas violaciones, quedó embarazada de su hermano y dio a luz el 28 de marzo de 2018. Tras la denuncia la adolescente fue derivada a un tratamiento terapéutico con la Licenciada Victoria Martí (MP 98353 y MN 68214), psicóloga del sistema sanitario de Merlo.

“Ella llegó, siempre con su beba, por una derivación. Yo la veía muy abatida, como que no quería hablar. Entonces, luego de algunas sesiones le recomendé que no vuelva, por que evidentemente ese no era su tiempo para hablar conmigo. Y le que dije que cuando me necesite me busque que iba a estar a su disposición. Nueve meses después se contactó y comenzamos un vínculo que persiste hasta hoy”, contó Martí en diálogo con el portal Primer Plano.

La profesional señaló que la víctima nunca llamó por su nombre al acusado en las sesiones de terapia que tuvo con ella, sino que se refería a él como el “innombrable” o el abusador. Un capítulo aparte se llevó el resto de la familia de la adolescente que, después de enterarse de lo que ocurría, en lugar de contenerla la enfrentaron con reproches y hasta la acusaron de haberlo provocado.

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