Javier Milei, un fenómeno de moda que imita a otros y es lo que promete combatir
El mediático economista y actual diputado nacional electo mostró un discurso contra el Estado para luego cobrar un ATP en plena pandemia y promover los negocios de su jefe Eduardo Eurnekián.
Insultos a la "casta política", discurso
antisistema, señalamientos hacia los sectores del kirchnerismo y planteos de
que nunca se acercaría hacia el círculo de Juntos, esa metódica mezcla de cosas
es el economista y ahora electo diputado nacional Javier Gerardo Milei.
Desde negarse rotundamente al ingreso en la política por
"evitar ser parte", hasta terminar siendo el alfil de batalla para un
cúmulo importante de libertarios. Una de las más grandes primeras
contradicciones que se gestaron dentro de sus palabras, a través de la
estructura que planteó su par José Luis Espert mediante Avanza Libertad.
Muchos de sus fanáticos se ofuscaron, pero igual la dejaron
pasar para tomarlo como una señal de cambio para el país, abandonando el
terreno de la batalla cultural contra el marxismo. De igual manera, su ahora ex
socio, el economista Diego Giacomini, quebró todo vínculo con Milei por
"no evitar ser parte de la casta política", aquello a lo que tanto
criticó.
"Milei en su discurso dijo 'votame y serás libre', hay
pocas cosas más monstruosas que esas. Es una vergüenza ética", planteó su
ex amigo, quien lo conoce bastante y desde hace años. Y sentenció: "La
gente no necesita a nadie que los salve. ¿Quiénes vienen a salvar a las
personas? Los Adolf Hitler, los Benito Mussolini, los Iósif Stalin y cualquier
ejemplar de América Latina, que los hay a montones"
"Ellos siempre eligen enemigos: Stalin tenía de
enemigos a Hitler y a la República. Hitler, a Stalin y a la República. ¿Por
qué? Porque construyen su accionar en base al odio hacia el enemigo. Lo mismo
que Milei, exactamente", declaró ante la prensa Giacomini.
Siguiendo en la línea de tiempo en la que Javier Milei
demostró ser uno más del montón fue su "rosqueo" político para
generar fuerzas, decantando en una pelea con Espert. Su cercanía expuesta hasta
en fotos con los "Halcones" de Juntos por el Cambio (esos mismos a
los que se negó a futuro estar vinculado), derivó en cortocircuitos con el ex
candidato a Presidente por el Frente Despertar en 2019.
La carrera electoral para las legislativas del 2021 hicieron
que Milei adopte como puntero político al millonario ex dirigente peronista
Carlos Maslatón, quien lo asesoró junto a círculos de tendencia kirchnerista.
Sin ir más lejos, en el presente año hizo que el flamante legislador anduviera
a los abrazos con Juliana Santillán.
Esta última se trata de la ex pareja de Facundo Moyano y
líder del espacio vecinalista que integra el Frente de Todos en Mar del Plata,
Crear del ex senador bonaerense y massista Lucas Fiorini. Fuentes oficiales de
la Unión del Centro Democrático (UCEDE), Partido Libertario y hasta militantes
con banderas de Avanza Libertad, afirmaron que no pudieron levantar sus
insignas ni tampoco reunirse con él.
¿Económicamente de derecha y socialmente de izquierda?
"El de la derecha no te dejará ir a la cama con quien
quieras, el de la izquierda no te dejará hacer negocios con quien quieras. Al
libertario no le importa ni con quién haces negocios ni con quién te vas a la
cama", explicó en su momento. Sin embargo, durante el último tiempo se ha
mostrado atento con los sectores más conservadores.
La mayoría de europeos sacuden sorprendidos la cabeza sin
comprender estas tesis libertarias. Al otro lado del Atlántico son mucho más
conocidos y reconocidos, explica el profesor de Economía argentino alemán
Federico Foders: "La Escuela Austríaca definitivamente tiene una larga
tradición en Argentina".
El ratón de laboratorio de Eduardo Eurnekián
Más allá de toda la retórica que lo rodea a Javier Milei,
hasta la fecha no cuenta con la presentación de su Declaración Jurada y, mucho
menos ha realizado algún proyecto para poder llevar adelante su informe de
gestión. Tan solo ha donado, de manera "populesca", su salario para
dar con una campaña fácil y gratuita. O más bien como le gusta decirlo a él,
con la plata de todos.
Resulta sabido que el jefe del economista, mismo que el de
su antiguo colega político Espert, es el empresario y filántropo argentino de
origen armenio Eduardo Eurnekian, una de las personas más ricas del país. Es
presidente de Corporación América, un conglomerado que incluye distintas
industrias como la aeroportuaria, agroindustrias, energía e infraestructura.
Dentro de las unidades de negocio se encuentran Aeropuertos
y Terminales de cargas aéreas (Aeropuertos Argentina 2000), Energía (Unitec
Bio), Infraestructura (Helport), Servicios Financieros (Converse Bank) y
Agroindustrias (Unitec Bio). De esta forma, concentra en su manos el manejo de
los servicios de Ezeiza y Aeroparque.
Último dato. ¿Recuerdan el pedido de Milei para que el
presidente Alberto Fernández eligiera como su ministro de Economía a Guillermo
Nielsen? ¡Pues claro! Corporación América para la que trabaja como economista
jefe, tuvo nada más y menos que a este último en su directorio.
A partir de todo ello, se encuentra la explicación por la
cual Milei faltó al Congreso de la Nación en su primer día (a pesar de que se
justificó con que "no tenía ninguna responsabilidad" y terminó
asistiendo a un evento poco importante en Rosario). Desde el Legislativo se le
dio paso a un proyecto de beneficio estatal para Eurnekian.
En el retorno al plano político, muchos señalan como el
máximo culpable al legislador porteño electo y armador en su campaña, Ramiro
Marra, quien lo habría "mal rodeado" a Milei y ni siquiera tuvo la
advertencia de su "custodia espiritual" Karina Milei, quien le ayuda
con referencias bíblicas para endulzar el oído de los "conservas".
¿También hubo alguna falla por parte del "inspirador ideológico"
Alberto Benegas Lynch (hijo)?
nte todo lo referido, queda muy en claro que el mediático
economista se convirtió (o bien se dejó convertir) en aquello que prometió
combatir por el bien del país. Ahora tan solo queda que se deje pasar el tiempo
y visualizar si vuelve a su rumbo, o seguirá siendo una catarata de
contradicciones más.
Por Ulises Catriel Cuenca, especial para NOVA
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