El comunicado de La Cámpora que explica el voto negativo de Máximo Kirchner al acuerdo con el FMI
La agrupación justificó el rechazo al proyecto del Poder Ejecutivo. Duro cuestionamiento al ministro Guzmán. La decisión que profundizó la fractura interna del Frente de Todos
Luego de rechazar en la Cámara de Diputados el proyecto para
avalar el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el Fondo Monetario
Internacional (FMI), la agrupación kirchnerista La Cámpora difundió un
documento en el que hizo un análisis de la actualidad del país y una fuerte
crítica al organismo internacional, al ministro de Economía, Martín Guzmán, y a
la deuda contraída durante la administración del ex presidente Mauricio Macri.
Sobre el final de la sesión especial en la que se trató el
plan de facilidades de pago, el líder de este sector del oficialismo, Máximo
Kirchner, bajó al recinto junto a algunos legisladores de su espacio para votar
en contra de la iniciativa.
Poco después se conoció el texto titulado “La vuelta del FMI
a la Argentina: ¿Cómo llegamos hasta aquí?”, en el que La Cámpora explicó
algunas de las razones por las cuales se diferenció del resto del oficialismo y
no apoyo este acuerdo.
El texto comienza asegurando que “cuando Néstor Kirchner
decidió cancelar la deuda” con el Fondo no lo hizo desde una perspectiva
ideológica”, sino a partir de un “análisis histórico, pragmatismo económico y
convicción política”.
Además, la agrupación consideró que “a partir de la
irrupción del FMI en la Argentina” y de “la aplicación de sus programas
político-económicos”, se desató “un ciclo de endeudamiento en moneda extranjera
sin precedentes en la historia que alcanzó un punto de inflexión escandaloso
con la estatización de la deuda de los principales grupos empresarios
concentrados argentinos en 1982″.
Asimismo, sostuvo que el organismo de crédito fue el
“protagonista estelar” de “la crisis hiperinflacionaria de 1989 que obligó al
presidente Alfonsín al adelantamiento de la elecciones” y que también apoyó la
convertibilidad, “culminando con una crisis institucional, económica, social y
política sin precedentes”.
“Cinco presidentes en apenas una semana marcaron a fuego
aquella etapa que concluyó con el default; crisis en el sistema financiero;
índices de pobreza sin precedentes; compatriotas que perdieron su vida producto
de la represión de las fuerzas de seguridad ante las protestas sociales”,
recordó.
En este sentido, La Cámpora destacó que la gestión de Néstor
Kirchner “encaró desde el más absoluto pragmatismo político las negociaciones
con los acreedores privados y con el FMI”, en el marco “del default de deuda
soberana más grande de la historia que significaba más del 150% del PIB de la
Argentina”.
Tras recordar un discurso que dio el ex mandatario nacional
cuando canceló los compromisos con esta entidad, el grupo actualmente liderado
por su hijo reconoció que “de ninguna manera se puede comparar aquella situación
con la actual”, pero aseguró que sí puede “describir lo que sucede y cuáles son
las consecuencias siempre que el Fondo llega a los países con sus programas
político-económicos, sus exigencias y sus auditorías”.
“En síntesis: claro que la situación no es la misma; el que
sí sigue siendo el mismo es el Fondo Monetario Internacional. No concebirlo de
esa manera llevó a decidir una estrategia equivocada a partir del 10 de
diciembre de 2019 por parte del gabinete económico y el grupo negociador
encabezado por el Ministro de Economía (Martín Guzmán), en su responsabilidad
de renegociar la inédita deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri por
57.000 millones de dólares, de los que se desembolsaron 44.500 millones de
dólares contantes y sonantes en apenas un año”, manifestó La Cámpora.
Asimismo, el grupo defendió las presidencias de Néstor y de
Cristina Kirchner al argumentar, entro otros puntos, que “la duplicación de la
clase media (informada por el Banco Mundial en el año 2012) constituyó el
indubitable testimonio de la movilidad social ascendente que caracterizó
aquella década”.
Por el contrario, cuestionó la gestión de Macri al señalar
que “el gobierno que comenzó el 10 de diciembre de 2015 se lanzó a un proceso
de toma de deuda en moneda extranjera sin precedentes, por la vertiginosidad y
la magnitud de los montos, que lo llevaron a ser en los años 2016 y 2017 el
país que más se endeudó en el mundo”.
“Ese inédito proceso de endeudamiento público fue
contemporáneo a una reducción del gasto de capital del sector público nacional
en términos reales, por lo que se trató en lo fundamental de inversiones de
cartera de corto plazo con fines especulativos en el marco de las altas tasas
de interés que estableció el BCRA y el Tesoro Nacional para la emisión de sus
letras y títulos, y la desregulación financiera y del movimiento de capitales.
Este procedimiento es conocido como carry-trade o, en la jerga popular
argentina, como la ya legendaria y autóctona bicicleta financiera”, insistió.
En este punto, La Cámpora criticó el préstamo del FMI al
subrayar que “fue el mayor programa en la historia del organismo” y “fue
incluso superior a los salvatajes financieros en el marco de la crisis” del
2001.
“Las irregularidades de este crédito no solo obedecieron al
exceso de la cuota que determina el monto máximo de financiamiento que puede
obtener el país del FMI (alrededor de 18.000 millones de dólares), sino a que
ese crédito se utilizó para financiar la fuga de capitales al exterior”, apuntó
la agrupación.
En este sentido, se mencionó un artículo reciente que
asegura que “el acuerdo stand by de 2018 violó los propósitos fundamentales del
FMI según su convenio constitutivo, lo que constituiría un acto ultra vires y,
por lo tanto, sería inválido y nulo”.
“El gobierno argentino debería haber optado por una
negociación ‘dura’ que procure extender los plazos de devolución por encima de
los reglamentos vigentes en el FMI, eliminar la sobretasa de interés y exponer
ante los argentinos y argentinas y ante todos los Foros Internacionales
posibles, no sólo aquellas gravísimas irregularidades del préstamo otorgado a
Mauricio Macri, sino también el carácter y objetivo estrictamente político que
tuvo dicho préstamo y que fuera exteriorizado por un funcionario de la
administración Trump y actual Presidente del BID: concurrir en auxilio del
gobierno de Cambiemos y salvar la administración de Mauricio Macri”, agregó.
Para La Cámpora, sin embargo, el equipo económico liderado
por Guzmán “desarrolló una estrategia de ‘amabilidad’, secretismo, hermetismo,
confusión y desinformación en las negociaciones, sólo explicable por la difundida
creencia de que estábamos ante un ‘nuevo’ Fondo Monetario Internacional que
sería seducido por la pericia académica y los ‘buenos modales’ de los
negociadores e interlocutores argentinos”.
Por último, este sector realizó un fuerte cuestionamiento
del acuerdo alcanzado por el Gobierno con el organismo internacional, al opinar
que si bien dice que el objetivo del mismo “es lograr la estabilidad
macroeconómica, en los hechos se expone al país a un escenario de default cada
tres meses”.
Al respecto, la agrupación que responde a Máximo Kirchner
lamentó el “grado de injerencia en la administración de la cosa pública que
tendrá efectivamente el FMI” y el hecho de que en las negociaciones no se haya
asegurado “la sostenibilidad del endeudamiento luego de 2025, momento en el
que, una vez cumplido el período de gracia, se inicia la etapa de repago”.
“En ese contexto, con un nuevo gobierno, es probable que
Argentina deba reiniciar las conversaciones para revisar la sostenibilidad de
su deuda. Siendo necesario resolver plazos más largos con el propio organismo o
estrategias alternativas, como el cambio del financista. Vale destacar que en
los archivos enviados al Congreso de la Nación no hay mención alguna a la
estructura de repago o devolución de este ‘nuevo acuerdo’, lo que es poco
regular en este tipo de instancias”, se advirtió.
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