La familia Zapp en Concordia

Con motivo de contar su experiencia la Familia Zapp presentó su libro "Atrapa tu sueño" en una charla brindada el pasado viernes 4 de Marzo, en el Salón de Actos de la Municipalidad de Concordia, contando con un numeroso marco de público que se acercó a conocerlos e interiorizarse de los detalles de la aventura que comenzaron dos décadas atrás.

Tras pasar por los Esteros del Iberá, llegaron a Concordia, donde fueron cálidamente recibidos por Eduardo Bazarelli, José Marfil quien reparó mecánicamente el vehículo, Gustavo Brandt, quien los hospedó en su hotel. Asimismo por todos los integrantes de la Asociación que nuclea a los amantes de los autos clásicos de la ciudad.

El domingo 6 de marzo por la mañana, agradeciendo la hospitalidad de los vecinos de Concordia, la Familia Zapp partió hacia Gualeguaychú primero y luego a Buenos Aires, para descansar y empezar a proyectar un nuevo sueño.

Los Zapp

Primero, Los Zapp, fueron un matrimonio con un sueño: el de viajar de Argentina a Alaska. Ahora, son una familia que viaja por el mundo.

En el año 2000 Herman y Candelaria Zapp se embarcaron en la aventura de sus vidas. Desde sus tiempos de noviazgo soñaban con hacer un viaje de Argentina a Alaska pero por una cosa u otra lo habían ido postergando durante 6 años. Un día, finalmente pusieron fecha para el 25 de enero, y tres meses antes de la gran fecha, Herman le propuso a Candelaria emprender el viaje, en un auto de 1928.

El coche, un Ford Graham Page antiguo, no superaba la velocidad de 50 kilómetros por hora. Cande no estaba tan segura de aceptar la propuesta de su esposo. El auto tenía ruedas de madera y ninguno sabía nada de mecánica. Pensaba que podía llegar a traer más problemas que soluciones, y que en vez de ver paisajes se la pasarían de taller en taller. Pero al final, terminó diciendo que sí.

Con poco más de dos mil dólares en el bolsillo, en enero del 2000 la pareja se despedía de sus amigos y familiares, quienes, incrédulos, les dijeron: “¡hasta mañana!” Y es que quizás ni siquiera Herman y Candelaria estaban seguros de cuán lejos llegarían, porque antes de salir de Buenos Aires ya estaban en el primer taller mecánico.

No tenían mapas ni un trayecto marcado. Sólo el dinero y un plazo de 6 meses para hacer su viaje soñado de Argentina a Alaska. Se habían propuesto hacer 1000 kilómetros de prueba con el Graham antes del viaje, pero el día llegó y entre los trabajos y los arreglos mecánicos no habían tenido tiempo.