Polémica por el uso de una escuela pública para un acto político del radicalismo en Nogoyá
Encabezada por el intendente Rafael Cavagna, la Unión Cívica Radical realizó un encuentro netamente político en un establecimiento educativo público, lo que motivó el repudio de la comunidad educativa.
Si bien no hay normativa legal que lo prohíba en Entre Ríos,
una escuela embanderada con carteles de un partido político no es una postal
agradable, para nada… Una escuela pública es eso, y tiene su función en la
sociedad: ser el lugar donde nuestros hijos e hijas concurren para fortalecer
su conocimiento, sus valores, es la primera comunidad donde se insertan y
conviven.
¿Cómo puede ser que ese lugar sea también utilizado por un
partido político para una reunión? ¿Acaso los partidos políticos no tienen
sedes donde poder desarrollar sus actividades? ¿Acaso los partidos políticos,
si bien son organizaciones sin fines de lucro, cuentan con un presupuesto que
proviene de los aportes de los afiliados, con los cuales pueden alquilar un
salón, en caso de requerirlo? ¿Acaso los políticos no cuentan con un sueldo
sobradamente alto como para financiar estas actividades sin tener que recurrir
a un espacio que es de todos, pero principalmente de nuestros gurises y
gurisas?
Son algunas de las preguntas que se planteaban docentes,
alumnos y personal de la educación luego del acto realizado por la Unión Cívica
Radical en una escuela de la ciudad. Nos preguntamos también si los directivos
ofrecieron el lugar por algún posible favor en el debe hacia el intendente o si
ha recibido algún tipo de compensación para permitir el uso de este espacio de
la comunidad por parte de un sector político.
Creemos que los partidos políticos son un pilar fundamental
de la democracia, que fortalecer las instituciones es un mandato que debemos
tener todos como sociedad, sin embargo, resulta nocivo para la buena democracia
que la institución educativa por excelencia de las familias de la comunidad
esté de por medio de intereses partidarios/electorales.
Nos gustaría llamar a la reflexión a la dirigencia política
y a los directivos de la institución pública, acerca de esta cuestión que
lastima moralmente nuestra sociedad, mezclando las cosas como si todo es lo
mismo.
Por último, citamos una publicación del ex ministro de
Educación de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Finocchiaro (PRO) sobre
una normativa dictada durante su gobierno:
SE PROHÍBEN LOS ACTOS POLÍTICO-PARTIDARIOS EN LAS ESCUELAS
BONAERENSES
La escuela es un espacio que debe promover la reflexión y la
pluralidad, y evitar, dentro de ella, la sectorización de la sociedad. A través
de la Resolución N°7, firmada el días atrás, estamos reglamentando la
utilización de los edificios escolares fuera del horario escolar.
Esta resolución se suma a otras políticas de Gobierno que
tienden a recuperar la normalidad de roles y responsabilidades dentro de las
instituciones, tal como fue la modificación al Código de Faltas que introdujo
un cambio en las penas para quienes agredan y/o agravien a docentes, un
esfuerzo por restaurar y devolver la autoridad al docente y el acompañamiento a
su investidura.
La escuela debe volver a ser un lugar sagrado en el que toda
la comunidad educativa se sienta resguardada y protegida, un ámbito de respeto
para todos los que allí enseñan y estudian, un espacio idóneo en el que
nuestros chicos puedan aprender y crecer.
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