Alberto Fernández y Cristina Kirchner cenaron en la Quinta de Olivos en un clima marcado por la tensión y las diferencias por la economía
La pareja presidencial se volvió a encontrar luego de un mes y tras la abrupta salida de Guzmán del Gabinete. La reunión no sirvió para limar asperezas y las diferencias sobre el rumbo del país en materia económica volvieron a ser el punto en discordia
Cuando parecía que el diálogo telefónico que mantuvieron el
domingo Alberto Fernández y Cristina Kirchner para consensuar la designación de
Silvina Batakis sería el primer paso para encauzar la relación entre ambos y
relanzar (una vez más) el Gobierno, la cena que mantuvieron anoche el
Presidente y la Vicepresidenta ratificó que las diferencias entre ambos
persisten. Ni la turbulenta renuncia de Martín Guzmán sirvió a la pareja
presidencial como baño de realidad: la interna del Frente de Todos anuncia
nuevos capítulos.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner se reunieron este
lunes en la Quinta de Olivos con el objetivo de limar asperezas tras la salida
del ministro de Economía. Según confirmaron a Infobae, la titular del Senado
llegó a la residencia presidencial a las 21.15 y cenaron ellos dos solos, algo
que no ocurría desde hace tiempo. De hecho, la última vez que se vieron las
caras fue hace más de un mes cuando compartieron el acto por los 100 años de
YPF.
Fueron más de dos horas en las que el clima frío y de
tensión primó en el ambiente. Las diferentes miradas sobre la situación
económica del país y la salida de la crisis sigue siendo un punto nodal de
conflicto entre el Presidente y su Vicepresidenta.
Sobre le mesa expusieron sus diferencias en torno al gasto
público. Cristina Kirchner insiste con que debe ser expansivo sin importar que
no se cumpla la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional; mientras
que Alberto Fernández sigue sosteniendo que el gasto mueve la economía pero que
Argentina debe respetar lo pactado con el organismo multilateral de crédito.
CFK reclamó -esta vez en privado- al Jefe de Estado que el
manejo de los planes sociales esté a cargo de intendentes y gobernadores, que
la asistencia estatal deje de ser tercerizada a través de las organizaciones.
Planteo que fue objetado por el mandatario que cuenta con el respaldo del
Movimiento Evita, que conducen Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro,
quienes se encuentran enfrentados por la titular del Senado.
Quizás el momento de menor tensión de la cena de ayer fue
cuando Fernández le contó sus viajes a la Cumbre de las Américas y a la del G7
que se llevó a cabo en Alemania. El Presidente le transmitió también su
expectativa por la reunión que mantendrá con Joe Biden, a fin de mes en
Washington.
Concluida la reunión, una fuente de Olivos resumió a Infobae
el encuentro con un comentario tajante: “Fue más de lo mismo”.
Los principales referentes del Frente de Todos se vieron las
caras este lunes luego de la salida de Guzmán y tras la asunción de Batakis
como su reemplazante en una jornada que estuvo marcada por la suba del dólar
libre que llegó a negociarse a $280 pero que finalmente cerró a $260. Ese
incremento inicial en la apertura de los mercados fue el más pronunciado desde
agosto de 2019 cuando Mauricio Macri era presidente y había sido derrotado en
las PASO por la fórmula del Frente de Todos Fernández-Fernández de Kirchner.
La antesala de la renuncia del titular del Palacio de
Hacienda sucedió en medio de un nuevo capítulo de la interna oficialista donde
el Presidente y la Vice encabezaron actos separados para homenajear a Juan
Domingo Perón en un nuevo aniversario de su muerte y lanzar dardos hacia el
interior de la coalición. Alberto Fernández se mostró en la CGT junto a sus
ministros (estuvo Guzmán), gremialistas, dirigentes del Movimiento Evita y un
puñado de gobernadores, donde le respondió a CFK quien en el último encuentro
entre ambos le pidió al Jefe de Estado que utilizara la lapicera para controlar
lo que sucedía en el Gobierno.
“El poder no pasa por ver quién tiene la lapicera, el poder
pasa por ver quién tiene la capacidad de convencer. Convencer es una tarea
mucho más ardua, pero es más segura”, sentenció Fernández el último viernes. Y
agregó: “Perón convenció a millones de argentinos que hasta el día de hoy lo
sienten vivo, nunca necesitó de una lapicera. Me parece que tenemos que
recordar todas esas enseñanzas que fueron importantes”.
La respuesta llegó 24 horas más tarde en Ensenada, donde
Cristina Kirchner encabezó el otro acto del Frente de Todos. “¿Qué decía Perón?
‘Yo no persuadía con palabras, porque las palabras poco persuaden. Yo persuadía
a la gente con hechos y con ejemplos’”, comenzó su discurso haciendo referencia
a las palabras que el Presidente había pronunciado el día anterior.
“Perón llegó con la Revolución del 43 y qué se le ocurrió
para construir poder: pidió ir al Departamento Nacional del Trabajo, que no lo
conocía ni el gato. Eso fue en junio. En noviembre consiguió transformarlo en
la Secretaría de Trabajo y Previsión. Y ahí, mis queridos y mis queridas, cazó
la lapicera y no la largó más”, señaló la titular del Senado.
Mientras la vicepresidenta hablaba, Guzmán oficializaba su
indeclinable decisión de renunciar al Ministerio de Economía. El funcionario
por el cual el kirchnerismo más exigía su salida, presentó su dimisión en un
extenso texto de 7 carillas que compartió a través de su cuenta de Twitter.
Allí hizo un repaso de su gestión y admitió que sus conceptos no habían logrado
entusiasmar a otros miembro del Gobierno. Este lunes, el ahora ex ministro dijo
que fue “la decisión más dolorosa” de su vida pero agregó que lo hizo
“convencido” y que “fue un acto de responsabilidad con la Patria”.
Pasaron casi 30 horas desde que Alberto Fernández se enteró
que se quedaba sin ministro hasta que se confirmó a Batakis como la
reemplazante. En el medio una frenética jornada de negociaciones, danza de
nombres, y máximo nivel de tensión en el Frente de Todos donde incluso se
barajó la posibilidad de un recambio profundo del Gabinete Nacional con Sergio
Massa como jefe de los ministros.
Recién este domingo pasadas las 20 el Presidente llamó por
teléfono a la Vice, hablaron casi una hora y consensuaron que Batakis debía
hacerse cargo del Ministerio de Economía. Una elección que descomprime la
crisis que desató Guzmán este fin de semana pero lejos esta de saldar las
diferencias en el interior de la coalición gobernante.
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