Entre copitos y halcones
Pese a todos los problemas, curiosamente el Gobierno luce más ordenado que la oposición, que ventila sus internas como nunca.
La inflación nos sigue pegando abajo, diría Charly, y algo
se siente en el nivel de actividad. El nuevo ministro de Economía está
anotándose un poroto (¿de soja? Ja), con el ingreso de dólares circunstanciales
a las reservas del BCRA, y otro poroto con su gira por EE.UU. No es la panacea,
pero algo así debería haber sucedido hace mucho tiempo. Pero claro, con precios
“no cuidados”, a la opinión pública no se le mueve un pelo. Hará falta mucha
perseverancia, tiempo y ausencia de ruido político para que el barco se vea
menos escorado. Massa seguro le presta atención a la palabra adrizar: es la
acción de revertir la inclinación del barco y dejarlo en posición vertical.
Paralelamente siguen apareciendo novedades en la causa por
el atentado, de la mano de “la banda de los copitos”. Lo interesante
políticamente son tres cosas. Primero, no se está objetando el devenir de la
investigación judicial por parte de ninguno de los dos bandos, al menos
públicamente, y más allá del error inicial con la gaffe del celular. Solo hubo
una voz solitaria y coyuntural que pidió apartar el fiscal Rívolo. ¿Señal de
paz? ¿Coartada para que a los K no se los acuse de interferir en semejante
causa? Segundo elemento, salvo por lo que reflejan los medios, para la mayoría
social el tema ha dejado de ser tema de conversación. Tercero, los dos lados de
la grieta tampoco hacen declaraciones sobre el caso. Da toda la impresión que
tienen otros problemas más acuciantes.
Con Ella no alcanza
La semana pasada hicimos referencia en esta columna sobre
los conflictos internos dentro del PRO. Uno podría imaginarse que el otro socio
principal de Juntos por el Cambio debería estar ordenado y riéndose del amigo
cercano. Pero no, el radicalismo también tiene problemas internos que lo
desacomodan por diversas circunstancias.
Veamos al menos una, que es la puja por la pre candidatura
presidencial del partido. Mucho ruido hizo que Facundo Manes desacordara
públicamente sobre el juicio político al Presidente. Además de la bronca por la
falta de onda para jugar en equipo, varios se interrogaban respecto a cómo se
pretende conducir un espacio al cual se contradice claramente en un tema
delicado. ¿Hasta dónde se puede desmarcar del conjunto, so pena de que la tropa
se desordene y especule con otras situaciones?
A eso se le agregaron los cuestionados manejos del propio
presidente del partido para quedarse con el premio mayor. El martes 6 invitó a
un gran asado, sin que los comensales supieran a qué iban, ni quiénes iban. Por
empezar, no fueron invitados los de Evolución (Lousteau). Tampoco fueron los
mendocinos. Los correntinos están muy molestos con Morales.
Algunos diputados radicales dicen que el gobernador de Jujuy
se quiere manejar como si el país fuera su provincia. Resultado: una cena
barata ($ 1.000), pero absolutamente inconducente según la mirada de muchos
comensales, lo cual desanima y desorienta, teniendo en cuenta que el partido
debería estar más ordenado y entusiasta que nunca frente a la guerra fratricida
dentro del PRO.
¿Se viene el estallido?
En esas circunstancias suena lógico que en nuestros estudios
cualitativos la oposición sea vista como “desorganizada”, “dividida”,
“peleándose entre ellos están alimentando al oficialismo”, “aprovechan el
momento, pero es más de lo mismo”, “nadie tiene un plan para ver cómo se sale,
entonces están todos esperando para ver hasta dónde se van a quemar las papas”,
“están esperando que este gobierno se derrumbe… están a la expectativa que a
estos les vaya mal para así cobrar fuerza y eso es terrible”. Si así se la ve
en segmentos no oficialistas, está claro que si JxC hoy ganase la elección
presidencial sería más por fastidio al legado de Alberto y Cristina que a
méritos propios.
Es curioso que el Gobierno esté hoy más ordenado
políticamente que hace 45 días atrás –fruto del desplazamiento del Presidente a
un rol marginal, con un acuerdo de pax de la vicepresidenta y el súper
ministro, y con causas que los unifican (juicio + atentado)– frente a una
oposición que despertó todos sus debates pendientes pensando que la elección
del 2023 ya estaba ganada. Alguien debería recordarles qué fue el “Maracanazo”.
Entonces, con un oficialismo re entonado y una oposición
lavando los trapos sucios en público, el escenario se ha vuelto más incierto
que nunca, ya que se van disparando muchas especulaciones sobre si se rompe una
de las dos coaliciones, o las dos, por ejemplo.
Uno que estaba poniendo fichas a esa ruptura era Juan
Schiaretti, que lo debía poner en carrera a un triunfo de su escudería
provincial en Marcos Juárez. Se habló tanto del tema que conviene bajarle
decibeles a todo. Primero, el gobernador no ganó pero tampoco perdió, ya que no
controlaba esa localidad. Segundo, si triunfaba su candidata tampoco se podría
leer como una ola nacional, salvo para el consumo de la política. Tercero, si
quiere proyectarse como presidenciable debe hacer muchas más cosas que
arrebatarle una ciudad de 30.000 habitantes a JxC.
Carlos Fara: "El cristinismo con lo moderado es
incompatible"
Ultimo tema de la semana: ¿hay teléfono rojo entre
Washington y Moscú? En este caso ambas ciudades no son los nombres ficticios de
personajes de “La Casa de Papel”, sino que se refieren a Macri y Cristina
(aunque no queda claro quién debería llevar cada nombre si se observa con
detenimiento entre bambalinas y si vemos las fotos que se saca el “compañero”
Marc Stanley).
El tema da para una columna entera y algo de esto ya lo
hemos analizado. Según los polémicos Denis Jeambar y Yves Roucaute en “Elogio
de la Traición”, los acuerdos más eficaces los hacen los halcones, ya que nadie
duda de su debilidad cuando deponen las armas (usan de ejemplo el acuerdo de
Camp David entre Sadat y Begin). Algo así sucedió en estas orillas cuando se
firmó el Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín. Tensaron la cuerda al máximo
para obligar a sus respectivas tropas a jugar como ellos necesitaban. Claro…
todo puede fallar.
Carlos Fara: Consultor político. Ex presidente de Asacop.
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